Dragones eslavos (1) Introducción.

En la mitología europea, un dragón es una criatura como serpiente. La palabra latina draco viene directamente del griego drakon (serpiente). La palabra de dragón en la mitología germánica y sus descendientes es Worm (en Inglés Antiguo: Wyrm, antiguo alto alemán: Wurm, nórdico antiguo: ormr), que también significa serpiente. En Inglés Antiguo Wyrm significa serpiente y draca significa dragón. En ruso se le llama Zmey (Zmiy, Zmej y Zmij) en el antiguo eslavo eclesiástico.  La mayoría de estas palabras son formas masculinas de la palabra eslava para serpiente. En Rumania y Bulgaria al dragón se le llama Zmeu, todos estos nombres derivan de palabra zmija (serpiente). En Polonia y Bielorrusia la palabra es Smok, que deriva de la palabra indo-iraní que significa tragar. En Eslovenia  y otros países de la ex-Yugoslavia al dragón se le llama Zmaj, y a veces  se usa  una arcaica palabra de origen incierto, Pozoj. En Finés lohikäärme significa directamente «salmón-serpiente», y no hace diferencia entre un dragón y un wyvern.

Aunque el dragón es una criatura alada, generalmente tiene una guarida subterránea, una cueva que la identifica como una antigua criatura de la tierra, que es la fuente de conocimiento, o protectora de los mismos, incluso en el Edén, el conocimiento es tentación; igual los dragones de los cuentos griegos defienden el árbol de vida de las Hespérides. El dragón de la época moderna suele describirse con una respiración lanza fuegos, con escamas y cuernos, una criatura como un dinosaurio, con alas de cuero, con cuatro patas y una larga cola musculosa. A veces se muestra con alas de plumas, crestas, melenas de fuego, y diversas coloraciones exóticas. Los dragones de Asia son largas serpiente, poseen escamas como una carpa, cuernos de ciervo, pies de águilas y melena de plumas; suelen llevar una perla para el control de los rayos. Por lo general, no tienen alas, son símbolos de la lluvia y rigen en los cuerpos de agua (por ejemplo, lagos, ríos, océanos o mares).

La iconografía del dragón eslavo ha combinado las características del dragón chino y el dragón occidental. Los dragones eslavos, aunque muy similares a otros dragones europeos, tienen sus peculiaridades, en la representación tradicional son similares a los wyverns, pero con patas delanteras en vez de traseras. En Ucrania y Rusia, el dragón Zmey es confundido con las hidras griegas, ya que el dragón que posee tres (o más) cabezas, una larga cola que utiliza como arma y un robusto cuerpo; camina en dos patas traseras, tienen mandíbulas mortíferas, poderosos brazos, pero reducidos en tamaño si se las compara con las patas posteriores.

Los dragones en Eslovenia son generalmente negativos en la naturaleza, y suelen aparecer en relación con San Jorge. Otros, probablemente cuentos populares precristianos refieren historias de dragones derrotados de manera similar, como ocurre con el Dragón polaco Wawelsky, envenenado por alimentarse de ovejas de peluche llenas de azufre. Sin embargo, el dragón no siempre es nocivo para el hombre. El mejor ejemplo de ello es el dragón de Ljubljana, dragón benevolente que protege la ciudad de igual nombre. En Macedonia, Croacia, Bosnia, Serbia y Montenegro (antigua Yugoslavia), hay una división entre dos tipos de dragones, el dragón conocido como Zmaj o zmej, considerado como muy inteligente y sabio, poseedor de fuerza sobrehumana, que domina la magia, muy rico (por lo general se le describe como poseedor de enormes riquezas en castillos ocultos en tierras lejanas) y, a menudo, desea a la mujer del hombre, con quien es capaz de tener hijos (como los dragones Chuvash); respira fuego y es generalmente aceptado como un ser muy respetado, y aunque no siempre benevolente, pero nunca como una criatura totalmente maligna. Muchas leyendas hablan de héroes míticos que fueron concebidos por un dragón. Y el segundo es el Aždaja o aždaha (el Ajdaha persa), es la rama mala de estas bestias, se les considera en general una criatura aparte de los dragones y un polo opuesto a ellos en su naturaleza. Es un ser de pura maldad, como una bestia horrible sin razón, generalmente vive en lugares oscuros y hostiles, protege los lugares inaccesibles en cuentos de hadas.

En la mitología y la iconografía cristiana, el famoso San Jorge se describe matando al aždaja/aždaha, y no al dragón Zmey, recordemos que los dragones como Zilant, Gorynych y Tugarin son nombres tártaros, así que matar al dragón maligno que destruye campos y rapta mujeres es realmente la imagen de los pueblos mongoles y islámicos de oriente que luchan y son derrotados por los pueblos eslavos y rusos cristianos. En recuerdo de eso el escudo de Moscú es la imagen de San Jorge matando al dragón maligno.

Dragones eslavos (2) Zmey Gorynych y Zmey Tugarin

En Rusia y Ucrania, los dragones se conocen como, Zmey, estas criaturas por lo general que tiene tres cabezas, de color verde, caminan en dos patas, se le han reducido patas delanteras (como las del tiranosaurio) y escupen fuego como todo dragón occidental. Los dragones Zmey están vinculados a los grandes caballeros medievales rusos (los bogatyr).

Entre estos dragones y sus historias tenemos primero a Zmey Gorynych; las leyendas señalan que Dobrynya Nikitich era un campesino de la Rusia de Kiev. Dobrynya es representado en tradición oral como un mata dragones, un buen músico, jugador de ajedrez, excelente arquero y luchador; conocido también por su especial inteligencia y cortesía. Su madre es Amelfia Timofeyevna, una poderosa hechicera, casada dos veces (primero con terrateniente llamado Dubai, con quien tuvo a Vasilii Buslayevich —otro héroe ruso— y luego a la muerte de su primer esposo con un  mercader llamado Nikita), esta mujer era rica —lógico después de esos maridos— aconsejaba mucho a sus hijos, pero estos rara vez le hacían caso. A Dobrynya le había prohibido ir a las montañas sarracenas (donde habitaban los de fe musulmana) a matar a dragones (pensaría uno que a matar tártaros y mongoles). Dobrynya desobedece a su madre y hace todo lo contrario, y mientras se bañaba en las tibias aguas del río Puchai, sumergiéndose profundo, una sombra oscureció el cielo y luego notó una extraña luz sobre el agua. Cuando sacó su cabeza sobre el agua encontró con una capa de fuego y humo, como nunca había visto antes. Era el dragón Gorynysh. El joven nadó rápidamente hacia el otro lado del río, desgraciadamente, sin su ropa. Una vez en tierra, se encontró el sombrero de sacerdote griego (que era tabú para el dragón), que sabía que podría utilizar como el perfecto escudo y arma. Fue una batalla rápida. El dragón pidió misericordia  —mintió realmente— y los dos hicieron un trato. Nikitich le dice que él nunca volverá a estas tierras a matar a sus hijos, siempre que el dragón se comprometa a nunca más robar o matar a cualquier cosa dentro de las fronteras de Rusia.

La historia parece terminar aquí con todos felices, pero el dragón en sus aventuras captura a Zabava Potyatichna, sobrina del Príncipe Vladimir de Kiev —los hechos señalan a este príncipe en el momento histórico que los pueblos rusos pasan del paganismo a la ortodoxia cristiana, cerca del año 1000—. Cuando Dodrynya llega a Kiev y conoce de los hechos ocurridos y se lamenta de su error. El joven es llevado pronto ante el príncipe Vladimir, quien por palabra de uno de sus Bogatyr, Alyosha Popovich, un hijo del sacerdote de Rostov, señala el trato del joven con el dragón. Nikitich acepta la petición, —a fin de al cabo era un campesino que quería ser guerrero— para ir a rescatar a Zabava. El héroe va de regreso a las montañas con la ayuda de un látigo mágico que le dio su madre, y comienza a luchar contra el dragón. Dobrynya combate a Zmey Gorynych por tres días. En el tercer día de la sangrienta batalla, Dobrynya siente que debe renunciar y correr con su caballo lejos para salvarse, pero una voz le dice que debe permanecer y lucha por más tres horas. Después de esas tres horas Dobrynya logra matar al dragón. Cuando mata al dragón, la sangre empapa la tierra, Dobrynya y su caballo quedan atrapados en la sangre y casi se ahogan, si no fuera por que la voz vuelve a ayudar al héroe diciéndole que introdujera su lanza en la tierra, así la sangre fue tragada por la tierra y Dobrynya logró rescatar a Zabava y a los otros rusos presos en la cueva del dragón. La imagen de este cuento que narra la muerte del dragón es la imagen de la fe cristiana venciendo al paganismo y al islam. La voz que ayuda y estimula al héroe a seguir luchando es vista por la ortodoxia rusa como la voz del dios cristiano quien desde los cielos lo impulsa a seguir luchando contra la adversidad y que no abandone su lucha, porque esta es la lucha de la fe cristiana.

Como Dobrynya era un campesino, no se puede casarse con Zabava, pero luego Dobrynya en sus andanzas conocerá a una joven de  guerrera,  Nastas’ya Nikulichna, Dobrynya disparó tres veces al casco del jinete, antes de que este se percatara del atacante. La guerrera se volvió al atacante, con un lazo lo envolvió y lo metió en una bolsa. Por tres días llevó al cautivo con ella en su caballo, al cuatro día el caballo tropezó y no pudo continuar, Nastas’ya lo sacó de la bolsa y le dijo —si eres mayor que yo te mataré, si eres menor serás mi hermano, si tienes mi edad te convertirás en mi esposo—, aunque Dobrynya no respondió, pero el caballo de la mujer reconoció al guerrero y le dijo su edad.

La boda fue efectuada en Kiev, vino el Príncipe Vladimir y su esposa, la princesa Evpraksiya, tras la boda, la nueva esposa se alojó en la casa de la madre del guerrero, y como toda mujer casada, permaneció en casa. Dobrynya volvió a sus labores como soldado y viajó por varios años, su mujer al no volver pensó que había muerto. Así que decidió volver a contraer matrimonio, cual Odiseo que sabe de pretendientes que rodean a su esposa, Dobrynya regresó presuroso para nunca más abandonar a su mujer.

Hay otras Nastas’ya en los cuentos rusos, una se trata de la hija del rey de Lituania, hermana de  la princesa Evpraksiya, esposa del príncipe Vladimir —en algunas versiones ambas princesas son hijas del Khan Tatar—, cuando Dobrynya acompañaba a su amigo Dunai  Ivanovish a secuestrar a Evpraksiya para llevarla como prometida del príncipe Vladimir, la princesa Nastas’ya decide rescatar a su hermana, pero al alcanzar la comitiva se enamora del joven Dunai, y en la boda de su hermana con el príncipe, ella casa con el guerrero. Poco tiempo después, en una fiesta Dunai declara ser el mejor arquero del reino. Nastas’ya le molesta el comentario y lo reta, cual Guillermo Tell, la joven lanza una flecha sobre la cabeza de Dunai, que tenía su anillo de boda atravesando el aro. Ofendido Dunai repite la proeza de su mujer, está le pide que no continué, que ella está esperando a su hijo, pero Dunai continua y dispara, atravesando el corazón y matando a su mujer. Dunai no soporta el dolor y se mata con una flecha envenenada. Donde ambos murieron surge el río Danubio.  La tercera princesa Nastas’ya es la madre en los cuentos rusos del famoso príncipe Ivan (Juan).

Nuestro segundo dragón es Zmey Tugarin; personifica el mal y la crueldad. Tugarin Zmeyevich tiene muchos nombres diferentes en el folklore ruso, como Zmeyevich Tugarin, Zmey Tugaretin, Zmeishche Tugarishche y otros. Zmey Tugarin es conocido por su duelo con Alyosha Popovich, cuento que tiene muchas versiones diferentes. En la Rusia de Kiev, Zmey Tugarin se convirtió en un símbolo del paganismo y los salvajes peligros de las estepas, siendo luego en versiones posteriores el dragón transformado en la figura de un Khan mongol.

Alyosha (Alexey) Popovich es el más joven de los tres principales bogatyrs de la Rusia de Kiev. Los cuentos orales lo describen como el astuto hijo de un sacerdote que gana al engañar a sus enemigos. Es conocido por su agilidad, sigilo y astucia; es un chico alegre, a veces se describe como un playboy, ocasionalmente pueden ser un mentiroso y un tramposo.

Cuando Alyosha Popovich y su criado, Yekim, llegan a saludar en Kiev al Príncipe Vladimir, se está ofreciendo una fiesta en honor a su esposa. El Príncipe Vladimir ofrece al chico sentarse junto a él, pero Alyosha Popovich se niega por respeto y decide tomar el lugar más bajo en la jerarquía social sentándose junto a la estufa. En la fiesta, Tugarin (un khan mongol según algunos cuentos) insulta al Príncipe Vladimir y a su esposa al no dar las gracias y tampoco rezar a Dios en la fiesta. Alyosha Popovich le molesta la forma en que Tugarin actúa, así que cuenta entonces una historia acerca de la muerte de un perro y una vaca. Tugarin es provocado por esta historia y lanza una daga a Alyosha Popovich. Alyosha Popovich acepta el reto de Tugarin para luchar.

En el campo de lucha, Tugarin silba es como una serpiente y su caballo es relincha como una bestia. El cuerpo de Tugarin se cubre con serpientes ardientes. Así Tugarin representa el elemento fuego. El humo que sale amenaza con ahogar a Alyosha Popovich, mientras son disparados trozos de carbón encendidos contra él. Tugarin también representa el elemento agua, ya que su duelo ocurre cerca del río Safat. Tugarin se transforma finalmente en un dragón y vuela batiendo sus alas. Alyosha Popovich, quien antes de su duelo se encontró con unos peregrinos, estos le dicen que debe orar al señor, así Alyoshe ora por la lluvia, y Tugarin cae a la tierra porque sus alas se mojan. Esto es aprovechado por Alyosha Popovich para dar el golpe mortal en la cabeza del dragón, luego recorta de su cuerpo en pedazos pequeños y los presenta a la corte del príncipe Vladimir. En agradecimiento por descubrir y destruir a la bestia el Príncipe Vladimir ofrece la mano de la joven Zabava y esta casa con Alyosha Popovich. Otra vez la influencia de la fe en el nuevo cristianismo para vencer a los no creyentes. Aunque las historias también hablan de que el chico  hizo intentos de eliminar a Dodrynya del camino para quedarse con su esposa Nastas’ya.

Dragones eslavos (3) Dragones Chuvash

El dragón Chuvash es un antiguo dragón de Volga Bulgaria (un antiguo estado que existió entre los siglos VII y XIII sobre el mar Caspio y el reino de Kazar, que se extendía hacia el norte separando Rusia de los pueblos Tártaros). Estos dragones son anteriores a la influencia islámica en la región, y se diferencian de los dragones serpientes posteriores como el Zilant.

El más conocido dragón Chuvash es Věri Çělen (serpiente de fuego) que asume la forma humana y visitaba a hombres y mujeres en la noche para tener relaciones sexuales con ellos y para producir progenie. Estos dragones son (según el mito) producto de infantes ilegítimos abortados por sus madres.

Las serpientes de fuego, son producto de la metamorfosis de una persona en animal, específicamente en una serpiente, estos licantropos que no transforman en lobos sino en dragones serpientes de múltiples cabezas, al igual que el dragón ruso Gorynych (criatura de múltiples cabezas y que deja una estela de fuego en su vuelo); son espectros malignos, antiguos incubos y sucubos que moraban en los bosques euroasiaticos y que luego tras la influencia de la Persia musulmana degeneraron en los Ajdaha. Como demonios con capacidad de transformarse en serpiente, los cuentos citan también a otro Chuvash, el Arçuri, un demonio de madera que a menudo se convierte en una serpiente, demonio similar al Şüräle (Shurale) (antropomorfa criatura mítica de los cuentos de hadas tártaros).

Según una leyenda, cuando los búlgaros llegaron a fundar la ciudad de Bilär, descubrieron que una gran serpiente vivía en la zona. Cuando se decidió acabar con la serpiente, rogaron por la paz y pidieron a Alá que le diera alas. Una vez que tuvo alas, la serpiente voló lejos de Bilär. Bilär (Bülär) fue una ciudad medieval en Volga Bulgaria que existió entre los siglos X y XIII; situada en la actual república de Tatarstán, la ciudad fue también conocida como «La Gran Ciudad» en las crónicas rusas y entre los siglos XII y XIII fue la capital del estado de Volga Bulgaria. En 1236 la ciudad fue destruida por las hordas de Batu Khan. Luego fue reconstruida la ciudad, pero nunca volvió a ser tan poderosa y grande.

Otra gran serpiente o dragón,  se ha dijo que vivía en la torre del castillo de Alabuğa, (Yelabuga o Elabuga) que era otra ciudad de Volga Bulgaria (hoy en la República de Tatarstán, Rusia), a orillas del río Kama. Aunque los búlgaros adoptaron el Islam desde el siglo X, la serpiente habría sobrevivido hasta el momento de la invasión de Tamerlán (conquistador turco mongol del siglo XIV). La historia del asentamiento se remonta al siglo XI, cuando el castillo en la frontera de Volga Búlgaria fue establecido. El castillo fue abandonado más tarde, y de sus restos sólo queda la torre,  ahora conocida como Şaytan qalası (Torre del Diablo), seguro un recuerdo de la existencia del dragón que vivió  bajo sus murallas.

Dragones eslavos (4) Zirnitra, Zir, Rosvodiz

En la mitología eslava, el politeísmo era practicado por los eslavos antes de la cristianización. La mitología eslava posee numerosos rasgos comunes con otras religiones descendientes de las religiones indoeuropea. Entre sus muchos dioses menores, Zirnitra, o Zir, nombrado también Rosvodiz, toma la imagen de un dragón negro, el nombre Zirnitra significa literalmente facultado por arte de magia (mago). La magia, que a veces es conocida como brujería, es un sistema conceptual que sostiene la capacidad de controlar o predecir la naturaleza a través de misticismo, paranormal o medios sobrenaturales. Zirnitra era por tanto un dios de los cambios, puente entre este mundo y el otro; y como dragón, un mediador entre el cielo y la tierra. Su color negro lo asocia a otros dragones eslavos, como el  dragón turco Zilant, de negro cuerpo y rojas alas.

La imagen de Zirnitra fue empleada en las banderas de los pueblos de Wends (palabra utilizada en las lenguas germánicas para identificar a los eslavos que viven cerca o dentro de zonas de asentamiento de pueblos germánicos)  que lucharon contra los invasores sajones.

Dragones eslavos (5) Smok Wawelski

El dragón más famoso de Polonia, bien conocido por todos los niños polacos, es el legendario Smok Wawelski. Esta es la historia de cómo la bestia se reunió con su terrible final y la forma en que la ciudad de Cracovia obtuvo su nombre.

Hace algunos siglos, en los albores de la historia de Polonia, vivía en una cueva oscura, a los pies de la colina Wawel, a lo largo de las orillas del río Vístula, un horrible dragón que eructaba fuego. A diario arrasaba los campos y amenazaba a los aterrados habitantes de Cracovia. Él mataba inocentes, devorado sus animales domésticos y saqueando sus pertenencias. Su comida favorita eran los niños pequeños y si encontraba uno, se la tragaba tan rápido como podía. Nadie pudo impedir que sus horribles acciones. En vano los más valientes caballeros del reino intentaron vencer al voraz dragón. Una y otra vez, incluso antes de que pudieran sacar sus espadas, la inmensa de fuego de la boca de la bestia los incineraba. La gente vio cómo uno tras otro como los niños y más valientes caballeros del reino caían ante Smok Wawelski.

El Rey de la ciudad de Cracovia, muy preocupado por la situación trágica en la ciudad, envió a sus heraldos a lo largo y ancho de anunciar a las Casas Reales y de los reinos de Europa que aquel que matara al dragón como recompensa podría casarse con su hija y se gobernar su trono después de su muerte. Muchos grandes príncipes y valientes caballeros de toda Europa Central, alentado por la oferta y la legendaria belleza de la hija del rey, rápidamente se presentaron para asumir el reto, pero no pudieron contra el dragón. Pasó el tiempo y el flujo de aventureros y audaces combatientes eventualmente se volvió mínimo, y aún así el dragón acababa con los campos y las gente. Fue un tiempo oscuro para Polonia.

El rey se entregó a la desesperación, mientras que la hija del rey, Wanda, lloraba. Después de todo, no podía esperar a llegar casarse si el dragón mataba a todos sus pretendientes. El dragón asolaba el campo de manera constante y convirtió en más pobres a los más pobres. Una fría mañana, un joven muchacho llamado Krak campesino y aprendiz de zapatero (en otras versiones se la conoce como Skuba Dratewka), se presentó en las puertas del palacio. Había ofrecido sus servicios valientemente antes de este momento, pero había sido rechazado cuando había otros más nobles voluntarios. Una vez más los cortesanos se burlaron y señaló en sus zapatos de tela y su ropa hecha jirones, pero por ahora el Rey estaba desesperado y aceptó la oferta del joven y humilde campesino.

No es de extrañar que el único miembro de la corte que puso  toda su fe en el aprendiz de zapatero fue la dulce princesa. Para ella, él era fuerte, apuesto y bien educado para ser un simple campesino, y era claramente evidente para la princesa que se trataba de un hombre de honor. Ahora este aprendiz llamado Krak no poseía una espada, por no hablar de una armadura, no andaba en blanco corcel o poseía nada del equipo esencial para un caballero andante. Lo que tenía era inteligencia e inusuales habilidades culinarias y mucha astucia.

Lo primero que hizo Krak fue volver a su tienda para prepararse para la batalla. Cuando el pueblo lo vio se burlaron de él y cruelmente hicieron bromas de que sería la siguiente comida para Smok Wawelski. Pero Krak sabía que el pueblo cantaría una melodía muy diferente sobre él después de matar al dragón. Krak entró en su tienda y dejó de lado la antorcha, tomo algo de comer y a continuación se preparó para dormir. Más tarde esa noche se levantó y salió, tomando la antorcha y otros suministros con él. Krak se deslizó en silencio a la cueva del dragón. El Dragón no estaba allí, por lo que podía explorar la cueva y la vio cubierta de huesos y del tesoro que había reunido Dragón. Se escondió detrás de una roca y esperó a que volviera al dragón.

Smok, cuando regresó, él miraba en silencio el dragón detrás de la roca, y ver el dragón codicioso volver con un carnero gordo en sus garras tuvo una idea muy buena. Krak volvió a casa con un plan. Buscó el libro de recetas de su familia, se preparó un menú: tres ovejas asada que relleno de todas las especias y hierbas más populares que pudo poner en sus manos. Luego rellenó las entrañas con mucho azufre y cosió el estómago de las ovejas. La noche siguiente, a la luz de la luna, que se infiltró en la boca de la cueva del dragón y dejó los sabrosos bocados.

Cuando llegó el amanecer, El dragón salió de su cueva y se encontró lo que parecía ser unas jugosas ovejas durmiendo allí. El dragón, pensando que se trata de un agradable regalo, y siendo tan codicioso, como estúpido, las tragó en el centelleo de un ojo. Muy pronto comenzó a sentir una enormemente sed. Cuando el azufre y las especias llegaron a su estómago se encendió, corrió el dragón a saciar su sed furiosa. Rápidamente llegó al río Vístula y bebió … y bebía … y bebía … La garganta y el estómago quemaban tanto al dragón que tragó la mitad del río Vístula, pero el estómago mantenía la hinchazón e inflamación, y finalmente explotó, causando la muerte del dragón y liberando a la ciudad y los alrededores de su control de terror.

El aprendiz de zapatero se casó con la hermosa hija del rey, la dote fue el tesoro que había robado el dragón en la cueva, y después de la muerte del monarca, ascendió al trono. El pueblo rescatado de las garras de Smok, el dragón de  la colina Wawel, tomó el nombre del campesino para su ciudad, y lo lleva hasta el día de hoy con gran honor, Cracovia, antigua capital de Polonia.

En 1970 una escultura de metal del dragón Wawel diseñado por Bronislaw Chromy se colocó a Smok Wawelski en las cavernas bajo el castillo de Cracovia; personas de todo el mundo vienen a visitar a su estatua y escuchar su historia. Este estilizado dragón con seis patas, es la diversión de los niños, respira fuego ruidosamente cada pocos minutos, gracias a una boquilla  de gas natural instalado en la boca de la escultura.