Calygreyhound / Caligalgo

El Calygreyhound es un animal imaginario de la heráldica británica, con la cabeza de un gato montés, astas de ciervos, torso de antílope, las patas delanteras de águila y posteriores de buey. Se le encuentra en sólo en los escudos de armas de la familia El Vire, que eran los Condes de Oxford en los siglos XV y XVI, y simboliza la agilidad y velocidad.

El Musimon / Tityrus

Llamado también como Tityrus o Tytron un animal se encuentra en el bestiario medieval, similar a una cabra, pero con cabeza de oveja, con cuernos de ambos animales (un total de cuatro). En heráldica, simboliza la autoridad que dirige la fuerza. El nombre científico de Ovis musimon se corresponde con el muflón de Europa, especie silvestre de las ovejas se encuentran en las islas del Mediterráneo y en Europa Central y Oriental, que combina las características de cabra y oveja.

El Yale / Centícore

El yale, también llamado «centicore» o «eale»  es una bestia mítica encontrada en la mitología europea. La mayoría de las descripciones lo muestran como una criatura similar a las cabras con cuernos grandes que puede girar en cualquier dirección. Es descrito como un animal negro, tan grande como un caballo, con la cola de un elefante, las fauces de un jabalí y cuernos inusualmente largo, ajustables a cualquier movimiento puede hacer que el animal.  Ellos no son fijos, sino que se mueven según las necesidades de la lucha que requieren.

El primer yale fue descrito por Plinio el viejo en su Historia Natural, de ahí  la criatura pasó a los bestiarios medievales y la heráldica dónde representa a la defensa orgullosa. Fue usado por la Familia Real británica,  por John, el Duque de Bedford, y por la familia de Beaufort de Inglaterra. Pueden verse yales encima de las entradas de la Universidad de Cambridge, de la Universidad de St. John. Hay también hay yales en el tejado de la Capilla de St. George en el Castillo de Windsor. En los tiempos modernos, el yale es un símbolo heráldico es débilmente asociado con la Universidad de Yale  en Connecticut, pero salvo por el escudo de armas de la Universidad, la mascota de deportes de la escuela es un buldog.

Los Yale o Centícoras tienen unos cuernos muy grandes y flexibles que mueven independientemente en cualquier dirección. Son curvos y aunque miden casi 2,5 metros y es muy difícil quebrarlos, pero pueden lastimar fácilmente y con gran dolor para la bestia atacante. Cuando la bestia lucha siempre mantiene un cuerno apuntando hacia detrás. De esta forma, si el cuerno con el que está luchando resulta dañado, puede volverlo girarlo hacia atrás y atacar con el otro, que estaba protegido apoyado contra el lomo.

Su aspecto y tamaño es de un antílope grande o de un caballo, pero con cola de elefante, mandíbula y colmillos de jabalí. El color de su piel es negro, veteado con líneas de un negro más oscuro a lo largo del lomo. Algunos ejemplares también ostentan una especie de barbita de chivo. Otros naturalistas lo describen con aspecto de cabra o ciervo, pero no se acerca demasiado a la realidad. El único dato curioso que añaden estos naturalistas es que los cuernos tienen una sofisticada articulación dispuesta en un eje con tres planos o superficies que actúan individualmente. El mecanismo es similar al de algunos tipos de rotores. Esta es la explicación de como los Centícoras pueden mover y girar independientemente hacia delante y hacia atrás sus cuernos.

Para distinguir entre dos individuos de esta especie se suelen comparar los cuernos, ya que presentan marcas en espiral únicas de cada Yale. Incluso, para distinguir entre las variedades de Centícoras siempre se tiene en cuenta el tamaño, forma y peso del cuerno, pues es un rasgo prominente que ayuda a la difícil identificación entre las diferentes subespecies.

La subespecie Bedford es delgada, tiene una cola copetuda y su hocico es similar al de un jabalí. Sin embargo, al contrario que la mayoría de sus congéneres tiene los cuernos rectos y bastante más largos de lo habitual. La subespecie Beaufort es más gruesa en cuanto a su estructura y  tiene más apariencia de cabra. Su cuernos son totalmente curvados. Ambos tipos tienen colmillos.

Su gran enemigo es el basilisco Común. Cuando esta serpiente se encuentra  un centícora dormido le pica entre los ojos, haciendo que éstos se hinchen hasta que estallen.

El Catoblepas

El catoblepas es una criatura legendaria de Etiopía. Se dice que tiene el cuerpo de un búfalo y la cabeza de un cerdo. Su cola larga protege a la bestia, y su cabeza siempre está apuntando hacia abajo. Con su mirada fija o con su respiración podía convertir a las personas en la piedra. Se piensa a menudo que el catoblepas está basado en los encuentros con el ñu, tal que algunos diccionarios dicen que la palabra es sinónima de ñu.

Plinio describió el catoblepas como una criatura mediano tamaño, flojo, con una fuerte cabeza y una cara siempre hacia la tierra. Él imaginó que su mirada, así como la del basilisco, era letal, haciendo que la pesadez de su cabeza siempre a nivel del suelo permita afortunado escapar de su mirada.

Claudius Aelianus da una descripción más completa, la criatura era un herbívoro, del tamaño de un toro doméstico, con una melena pesada, estrechos ojos inyectados de sangre, una parte de atrás escamosa y cejas lanudas. La cabeza era tan pesada que la bestia sólo podía mirar hacia abajo. En su descripción, la mirada del animal no era letal, pero su respiración era la venenosa, ya que comía vegetación venenosa.

En La Tentación de San Anthonio (1874), Gustave Flaubert lo describe como un búfalo negro con la cabeza de un cerdo, colgando cerca de la tierra, unido a su cuerpo por un cuello delgado, largo y suelta como un vaciado intestino. Se revuelca el suelo, y sus piernas son ahogadas bajo la gran melena de cerdas tiesas que esconden su cara.

Bonasia / Bonacon

Animal descrito por Plinio el Viejo como un animal como un toro con una crin de caballo y cuernos curvados e inofensivo, pero capaz de defenderse a sí mismos si es atacado emitiendo estiércol que puede llegar hasta 600 m, y que quema al contacto. El humo cáustico de sus excrementos pueden cubrir 3 acres (más de una hectárea) y quema de árboles en su camino. Según el bestiario medieval, el animal vivía en Asia. .

Bison bonasus es en la actualidad el nombre científico de los bisontes europeos, y este probable fue el origen real del animal, cuyos rasgos fueron exagerados en la Edad Media. Al igual que la mayoría de los animales, el bisonte tiende a evacuar al sentir miedo y en el frío del invierno en Europa, su voluminosa carga de estiércol produce vapor impresionante.