Mujeres de Invierno

21 Agosto 2007

Aquella tarde en la mesa del restaurante, mientras me colocaba la servilleta en el pantalón para no ensuciarme, mi novia dijo al ver pasar a una joven que se sentaba en la mesa vecina. —Son hermosas las mujeres tipo invierno—. Fue cuando yo recordé entonces a mi gran amor. Katy, con su blanca piel y su negro pelo. La recuerdo con aquellas minifaldas apretadas, o luciendo aquellas largas faldas de vaporosos tejidos. Nunca la vi con faldas a las rodillas, ni de pantalones. Me acuerdo que una vez ella explicó —a las rodillas es de secretaria y los pantalones son para chicas raras—. Cuando supe de su boda, creó que me lo dijo a mi primero que a nadie, lloraba, en parte de felicidad por ella, en parte por saberme cobarde. Se casaba con aquel gringo maduro. O Dios cuán torpe fui en mi vida al no confesarle que la amaba. Una sola cosa cerraba mis labios «los pantalones son para chicas raras«.

 

Publicado inicialmente en: Marina de Ficticia