Grandes Cuentos de Hadas (15) Las aventuras de Pinocho

Las aventuras de Pinocho. Historia de una marioneta; es el título de una novela de Carlo Collodi (seudónimo del escritor Carlo Lorenzini) escrito en Florencia entre 1880 y 1881 como cuento en serie en un periódico local, tres años después de su inicio (1883) se publicó en forma de libro por la Librería Editrice Felice Paggi con ilustraciones de Enrico Mazzanti. A continuación tenemos la obra completa:


(para leer la obra pulse la imagen)

Para referencias y fuentes originales puede consultar aquí, aquí, aquí y aquí.

Fue la obra escrita con amenidad y encerrando un fondo aleccionador; Pinocho refleja las preocupaciones pedagógicas que siempre tuvo en mente su autor, y supone un aguijonazo contra la mentira y la pereza, así como una advertencia sobre las consecuencias de las «malas compañías». Desde esta obra todas las madres regañan a sus hijos por sus primeras mentiras de la misma manera que el Hada Azul a Pinocho: «¡Vea, su nariz está creciendo!». En la versión inicial de Carlo Collodi el muñeco moría ahorcado por sus muchos errores. Sólo en las versiones posteriores publicadas por entregas en un diario local, la historia se prolongó incluso después del triste hecho, llegando al final clásico que todos conocen, con la marioneta que se vuelve un niño de carne y hueso.

La historia de este títere, dio lugar a uno de los primeros mitos históricos de la literatura infantil para niños que hoy ha pasado a ser parte de la literatura universal. El personaje de Pinocho es sobre todo recordado porque su nariz crece en relación con cada mentira; transformándolo en un icono cultural moderno del cual se han hecho comerciales, obras de teatro y cine.

Aunque fue escrita entre 1880 y 1881, la novela está ambientada en el pasado, probablemente en el momento del Gran Ducado de Toscana, como también puede verse en las referencias al dinero o monedas de oro que se mencionan en la historia, ya que en 1861 se formó Reino de Italia, Florencia ya no era capital y desde 1862 la lira italiana había suplantado a todas las monedas de los otros estados de la restauración italiana, moneda que perduro hasta la llegada el euro en 1999.

Algunas fuentes ubican la ciudad de Gepeto y del maestro Cereza entre Florencia, Prato y la región de Versilia; en una aldea al norte de la capital toscana, cerca del lugar de nacimiento de la madre de Carlo Lorenzini. La ciudad de los buhos es una trastornada burla de la ciudad de Florencia (sede del poder y la burocracia), mientras que la isla de las abejas industriosas es una alusión a la cercana ciudad industrial de Prato.

El valor pedagógico de la novela

Hay que decir que lo que hoy es llamado literatura para niños del siglo XIX son hoy edulcorandas obras algunas veces tristes y otras crueles que describían la vida de un niño en la revolución industrial; para ejemplo las obras de Dickens (Oliver Twist, David Copperfield, Tiempos difíciles…). Otras obras para «niños» de la época estarán más influenciadas por la novela gótica, y a menudo entregadas como colecciones de cuentos y fábulas de la tradición popular (como en Alemania por los Hermanos Grimm).

En este sentido, era la costumbre y por lo tanto no es extraño encontrar que la crueldad y la mezquindad (después aliviada por las sucesivas versiones) también son trabajadas en la obra de Collodi, inspiradas en una naciente y muy pobre clase obrera. De hecho, casi ningún escritor de este periodo trabaja realmente para el público infantil, sino que escriben como propuestas a un modelo de ideal educativo para las masas y como una critica a las instituciones públicas y la educación de la época.

Cabe reiterar que la creación inicial de Collodi era destinada a un público adulto, por ello muchos comentaristas coinciden en que efectivamente Pinocho, en lugar de un cuento de hadas para los niños, es en realidad una alegoría de la sociedad moderna, una implacable mirada sobre los contrastes entre la respetabilidad y el instinto libre, en una época (siglo XIX), de grandes cambios en la sociedad italiana y mundial.

Más allá del aparente optimismo, la novela es realmente triste e irónica; y a veces satírica, con referencia específica a la educación formal y en contra a una serie de contradicciones e insuficiencias de la educación y las costumbres  del siglo XIX.

El uso de la irrealidad del relato nos muestra la destreza dialéctica del autor en poner de relieve y con vigorosos ataques a determinados sectores de la sociedad. La presencia, por ejemplo, de las formalmente irreprochables y ocupadas abejas, celosamente impersonales y sólo destinadas a cumplir con su rol social nos habla del obrero de las fabricas, que como individuo ya no tiene importancia, sino el grupo y su labor. Por otro lado la acciones un juez que de manera sutil e perceptible hace lo contrario que la norma y virtud dicen, nos muestra la corrupción de las élites que ostentaban el poder político y económico, fue una de las primeras novelas que critica a la policía y sus acciones, es por ello que cuando publicaron el libro, las fuerzas del orden y de la justicia trataron de impedir su venta.

Las acciones de Pinocho y las consecuencias de sus actos representan para unos el sentimiento de inquietud hacia el mundo ordenado y determinista que la era moderna empezaba a promulgar.

Desde un punto de vista estilístico, la historia se presenta en un lenguaje coloquial, innovador, moderno y fresco, allanando el camino para muchos otros autores y escritores del siglo siguiente. El texto popularizó recursos y modismos florentinos en la lengua italiana que expuestos en el libro pasaron a toda Italia y al mundo; el más destacado es por supuesto: «Tiene una larga la nariz», comúnmente atribuido a los que dicen mentiras. En las palabras del hada azul:

¡Las mentiras, hijo mío, se reconocen de inmediato! Porque hay dos tipos: están las mentiras que tienen patas cortas, y las mentiras que tienen una nariz larga; las tuyas hijo mío son de las que tienen narices largas

También la imagen de «La tierra de los juguetes» ha pasado a indicar un lugar que en realidad encubre otra cosa y a llegado a formar parte de una conciencia global.

Los personajes

Hoy Pinocho se ha convertido en sinónimo e icono moderno del «mentiroso». El personaje de ficción, si bien es descrito como un títere, morfológicamente es más como una marioneta (madera del cuerpo, presencia de las articulaciones, etc.).

La marioneta de madera no sólo es autoconsciente, sino como todo niño travieso es gamberro, desobediente, poco afecto a los estudio y el trabajo laborioso. Pinocho es definido como un títere, más en especifico una «marioneta» (ya que es supuestamente movido por hilos); pero Collodi lo llama un muñeco, no por ignorancia del hecho de que es una marioneta, sino porque lo iguala con los títeres de la Commedia dell’Arte, ya que en la epoca del autor los espectáculos de títeres fueron la forma que encontró este genero italiano del teatro para sobrevivir. Como nota final el nombre de «Pinocho» no es una pura invención del escritor Toscana. De hecho, se siente inspirado por la «fuente de Pinocho», ubicada en Colle di Val d’Elsa, donde estudió Lorenzini.

Tragafuegos es la imagen un tipo rudo y colérico, es el titiritero del «Gran Teatro de Muñecos», y es descrito como:

…un hombrazo tremendo, y tan feísimo que sólo verle daba miedo. Tenía unas enormes barbas negras como la pez, y tan largas, que llegaban hasta el suelo. ¡Como que se las pisaba al andar! Su boca era grande como un horno, sus ojos parecían dos faroles rojos encendidos. Llevaba en las manos unos latigos, hechos de serpientes y rabos de zorros.

Aparece en el capítulo X, después de que Pinocho arruina uno de sus espectáculos de marionetas con su presencia. Molesto por ello, ordena arrojar a sus títeres al fuego para cocinar un cordero asado, pero cede ante las suplicas de Pinocho por sus camaradas. En la película de Disney «Pinocho», Tragafuego aparece como el primer malo y es llamado «Stromboli» (como el volcán italiano). Y Pinocho fue vendido a Stromboli por el Gato y el Zorro; y escapa luego del titiritero con ayuda del hada.

En la película de 1996 «Las aventuras extraordinarias de Pinocho» del director Steve Barron, Tragafuego es llamado Lorenzini (en homenaje a Collodi), e interpreta a un titiritero que inicialmente cuida los títeres de Geppetto. Luego Lorenzini crea el Mundo de los Juguetes, donde gracias a una fuente magia de agua transforma a los niños que jugaban en los animales que más se les parecen. Lorenzini es empujado por Pinocho a la fuente y se transforma en una monstruosa ballena que se traga a Pinocho más tarde.

Hay que aclarar que la ballena que se traga a Pinocho y su abuelo viene desde la película de Disney, en el cuento original, el monstruo marino es realmente un gigantesco tiburón.

La razón del cambio del tiburón a la ballena tiene que ver con la imagen de iniciación que trasmitían los cuentos de hadas. Carlo Collodi fue fuertemente inspirado por una historia clásica de iniciación espiritual: la historia de Jonás y la ballena, encontrada tanto en la tradición cristiana, como en el islam y el judaísmo. Así Pinocho vuelve a casa para unirse con su padre, pero la casa está vacía. Se entera de que Gepeto ha sido tragado por (un monstruo marino/tiburón) una ballena gigante. La marioneta salta al agua y es tragada por el monstruo con el fin de encontrar a su «Creador». Esta es la última etapa de su iniciación, el vientre de la ballena gigante representa la oscuridad de la vida ignorante de la que hay que escapar para ganar la luz espiritual y finalmente volverse niño.

Distintas versiones en cine, teatro, televisión o comic han cambiado al personaje, de Tragafuego, llegando ha ser incluso un ogro cambiaformas; una de las más interesantes es la versión rusa de 1936, Alexei Nikolaievich Tolstoi escribió una versión alternativa de la historia, titulada La llave de oro, o las aventuras de los títeres, fue conocida fuera de Rusia con el nombre de El camarada Pinocho. La historia inicia muy similar a la de Pinocho, Gepeto (aquí llamado Papá Carlos) crea un «títere» de un trozo de madera. El títere es creado en la imagen de un muchacho con la nariz puntiaguda, vivo, animado, curioso y de buen corazón; pero después de reunirse con los títeres de Karabas Barrabás (nombre de tragafuego en esta versión), la trama se aparta completamente; Las aventuras de Pinocho lo describen luchando contra Barrabás y con la ayuda a los títeres rebeldes y una llave de oro logra acceso a un teatro mágico, donde los títeres pueden hacer sus presentaciones sin dueño (en la más pura versión del cuento popular comunista). No es de extrañar la popularidad de este libro entre los rusos y la frase «trabajar como papá Carlos» se ha convertido en proverbial ruso para indicar el trabajar continuamente, sin descanso alguno.

El gato y el zorro: pasaron a indicar un par de amigos poco confiables. Viven de limosnas y engaños, de hecho, el personaje Pinocho es una víctima de sus engaños. Por una parte, el gato pretende ser ciego por haber estudiado (leer) demasiado, mientras que el zorro, que finge ser cojo por la misma razón. Los dos estafadores hacen su aparición en el capítulo XII, y engañan a Pinocho de enterrar del pago que obtuvo de Tragafuego en un lugar llamado Campo de los Milagros, donde, según ellos crecerán un árbol lleno de monedas de oro.

En la película de Pinocho (1940) de Disney, están representados de manera diferente a la novela, son americanizados siendo llamados: Worthingthon John Fox (El Honrado Juan (el zorro)) y Gedeón (el gato), nombre que en hebreo significa «con la mano herida», al igual que en el cuento original cuando Pinocho al defenderse de los ladrones disfrazados le muerde y corta la mano al gato. Juan es el líder del dúo; siempre está buscando oportunidades de conseguir dinero fácilmente, y para lograrlo se aprovecha de la inocencia de Pinocho. Primero lo engañan y venden al titiritero Strómboli por cierta cantidad. Más tarde lo vuelve a engañar y esta vez lo vende por más dinero al Cochero, que llega a Pinocho a la «Isla de los Juegos». Gedeón es representado como un gato mudo (no ciego) y más bruto que su compañero, que trata siempre de golpear a las personas con un martillo para luego robarles.

Pabilo: es el modelo de hombre joven rebelde y disoluto. Aparece en el capítulo XXX. Su verdadero nombre es Romeo y Pabilo es su apodo por ser seco, alto y delgado, como un cordel de vela. En la obra original convence a Pinocho de ir a la «Tierra de los Juguetes«. Después de un tiempo de entretenimiento continuo, los dos amigos se encuentran de repente transformados en asnos y vendidos en el mercado. Pinocho es vendido a un circo, y Pabilo termina comprado por un ganadero y muere de agotamiento por el duro trabajo del campo.

En la versión Disney es llamado «Polilla» e invita a Pinocho en la «Isla de los juegos» a que juegue billar, beba cerveza o que se fume un puro. Actúa como el típico niño que sabe de todo y que se cree el más listo, pero que en realidad es el más «burro», animal en el que al final se convertirá.

El Grillo parlante: paso a indicar quien se esfuerza por dar consejos que nadie pidió, o peor aún, se le considera una molestia; como Pepe/Pepito Grillo (versión Disney) es la voz de la siempre molesta conciencia; es el personaje más representativo de la película y uno de los más populares de la factoría Disney. Como la «conciencia» de Pinocho, es el encargado, por el Hada Azul, de guiar al niño de madera por el buen camino.

Gepeto: El padre de Pinocho. Un bondadoso carpintero que trata de criar a su «hijo», aunque tratando de poner respecto (nunca lo logra), termina dándole a su ingrato hijo la comida que le quedaba, o vendiendo su abrigo en pleno invierno para comprarle libros al chico para que vaya a la escuela. La versión Disney no lo pinto como el padre que no puede controlar los caprichos de su hijo, sino como un agradable viejecito vive con un gato y un pez, (Fígaro y Cleo), y rodeado de relojes de cuco hechos por él mismo.

El Hada Azul: aparece primero como una niña de cabellos azules que ayuda a escapar a Pinocho de unos ladrones (el gato y el zorro disfrazados), luego como una mujer que trata de ayudarlo cuando ha salido de la cárcel donde los encerró un juez corrupto, actuando ya no como hermanita sino como una madre. Como madre, Collodi la pinta como mujer sabia que sabe manejar las pataletas y berrinches del muñeco y trata de guiarlo al buen camino. En la versión Disney es el hada buena que da vida a Pinocho y lo premiará de convertirlo en un niño de verdad, después de que se haya aprendido a ser un buen niño. También es la que le encomienda a Pepito Grillo la labor de velar por Pinocho y ayudarle en la difícil tarea de crecer lejos de la «mala vida»; otras versiones de cine y Televisión han tomado esta idea de que fue ella la que dio vida al muñeco.

El Cochero es un hombre viejo y regordete propietario de la «tierra de los juguetes » (la Isla de los Juegos para Disney), donde lleva a los niños malcriados para que se comporten como unas verdaderas bestias. Ya que su hobby es coleccionar niños estúpidos. Por razones que se desconocen, dicha tierra/isla posee el poder de transformar a los niños en burros (dado que en la cultura popular, el burro se asocia al carácter impulsivo y a la ignorancia). En realidad no es mas que un personaje metafórico que representa a ese tipo de gente que se aprovecha de los ignorantes y de ingenuos, demostrando que si se quiere conseguir una estabilidad en esta vida, hay que hacer algo de provecho y no dejarse llevar por la pereza y el camino fácil, ya que si no siempre habrá alguien, mas inteligente, que intente aprovecharse de ti. La imagen del personaje en el libro es la misma en la película de Disney; salvo por el hecho de que es Pabilo en el libro es quien invita a Pinocho, y El zorro y el Gato quienes engañan a Pinocho en la película. En algunas versiones fílmicas y de televisión Tragafuego y el Cochero son el mismo personaje.

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Nota: textos originales y más información: aquí y aquí

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