El origen y destino de los hombres

30 Septiembre 2007

Decretaron las Parcas, ante el clamor de los dioses:

De los hijos de Adán y Eva, hoy repartidos por todo el mundo, no hay de que preocuparse, no vivirán miles años como los dioses, sino menos de la décima parte de lo que dura un milenio”.

y esas fueron sus palabras.

1.- PROMETEO

En oriente, los hombres fueron hecho con polvo y agua, barro en manos de un maestro alfarero. Un aliento ardiente de vida, insuflo aquel dios de los hombres y los hizo a imagen de los dioses. Más los dioses les tuvieron miedo y entonces aquellos no tuvieron piedad por esos seres y se aprovecharon del invierno que llegó a la tierra por culpa del rapto de una joven, y los hombres murieron y murieron. El dios alfarero no quiso que su creación muriera, cual artista protege su obra, cual padre a sus hijos; robó así el fuego del cielo, que a los hombres protegió de las bestias y del frío. Eso fue demasiado, y aquel dios fue castigado por sus pares, sacrificado por salvar a sus hijos y en una alta montaña fue atado solo, desnudo y desprotegido. Pero aquel dios de los hombres, les dejó un regalo a sus creaciones, en una tierra de dunas y arenas, bañadas por un gran río, fundió su espíritu con aquel fuego robado y se trasformó en ave, y voló desde Egipto a China, de Japón paso a Siberia y a las estepas Rusas, viajó por Europa y regreso por el norte África en su largo viaje a esa tierra de arenas y dunas. Ahí entre llamas y candelas se renueva cada mil años, y aquella única ave de fuego, llamada Fénix por los hombres, les recuerda a ellos con su canto, que tras la muerte hay vida eterna.

2.- EPIMETEO

Un segundo dios alfarero, hermano mayor del primero, había creado, antes que los hombres, cuanto animal habita la tierra y el mar. Los otros dioses lo llamaron y le encomendaron un nuevo pedido, tuvo entonces que agarrar nuevamente la tierra, el agua, el viento y soplarles otra vez el fuego de la vida. Pero en esta ocasión, aquel dios alfarero, amasó demonios y espectros, enfermedades y pestes. Recordó entonces a su hermano preso en la montaña. Desobedeció a sus iguales, ocultó esas horribles creaciones en una gran cueva y las encerró bajo la forma de negras aves. Supo que pronto vendría su castigo, y cuando creyó que todo estaba perdido, se transformó en un ave de azul espectro y bajo esa forma hoy se oculta en los reinos de duendes y hadas, de faunos y fantasmas; su canto hoy llama a la felicidad y atraparlo por ello muchos quieren, pero pronto descubren todos que la felicidad es pasajera y escurridiza, y que el destino de los hombres en la tierra es en parte ser felices y en parte aguantar tristezas.

3.- PANDORA

Encerrados dentro de una gran caverna, miles de aves negras su hora esperan. Saben que tarde o temprano ella vendrá, ese fue el augurio de las Parcas. Y llegó la hora de cumplir la promesa, cuando una joven ninfa, esposa del segundo alfarero, buscando preocupada a su marido, se acercó a los barrotes de fierro negro, curiosa de esa extraña construcción, abrió la verja, esperando mejores nuevas de su marido, dentro de aquella cueva. Empujada por la fuerza de aquellas aves negras, que salían como cascada y tornado, cayó ella sobre el piso. Y cuando todos aquellos pájaros negros se hubieron ido, la ninfa asustada se encerró dentro de aquella gruta. Comprendió que las pestes, los demonios y las enfermedades cubrían ahora la tierra y a partir de ese entonces los mortales rara vez superan la centena. En su desasosiego, para tratar de salvar en parte su culpa, se transformó en hermosa ave de brillo esmeralda, y hoy, oculta en aquella cueva, canta a los hombres, y les recuerda en sus sueños y sus tristezas, que la esperanza es lo último que ellos pierden ante las desgracias y las penas.