Griegos y Troyanos peleando en los cielos (7) Odiseo, el planeta de la trampa

(1143) Odiseo es un asteroide troyano de Júpiter, descubierto en 1930, y es el segundo troyano de Karl Wilhelm, recibiendo el nombre del héroe griego que, según la mayoría de las leyendas, ideó la trampa del caballo de Troya para poder entrar a la ciudadela y finalmente poner fin a la guerra. Con 126 kilometros de diámetro medio, (1143) Odiseo es el octavo troyano más grande de Júpiter conocido.

Odiseo (en latín, Ulises) es hijo de Laertes y Anticlea, y nieto de Arcisio por parte paterna, y de Autólico, por parte materna; pero existe la versión de que su padre era Sísifo, según esta Autólico (uno de los argonautas) se había convertido en un exitoso ladrón gracias a que su padre, Hermes (el dios de los ladrones), que le había otorgado el don de poder cambiar el color de todas las cosas que robase, por lo que podía actuar impunemente. Pero Sísifo logró descubrirlo simplemente porque notó que el número de reces de Autólico aumentaba mientras que el suyo disminuía. Para descubrirlo, hizo marcas en las pezuñas de su ganado, por lo que pudo reconocerlo incluso si había cambiado de color. Cuando Sísifo acudió a casa de Autólico para reclamar su ganado, se entretuvo varios días y finalmente consiguió seducir a Anticlea, la hija del ladrón. Poco después, Anticlea casó con Laertes y tuvo a Odiseo, por lo que muchos dudaban de la auténtica paternidad de Laertes. La hija de Laertes y Anticlea fue Ctímene, hermana menor de Odiseo; fue esposa de Euríloco; quien fue compañero de viaje de Odiseo.

Como tantos héroes griegos, Odiseo fue discípulo del centauro Quirón, en el monte del centauro recibe una herida por un jabalí, que le deja una cicatriz en una rodilla, por la que habría de ser reconocido a su regreso a Ítaca tras la guerra de Troya. En Lacedemonia recibe de Ífito el arco de Éurito, que era regalo de Apolo; a cambio de una espada y una lanza; y que nadie salvo el verdadero dueño podía usar. Al llegar a la mayoría de edad, Laertes le entrega el reino con todas sus riquezas y Odiseo se encarga de reconstruir su casa. Adquiere fama por su hospitalidad y por su respeto a los dioses, en especial a Zeus y Atenea, diosa ésta que le habría de proteger siempre.

Como muchos acudió como pretendiente a la casa de Tindaro para pedir la mano de Helena, al darse cuenta de las escasas posibilidades que tenía de conseguirla, decidió solicitar a Penélope, hija de Icario y sobrina de Tindaro. Para asegurarse la ayuda de éste en tal propósito, le aconsejó que obligase a todos los pretendientes de Helena a jurar que respetarían la elección de ella y que defenderían al elegido contra cualquier agravio, evitando así disputas ulteriores que podrían ser funestas para el propio rey. Ello sería vital a la hora de rescatar a Helena de los troyanos.

Tras el rapto de Helena, Menelao y Palamedes, que estaban reclutando a los expedicionarios para su rescate, llegan a la corte de Odiseo en Ítaca, este se finge loco, pero su treta es descubierta y en su partida dice a Penélope que si él muere, se case de nuevo cuando Telémaco, el hijo, aún niño de ambos, alcance la edad viril.

En Troya Odiseo dará muerte a muchos troyanos, Odiseo es el encargado de devolver a Criseida a su padre, el sacerdote Crises. Con Agamenón se encarga de concertar el combate singular entre París y Menelao, y con Héctor mide el escenario del mismo para poner fin a las hostilidades. Tras el reinicio de hostilidades y la muerte de Patroclo, Odiseo calma a Aquiles y le indica esperar hasta terminar los funerales del joven. Tras la muerte de Aquiles, Odiseo y Ayax (primo de Aquiles) pelean por las armas del héroe; cuando Agamenón se las entrega a Odiseo, Ayax enloquece y finalmente se suicida.

Odiseo fue quien captura al vidente Héleno, arrancándole el secreto de que Troya no será conquistada sin el concurso de las flechas de Heracles, los restos de Pelope y el Paladio (estatua de Atenea en Troya). Sabedor de que tales armas estaban en poder de Filoctetes, quien por consejo suyo había sido abandonado en la isla de Lemnos tras haber sido mordido por una serpiente, consiguió su colaboración desplazándose allí en compañía de Diomedes. Junto con Diomedes entra en Troya disfrazado de mendigo, y consigue robar el Paladio. A él, en fin, se le atribuye la idea de construir el caballo de madera en cuyo interior se alojaron treinta guerreros escogidos, mientras los demás simulaban poner fin al asedio, lo que fue finalmente la caída de Troya.

Tras la guerra muchos de los griegos serían castigados por sus abusos en la toma de Troya, en su regreso a su patria; algunos no volverían a la misma, muriendo en el camino. Odiseo fue el que más tiempo pasó fuera de su casa; los diez años que duró la guerra y otros diez, Poseidón lo castigó haciéndolo vagar por todo el Mediterráneo, esta es la segunda obra de Homero, La Odisea, que narra las desventuras del héroe en su regreso a casa. Odiseo pasó veinte años fuera de Ítaca: los diez que duró la guerra de Troya y otros diez años que transcurrieron desde el fin de la guerra hasta su regreso a Ítaca.

La Odisea no inicia con el relato de Odiseo, sino de su hijo Telémaco, que era todavía un niño cuando su padre marchó a la guerra de Troya, y en sus casi veinte años de ausencia creció hasta hacerse adulto. Atenea pide a su padre Zeus que es hora de que Odiseo vuelva a su tierra, y este permite a la diosa iniciar la historia; disfrazada de Mentor, un maestro de Telémaco, Atenea exhorta al chico de que expulse a los pretendientes de su madre y vaya en busca de información de su padre. Pese a que nadie en el pueblo lo ayuda para expulsar a los pretendientes, el chico logra emprender el viaje en busca de noticias de su padre. En Pilos pide noticias a Néstor, este relata lo que sabe de los que pasó a los héroes griegos pero nada sabe de Odiseo, envía a Telémaco a Esparta, con Menelao, y acompaña al chico, el hijo menor de Néstor, Pisístrato. En Esparta Menelao relata su regreso y como supo a través de Proteo, un dios marino cambia forma, que derrotó para saber su camino a casa, que Odiseo era retenido por la diosa Calipso. Mientras tanto, los pretendientes sabiendo del viaje del joven, le preparan una emboscada a su regreso.

Pero la decisión de los dioses ya esta dada y Zeus envía con Hermes un mensaje a Calipso, que suelte su prisionero. Calipso hace su último intento de retener al héroe y tienta a Odiseo con el regalo de la inmortalidad, pero el héroe sabiendo que puede irse prepara una balsa y abandona la isla de la diosa. La balsa no aguanta las olas y zozobra, Poseidón aún lo persigue por el daño a su hijo el cíclope Polifemo. Odiseo apenas logra llegar a la isla de los feacios, donde es rescatado por Nausícaa, la hija del rey Alcínoo. Aquí tras reponerse Odiseo narra su viaje desde Troya; con lo que el rey queda impresionado y le ofrece la mano de su hija, mas Odiseo no acepta, por lo que el rey cambia su ofrecimiento por ayudarlo a llegar a su isla.

En su historia Odiseo cuenta que primero destruyeron la ciudad de Ísmaro (donde estaban los cicones), donde perdió a bastantes compañeros. Más tarde llegaron a la isla de los lotófagos. Allí, tres compañeros comieron el loto, y perdieron el deseo de regresar, por lo que hubo de llevárselos a la fuerza. Posteriormente, llegaron a la isla de los cíclopes. En una caverna se encontraron con Polifemo, hijo de Poseidón, que se comió a varios de sus compañeros. Estaban atrapados en la cueva, pues estaba cerrada con una enorme piedra que les impedía salir. Odiseo, con su astucia, emborrachó con vino a Polifemo y mandó afilar un palo con el que cegaron al cíclope mientras éste dormía. Consiguieron escapar ocultándose debajo  de las ovejas de cíclope.

Viajaron hasta la isla de Eolo, que trató de ayudarles a viajar hasta Ítaca. Eolo entregó a Odiseo una bolsa de piel que contenía los vientos del oeste. Al acercarse a Ítaca, sus hombres decidieron ver lo que había en la bolsa, dejando salir a todos los vientos y crearon una tormenta que hizo desaparecer la esperanza del regreso al hogar. Tras seis días de navegación, llegaron a la isla de los Lestrigones, gigantes antropófagos que devoraron a casi todos los compañeros de Odiseo. Huyendo de allí llegaron a la isla de Circe. Cuando Odiseo llegó a la isla de la bruja mandó bajar a la mitad de la tripulación, quedándose él en su barco. Circe invitó a los marineros a un banquete, envenenando la comida con una de sus pociones, transformándolos en cerdos con una vara después de que se hubieran atiborrado. Sólo Euríloco, su cuñado, sospechando una traición desde el principio, logró escapar y avisó a Odiseo y a los otros que habían permanecido en el barco. Odiseo partió al rescate de sus hombres pero en el camino fue interceptado por Hermes, quien le dijo que se hiciese con algunas hierbas de moly para protegerse del mismo destino. Cuando Circe no pudo convertirlo en animal Odiseo le obligó a devolver a sus hombres a la forma humana.

Más tarde Circe se enamoró de Odiseo y le ayudó en su viaje de regreso a casa después de que él y su tripulación pasasen un año con ella en su isla. Según Homero, Circe sugirió a Odiseo dos rutas alternativas para volver a Ítaca: bien hacia las «rocas errantes» (las pumíceas islas Lípari), donde reinaba el rey Eolo, o bien pasar entre la peligrosa Escila y el remolino de Caribdis, normalmente identificado con el estrecho de Mesina.

En su camino al estrecho se detiene en el país de los Cimerios y realiza un sacrificio de varias ovejas a Hades; Odiseo así visita la morada de Hades para consultar con el adivino Tiresias, quien le profetizó un difícil regreso a Ítaca. A su encuentro salieron todos los espectros, que quisieron beber la sangre de los animales sacrificados. Odiseo se la dio en primer lugar a Tiresias, luego a su madre Anticlea y también bebieron la sangre varias mujeres destacadas y algunos combatientes que habían muerto durante la guerra de Troya.

De nuevo en ruta, lograron escapar de las sirenas, cuyo canto hacía enloquecer a quien las oyera. Para ello, siguiendo los consejos de Circe, Odiseo ordenó a sus hombres taparse los oídos con cera exceptuándolo a él y manda ser atado al mástil. Escaparon también de las peligrosas Caribdis y Escila. Consiguieron llegar a Trinacria (nombre griego de Sicilia), la isla del Sol. Pese a las advertencias de no tocar el ganado de Helios, los compañeros sacrificaron varias reces, lo que provocó la cólera del dios. Al hacerse de nuevo a la mar, Zeus lanzó un rayo que destruyó y hundió la nave, sobreviviendo únicamente Odiseo. Finalmente, arribó a la isla de Calipso hasta que pudo salir de la misma.

Acompañado por navegantes feacios, Odiseo llega a Ítaca. Se disfraza de vagabundo para evitar ser reconocido. Por consejo de la diosa Atenea, va a pedir ayuda a su porquerizo, Eumeo. Odiseo no revela su verdadera identidad a Eumeo, quien le recibe con comida y manta. Eumeo relata su vida y sus orígenes al mendigo, y de cómo llegó al servicio de Odiseo. Es cuando Telémaco regresa a Ítaca, quien consigue eludir la trampa que los pretendientes le habían preparado a la entrada de la isla. Una vez en tierra, se dirige a la casa de Eumeo, donde conoce al supuesto mendigo. Cuando Eumeo marcha a casa de Penélope a darle la noticia del regreso de su hijo, Odiseo revela su identidad a Telémaco, asegurándole que en verdad es su padre, a quien no ve desde hace veinte años. Tras un fuerte abrazo, planean la venganza. Al día siguiente, Odiseo, de nuevo como mendigo, se dirige a su palacio. Sólo es reconocido por su perro Argos que, ya viejo, fallece frente a su amo. Al pedir comida a los pretendientes, es humillado e incluso golpeado por éstos.

Odiseo, aún ocultando su verdadera identidad, mantiene una larga conversación con Penélope, quien ordena a su criada Euriclea que le bañe. Ésta, que fue nodriza del héroe cuando era niño, reconoce la cicatriz que a Odiseo, en su juventud, le hizo un jabalí cuando se encontraba cazando en el monte Parnaso. La esclava, pues, reconoce a su amo, que le hace guardar silencio para no hacer fracasar los planes de venganza. Odiseo aprovecha para ver quién es fiel al desaparecido rey, y librarse así de la venganza. Un profeta, amigo de Telémaco, advierte a los pretendientes que pronto los muros se mancharán de su sangre. A pesar de que algunos de ellos creen en la profecía y huyen, la gran mayoría de ellos se ríe de la adivinación.

Penélope esperó durante veinte años el retorno de su marido de la guerra de Troya. Por esta razón se le considera un símbolo de la fidelidad conyugal hasta el día de hoy. Mientras su esposo está fuera, Penélope es pretendida por múltiples hombres. Para mantener su castidad ante la ausencia de su marido idea un gran plan. Les dice a los pretendientes que aceptará la desaparición de Odiseo, con la consecuente promesa de un nuevo enlace, cuando termine de tejer un sudario. Para mantener el mayor tiempo posible este tejido en elaboración, procura deshacer por la noche lo que creó durante el día, y de esta forma soporta los veinte años. Justo cuando Odiseo llega a casa, Penélope termina la labor. Aquí Penélope señala a los pretendientes que se casará con aquel que consiga hacer pasar la flecha por los ojos de doce hachas alineada, usando el arco de su esposo. Uno tras otro, los pretendientes lo intentan, pero ni siquiera son capaces de tensar el arco. Odiseo pide participar en la prueba, ante la negativa de los demás. Tras la insistencia de Telémaco, le es permitido intentarlo. Con suma facilidad, Odiseo tensa el arco y consigue hacer pasar la flecha por los ojos de las hachas, ante el asombro de los presentes. A la señal de su padre, Telémaco se arma, preparándose para la lucha final.

Antinoo, jefe de los pretendientes, se encuentra bebiendo cuando Odiseo le atraviesa la garganta con una lanza, dándole muerte. Ante las quejas de los demás, Odiseo responde con amenazadoras palabras, y los pretendientes temen por sus vidas. Se inicia la feroz lucha, con los numerosos pretendientes por un lado y Odiseo, su hijo y dos fieles criados por otro. Todos aquellos que traicionaron a Odiseo van muriendo uno por uno. Los esclavos traidores son colgados del cuello en el patio del palacio. Odiseo manda a Euriclea que haga fuego y limpie el patio con azufre. La esclava avisa a las mujeres que fueron fieles al héroe, que abrazan a su amo.

Después de que Odiseo matase a los pretendientes que se hospedaban en su casa. Odiseo manda a los presentes a que vistan sus mejores trajes y bailen, para que los vecinos no sospechen de lo ocurrido. Con la ayuda de Euriclea, el héroe se presenta a Penélope, pero ella no le reconoce ya que ella estaba convencida de que él estaba muerto y el aspecto que tenía en ese momento no era el mismo que cuando se marchó a la guerra. Entonces, Odiseo describe el lecho conyugal del matrimonio, y cómo lo hizo él mismo de un olivo. Penélope, convencida ya, abraza a su esposo, que le narra sus aventuras, como por ejemplo el enfrentamiento que tuvo con Polifemo, el monstruo de Escila, cuando Circe convirtió en animales a todos sus marineros y así sucesivamente. Finalmente le cuenta que aún tendrá que hacer otro viaje, antes de terminar su vida en una tranquila vejez.

El hijo de Odiseo fue puesto en los cielos en 1997, (15913) Telémaco; quien ha sido descubierto al menos cuatro veces, como señalan sus nombre alternativos: 1997 TZ27, 1996 RY29, 1998 WQ10 y 2000 AY7. Por su parte su esposa se encuentra en el cinturón principal de asteroides desde 1879, dando el nombre al asteroide (201) Penélope, cuyo diámetro es de unos 68 km.

Odiseo es ante todo un tramposo, no es que haga la trampa por maldad propiamente, sino como una forma de vencer y de sobrevivir. Engaña a los troyanos con el Caballo de Troya, haciéndoles creer que es una ofrenda de paz, mientras los griegos parecen retirarse; emborracha a Polifemo, para así poder vencerlo, cegándolo luego y escapar disfrazados de ovejas; se disfraza de mendigo para poder entrar en su casa y descubrir quienes son sus amigos y enemigos.

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Pero Odiseo es también el esposo fiel, no acepta la inmortalidad que le ofrecen las diosas Circe y Calisto; rechaza a la princesa Nausícaa y su reino; todo por volver con su contra-parte Penélope; ambos como pareja, más ella que él, son símbolo de la fidelidad matrimonial. Telémaco es el hijo que trata de proteger a su madre y ayudar a su padre, como niño no le hacen mucho caso, pero por su familia es capaz de todo, es signo de paciencia, sabe que su hora ya llegará; tuvo que aguantar durante toda su infancia a los pretendientes de su madre, que no sólo lo vejaban, sino también se devoraban los bienes de la casa; pero al tener su oportunidad, acabó con cuantos pudo. El grifo de Odiseo deriva del arco de Ulises, que él utilizó para vencer a los pretendientes de su esposa Penélope que habían acampado con arrogancia en su casa en su ausencia. Su hijo tiene igual inspiración; por su parte Penélope deriva del velo que tejía y destejía cada día y noche.