Grandes Cuentos de Hadas (8) Las aventuras de Jack y de Pulgarcito

Jack, es un nombre ingles, usado normalmente como diminutivo de John (Juan), que deriva del latín Iohannes y el griego Ioannes; y este del hebreo Yohanan (bendecido por Dios); pero que en español podemos traducir simplemente como Juancito o Juanito. Jack es también vinculado al apellido Jackson (hijo de Jack); a los nombres: Jacobo (Jacob), James (Jaime), Jake, Jay, Jaci y su forma diminutiva Jackie es usada para el masculino Jack, como para el femenino de Jacqueline (Jacquelyn).

Este personaje aparece como nombre propio del héroe de varios cuantos infantiles, muchos de origen anglosajón; aunque en algunas versiones el héroe niño no tiene nombre o se le da el sobrenombre de Pulgarcito o de Tom Thumb (Tomas Pulgar). Lo común de todos estos cuentos es que tenemos a un chico que solo (o con ayuda de seres mágicos) vence a un terrible ogro o gigante. A continuación tenemos los cuentos más conocidos de este tema:

Jack (Juan/Periquín) y las habichuelas (frijoles) mágicas/os

Joseph Jacobs (1854-1916) fue entre muchas cosas un historiador ingles y escritor de cuentos folklóricos; y su versión de esta historia es la más conocida y completa. En ella se tiene que Jack es un joven que vive con su madre viuda. Su único medio de ingreso es una vaca. Cuando la vaca deja de dar leche, una mañana, la madre de Jack lo envía al mercado para vender la vaca. En el camino hacia el mercado se encuentra con un anciano que se ofrece a darle unos ‘frijoles mágicos’ a cambio de la vaca; trato que Jack acepta. Jack llega con los granos a casa, pero su madre se enfurece por haber sido tan idiota y que lo han engañado, arrojando los granos por la ventana y enviando a Jack a la cama sin cenar.

Mientras Jack duerme, los granos se convierten en una gigantesca planta de frijoles. Jack sube por el tallo a la mañana siguiente y llega en una tierra en el cielo, donde sigue un camino a una casa, que es el hogar de un gigante. Él entra a la casa y le pregunta la esposa del gigante por comida. Ella le da de comer, pero el gigante regresa y siente la presencia de un ser humano es en los alrededores:

Fee-fi-fo-fum!I smell the blood of an Englishman.Be he live, or be he dead,I’ll grind his bones to make my bread.’ fa, fe, fi, fo, fuuuu!Huelo la sangre de un inglés.Sea vivo, o sea muerto,Voy a moler sus huesos para hacer mi pan.

Sin embargo, la esposa del gigante esconde a Jack y el chico escucha el gigante contando su dinero. Jack roba una bolsa de monedas de oro y escapa por el tallo. Jack repite su viaje por el tronco de las habichuelas gigantes dos veces más, cada vez es ayudado por la mujer del gigante.

La segunda vez, se roba una gallina/gansa que ponía huevos de oro y la tercera un arpa mágica que toca por sí misma. Esta vez, él está casi atrapado por el gigante que lo sigue hasta el tallo. Jack llama a su madre por un hacha y corta la planta de frijoles, matando al gigante al caer. El fin de la historia tiene a Jack y su madre viven felices para siempre con sus nuevas riquezas.

El gato con botas

Aunque el cuento proviene de tierras italianas, del escritor Giambattista Basile; es la versión francesa de Charles Perrault la más conocida, seguida de la versión alemana de los Hermanos Grimm. El cuento empieza con tres hermanos que se reparten la herencia del padre, un molinero. El mayor obtiene las tierras y el molino; el mediano recibe las mulas y el ganado; pero al más joven sólo recibe un gato. Pero este gato se propone hacer fortuna a su joven amo, y en vez de que use su piel para hacer unos guantes, le pide que le fabrique unos calzados para él.

Vestido con sus botas, el gato inicio sus planes y cazó perdices, conejos y otras criaturas; estás eran entregadas al rey por el gato en nombre de su amo el Marqués de Carabas. Al poco tiempo el rey quiso conocer a este noble señor que le regalaba tan finas piezas de cacería. Parte con su hija y va a conocer al marqués. El chico que no sabía que hacer, ya que apenas si tenía ropas para vestirse se asusta, pero el gato le dice que se desnude y se meta al río. Cuando el carruaje pasa el gato detiene el carro y pide ayuda; señalando que unos ladrones han robado a su amo.

El rey y su hija rescatan y visten al joven; mientras el gato se adelanta. Por el camino el gato va pasando por distintas tierras, que eran de un terrible ogro y les dice a los trabajadores que digan al carruaje que pasa que son las tierras del Marqués de Carabas. Con la promesa de liberarlos del ogro, los pobladores aceptan y por donde pasa el carruaje el rey pregunta de quien son las tierras y ellos respondes del marqués. El rey se emociona por la riqueza que observa.

El gato llega al castillo del ogro y sabiendo que es un cambiaformas le pide que le muestre su poder. En poderosas bestias se transforma el ogro, pero el gato le reta a transformarse en algo pequeño como un ratón; el ogro se transforma y rápidamente es devorado por el gato. Cuando llega el carro real al palacio el gato sale a recibirlo en nombre de su amo; el rey ya maravillado por la riqueza del joven marqués le permite tomar a su hija en matrimonio.

Jack el mata gigantes / El Sastrecillo Valiente

Un joven sastre cuando se dispone a comer un pan con un poco de mermelada un grupo de moscas se pasan sobre el pan y este en un rápido movimiento mata a siete de ellas de un solo golpe. Inspirado por la idea se hace un cinturón donde escribe: «Siete de un golpe«. Y se pone en marcha en busca de fortuna.

En su camino se encuentra con un gigante, que asume que «Siete de un golpe» se refiere a siete hombres. El gigante desafía el sastre, quien con su ingenio lo engaña en tres pruebas que impone. Al final el gigante lo invita a su casa y tras comer se van a dormir; en la noche el gigante golpea la cama con un pesado hierro, pero el sastre, que era muy pequeño para la cama se había ubicado en uno de los extremos; resultando ileso; cuando en la mañana se levanta y los gigantes lo ven tan campante, huyen atemorizados.

El joven sigue su camino y llega a un reino donde, por sus hazañas, es contratado como soldado. Los demás soldados temen al sastre y plantean renunciar si este sigue aquí. El rey le propone al sastre que acabe con dos gigantes que asaltan su reino a cambio de la mitad del reino y la mano de su hija. El sastre acepta y en el bosque, mientras los gigantes duermen, se sube a un árbol cercano y les lanza piedras, provocando que se peleen entre ellos hasta matarse. Vence así la primera prueba, pero el rey no esta muy convencido, pone dos pruebas más, la primera vencer a un unicornio salvaje y la segunda a un jabalí terrible; en ambas circunstancia el sastre vence y el rey tiene que ceder a su promesa.

Pulgarcito (versión de Charles Perrault) y el cuento de Hansel y Gretel

El Pulgarcito francés recuerda a otra historia alemana de niños abandonados, Hansel y Gretel. En ambas historias los niños (Pulgarcito y sus hermanos, y Hansel y Gretel) son hijos de pobres leñadores a quienes los padres no pueden alimentar. El padre decide abandonar a los niños en el bosque y lleva a los niños al bosque. La primera vez Pulgarcito (al igual que Hansel) va dejando piedras por el camino y los niños logran regresar a casa. La segunda vez usan migas de pan, no hubo tiempo para recoger piedras, o es lo que la madre o le padre les dio para el camino. Pulgarcito y Hansel usan el pan dado por su madre para marcar el camino. Los pájaros se comen los trozos de pan y los niños se pierden.

Mientras Hansel y Gretel llegan a una casa de chocolate donde habita una bruja, que los atrapa y pone a engordar para luego comérselos; Pulgarcito y sus hermanos llegan a la casa de un ogro; que los captura para comérselos. En Hansel y Gretel es la chica la que logra engañar a la bruja para que se meta en el horno, indicando que no está caliente; y la bruja al entrar es empujada por la chica. Tras la muerte de la bruja recogen los tesoros de la misma y regresan a casa con los padres y todos felices.

En Pulgarcito, por su pequeño tamaño, logra escapar con ayuda de la mujer del ogro, roba unas botas mágicas con las que recorre rápidamente la distancia al palacio del rey y regresa con soldados que matan al ogro. El rey recompensa a Pulgarcito por su ayuda y él y sus hermanos regresan con sus padres.

Pulgarcito (versiones de los Hermanos Grimm y de Joseph Jacobs)

La versión alemana de Pulgarcito y su equivalente ingles (Tom Thumb – Tomas Pulgar) empequeñece al chico aún más, ya no es el último y pequeño de los hermanos; ahora es un hijo único de unos campesinos. Por acto milagroso, la mujer que no podía tener hijos tiene un niño que no es más grande que el pulgar de su marido. De ahí su nombre. El chico nunca creció más que el tamaño del dedo de su progenitor; pero aún con su minúsculo tamaño intenta ayudar a sus padres, su inteligencia y curiosidad lo meten en muchas aventuras en las que lucha contra ladrones, gatos, y otras.

El final depende de las versiones, en uno de los dos cuentos de los Hermanos Grimm, Pulgarcito regresa tras sus aventuras con sus padres para nunca dejarlos otra vez. En la segunda versión Pulgarcito en sus aventuras termina en el palacio del rey, pero las intrigas del gato lo anteponen al rey, quien lo acusa de intentar envenenarlo. Pulgarcito huye con la ayuda de una polilla al reino de las hadas y los duendes. En la versión inglesa de Joseph Jacobs, aunque Pulgarcito logra demostrar su inocencia entre el rey, perece por el ataque posterior de una araña.

Este Pulgarcito minúsculo en tamaño tiene una versión femenina; un poco a la segunda versión de los Hermanos Grimm. De la pluma del danes Hans Christian Andersen tenemos que al igual que Pulgarcito, una mujer tiene una niña del tamaño de un pulgar. Como su equivalente masculino, Pulgarcita tiene distintas aventuras en el mundo del nivel del suelo; y se mete en distintos problemas. Al final un topo se antoja de la niña para hacerla su esposa, y Pulgarcita huye con ayuda de una golondrina herida que ayudó a curar y que la lleva al reino de las hadas, donde desposa finalmente a su rey.

Juan Sin Miedo

La historia de los Hermanos Grimm original lleva por nombre ‘Historia de uno que hizo un viaje para saber lo que era miedo’; que fue simplificada a la versión de ‘Juan Sin Miedo’. Ambas versiones comparten que se trata del segundo hijo de un labrador; mientras el primero es listo y algo cobarde; el segundo es bruto y no entiende el concepto del miedo. Para averiguar que significa el hijo menor inicia un viaje donde se encuentran con bestias salvajes, magos, brujas, ogros y fantasmas, pero ninguno le causa miedo.

Al final sus aventuras terminan cuando, por su incapacidad de sentir miedo, desencanta un castillo y hereda la mano de la princesa del reino. Es la esposa que le enseña lo que desea saber, cuando una noche, mientras el chico duerme lo baña con agua fria, despertandolo de improviso y entendiendo lo que son los escalofrios.

Jack y la muerte

Uno de los últimos cuentos importantes de Jack es su relación con la muerte. Está historia muestra distintas versiones, la versión rusa más conocida es ‘El soldado y la muerte‘; e incluso la versión inglesa ‘Jack y la muerte‘ tiene dos finales. En todas las versiones el héroe debe evitar que la muerte se lleve a alguien, sea la madre (versión inglesa) o a él mismo (la rusa). Para ello Jack, a semejanza de los cuentos árabes del genio encerrado en la lampara, Jack engaña a la muerte para que demuestre su poder entrando en un saco, frasco o otro objeto de menor tamaño, encerrándola. Este acto trastoca el mundo natural y ya nada muerte, e impera el hambre.

El héroe suelta de su encierro a la terrible parca, entendiendo que para que exista la vida debe existir la muerte. Los finales son dos, el primero Jack no puede impedir que la muerte se lleve a su madre u otro ser querido; la segunda es que la muerte, después de su encierro no le gusta estar cerca de Jack y lo deja vivir, y a su madre, un poco más de lo esperado.

Las principales historias

Las aventuras de Jack

Las historias de Pulgacito

Otras historias de niños y ogros

Cuentos vinculados a la Muerte

Simbolismo de estos cuentos

A diferencia de los cuentos de hadas tradicionales, que terminan en boda, en estos cuentos (salvo ‘El gato con botas‘, ‘Jack el mata gigante‘, ‘Juan Sin Miedo‘ y ‘Pulgarcita‘) el protagonista no se casa, simplemente regresa al hogar con sus padres, quienes siempre son personas muy pobres. Si descontamos a Pulgarcita y a Hansel y Gretel, el protagonista es siempre un niño. Un niño que es descrito inicialmente como travieso, irresponsable, flojo y tramposo. En el caso de tener hermanos, es este chico, el más pequeño de todos, y es quien salva a sus mayores y a su familia de la pobreza. Este cuento tiene una versión un poco más antigua; en la Biblia una de las historias más conocidas es la de José y sus hermanos. José el menor de los hijos es amado por sus padres y por ello despreciado por sus hermanos mayores, que lo venden a mercaderes y le hacen creer a su padres que el niño a muerto. En su exilio José se supera y termina convirtiéndose en virrey de Egipto; y desde esa posición salva a su familia de la hambruna; perdonando a su hermanos mayores y volviendo con sus padres.

En todos estos cuentos Jack y Pulgarcito deben derrotar con astucia a un gigante, un ogro, fantasmas o un mago; en todos los casos la muerte del villano trae al héroe la riqueza para su familia. Como todo cuento, estos preparan al niño para su rol en la vida. Dejarse de juegos y convertirse en hombre es parte del crecer. Jack y Pulgarcito aprenden a ser responsables, de ellos depende el futuro de su familia, aunque todavía no superen la ida del hogar. Así como Caperucita Roja nos advierte de los peligros del paso de niña a mujer, las historias de Jack nos hablan del paso del niño a hombre; de dejar el seno de la madre y ser independiente.

Si revisamos la primera historia (Jack y las Habichuelas Mágicas) tenemos a un chico que encuentra en su madre alguien que ha dejado de proveer; la madre como la vaca ya no dan leche, alimento y por tanto el chico no ven en la figura materna ese icono que da vida y calor. Por el contrario la madre es un ser castrante, que castiga a Jack por dejarse engañar, y que lo impulsa a robar (el robo del oro su primera vez); cuando este oro se acaba, busca la fuente del mismo y roba a la gallina/ganso de los huevos de oro; y finalmente roba el arpa mágica para su puro placer. En el otro extremo tenemos a Hansel y Gretel, cuyos padres ya no proveen; en el cuento ambos niños sienten que sus padres los mataran de hambre al abandonarlos en el bosque, por ello Hansel hace todo lo posible para evitar tal hecho y poder regresar al hogar. Al final sus esfuerzos son inútiles y perdidos terminan llegando a una casa hecha de dulces, el sueño de todo niño; satisfacen así su hambre. En esta versión la madre presiona al padre para que abandone a los niños; y la mala del cuento es una bruja. Entre estos dos cuentos la imagen de la madre/bruja empuja a los niños a dejar la idea de que la madre provee. Sin embargo hay otra figura materna o femenina que implica lo contrario, en ‘Jack y las Habichuelas Mágicas‘ la mujer del ogro ayuda al chico contra su marido, igual ocurre con el ‘Pulgarcito‘ del cuento francés; y es la niña Gretel la que salva a su hermano Hansel de ser devorado por la bruja. Así la mujer no es un personaje totalmente negativo, sino que también puede ser un ser positivo.

El papel del padre varia y su significado a lo largo del cuento también. En las distintas historias de Jack (Jack y las Habichuelas Mágicas, Jack mata gigantes y jack y la Muerte) no hay padre, o este expulsa o abandona a sus hijos; en las diferentes historias de Pulgarcito el padre y la madre ayudan a su hijo; en ‘Hansel y Gretel‘ el padre se alegra cuando sus hijos regresan finalmente y se ha separado de la mala madre. Pero hay otra figura masculina no tan bien recibida; el ogro y/o el gigante son también una representación de la figura paterna. Un ser que devora niños; como el dios Cronos a sus hijos, quien es el primer ogro. Aquí el ogro/gigante representa la figura que el niño debe superar para recobrar el amor de su madre. Cuando Jack corta la rama de las habichuelas mágicas y mata al gigante, se vuelve un hombre, es su primera acción que no fue fruto de la presión materna. La muerte del ogro/gigante implica la recuperación del amor materno. En la versión ‘femenina’ de Hansel y Gretel, es la muerte de la bruja/mala madre lo que permite a los niños volver con el buen padre; es evidente en estos cuentos el complejo de Edipo (en el caso del niño) y de Electra (en el caso de Gretel).

En ‘El gato con botas‘ el niño se mueve impulsado por fuerza mayores que él. No hay un crecimiento propio, cede ante los deseos del gato, de que le compre unas botas y guantes, cede ante las ordenes del gato de que se desnude y se lance al río y finja que había sido robado; y es el gato, y no el chico, quien mata al ogro para quedarse con sus riquezas. Es el gato quién lo ha manipulado desde el principio; por ello el cuento termina en boda, como todo cuento clásico, ese es el final feliz; pero a diferencia de Cenicienta, Blancanieves e incluso la Bella Durmiente, nunca hubo un aprendizaje propio.

En la versión de ‘Jack el mata gigantes‘ tenemos al David y Goliat en los cuentos de hadas; inspirado en mitos nordicos tales como los del dios Thor asesino de gigantes, o incluso en historias celtas como las historias de los caballeros del rey Arturo. Jack representa una versión simplificada; demostrando que la inteligencia es más grande que la fuerza bruta; un hecho común en todos estos cuentos. El gato engaña al ogro para que se vuelva pequeño y pueda devorarlo; Gretel engaña a la bruja para que se meta al horno; el Pulgacito de los Hermanos Grimm engaña a ladrones y Jack mata gigantes engaña a los gigantes para que se peleen entre si hasta matarse. Con estos cuentos se señala que a veces la respuesta a problemas que parecen imposible son las más simples.

Juan Sin Miedo el personaje no es listo, ni astuto, como en todos los casos anteriores, es su inocencia lo que le permite salir adelante; es el desconocer un  hecho, que para todo el mundo es conocido, pero no entender el concepto del miedo es lo que le permite superar las pruebas. Al final es la esposa lo que le enseña lo que tanto ha deseado comprender.

Mención aparte merece ‘Jack y la muerte‘. Este cuento es una forma de enseñar a los niños el concepto de la muerte. Para los niños la imagen de la muerte, más cuando se lleva a un ser querido es muy difícil de explicar; y dejar de ser niños implica muchas veces comprender este duro concepto. El engañar a la muerte es un mito muy antiguo; desde el héroe babilonio Gilgamesh que busca la hierba de la inmortalidad, hasta Orfeo que desciende a los infiernos para recuperar a su amada; todos son mitos que narran el intento de burlar a la muerte. Incluso en su séptimo libro ‘Harry Potter y las reliquias de la muerte‘ tenemos el cuento de ‘Los tres hermanos‘ que tienen el mismo tema, engañar a la parca. Otras historias menos evidentes son los cuentos árabes y orientales donde un hombre descubre que la muerte lo está buscando, pide ayuda al rey, mago u otro ser con poderes para huir de tal destino; siendo llevado a un sitio muy lejano; pero es justamente ese cambio de lugar lo que la muerte misma no entendía, ya que cuando le pasaron la orden de buscar el alma, está estaba muy lejos de donde ella se hallaba.

Aunque es la trampa, el engaño y la astucia lo que ayuda al joven héroe a vencer a seres más grandes que él; en alguna de estas historias aparecen algunos elementos mágicos; en ‘Jack y las habichuelas mágicas‘ tenemos la existencia de una gallina o una gansa que produce huevos de oro. La primera noción de algo similar se remonta a las fábulas de Esopo; en la fábula un campesino tiene una gallina con igual poder, pero el campesino mata a la gallina para descubrir que tiene dentro, matando así la fuente de su riqueza, la fábula nos habla de que la codicia es mala consejera. Con Jack pasa algo similar, el primero roba el oro, pero eso no le basta, roba la fuente del oro (la gansa), y tampoco le basta, es cuando roba el arpa mágica que el gigante lo descubre y casi pierde la vida en ese intento que se detiene en sus malas acciones (el robar).

Otro elemento mágico es el arpa encantada, que se toca sola. Hay cuentos de instrumentos mágicos que al ser tocados parecen que tocan solos. La historia de Orlando y su arpa encantada, con brujas y descenso a los infiernos para recuperar a su mujer, no es sino la versión llevada a cuento del mito de Orfeo y Euridice. El sonido del arpa de Orfeo podía vencer a la más terribles bestias, pasar por encima del canto de las sirenas y dormir al perro de los infiernos. En algunas versiones de ‘Jack y las habichuelas mágicas‘, el arpa a veces ayuda a Jack, durmiendo al gigante con su canto, el paralelismo entre ambos objetos es evidente.

En Pulgarcito aparecen unas botas mágicas, las famosas botas de siete leguas, con cuyo paso se recorren distancias increíbles. Las botas mágicas provienen de la tradición rusa, en muchos de sus cuentos el héroe debe recorre distancias inmensas en tiempos muy cortos. En los mitos, Perseo debe regresar del lugar en el fin del mundo donde mato a Medusa, para rescatar a su madre, y para ello usa las veloces sandalias aladas del dios Hermes. El calzado fue en primera instancia una separación de clases, los pobres y esclavos iban descalzos. Las botas tienen un significado de poder, siempre fueron el complemento de los soldados. Poseer botas implicaba ser rico; el ogro tiene unas botas, pero que roba Pulgarcito; así el chico, al igual que el Jack de las habichuelas mágicas; roba el mayor tesoro del gigante/ogro; y con ello el chico cumple sus sueños de libertad y crecimiento. Muchos dichos populares hablan del calzado, ‘morir con las botas puestas‘ alude al valor de la persona; ‘ponerse en los zapatos de otro‘ implica aprender a respetar la labor del otro; ‘ponerse las botas‘ hace alusión a volverse rico (recordemos que el pobre no tiene calzado); no es casualidad que Pulgarcito y otros héroes roben las botas de siete leguas; implica un crecimiento, no sólo en el valor, sino en la riqueza personal.

En estos cuentos no se hace uso de armas, salvo la inteligencia y la astucia. Pero en algunos cuentos aparecen los cascos y/o capas de la invisibilidad. Herederos del casco del dios Hades, con el cual podía recorrer el mundo sin ser visto; estos objetos son complementos que ayudan a los héroes a cumplir sus trabajos, reduciendo los peligros del mismo. Son elementos para ocultarse del peligro, así como a ver y descubrir secretos. En cuentos rusos la adquisición de tal objeto es parte de superar pruebas; por lo general se vincula a haber adquirido un aprendizaje, el de ser humilde; recordemos que el primer dueño de tal objeto es el dios Hades, señor de los muertos, por tanto, la conciencia de la muerte es un primer aprendizaje que todo héroe debe aprender; no basta tener valor y fuerza; se requiere, inteligencia, astucia, pero sobre todo prudencia y humildad. Ninguno de los héroes presume sus actos, otros lo hacen por él y lo ponen a prueba para demostrar su valor. Jack el mata gigantes, nunca dijo que había matado gigantes, fueron los demás lo que lo creyeron. Juan Sin Miedo sólo desea conocer esa emoción desconocida, son los otros lo que lo impulsan a hacer actos de valor, pero que él no asocia con su opuesto, el miedo; es como para un hombre tratar de entender el acto del nacimiento que es algo únicamente femenino; o para un ciego que nunca a visto la luz entender los conceptos de los colores.

Grandes Cuentos de Hadas (9) La Bella y la Bestia

Hace casi dos años inicie está serie, pero el colapso de la computadora y la perdida de mucha de la información me dio tanta rabia que simplemente la deje de lado y seguí con otros temas. Aunque no pretendo terminar estos temas en las próximas entradas, si voy a retomar poco a poco estos clásicos de la literatura infantil y a lo largo de lo que queda del año tratar de culminar esta serie, cuyo inicio se dio con ‘Caperucita Roja’ y finalizara con el más grande cuento de hadas.

Los clásicos de los cuentos de hadas suelen terminar con un beso; ‘Blancanieves’ y la ‘Bella Durmiente’ despiertan de su sueño de muerte por un beso y la ‘Cenicienta’ es rescatada de su infierno cuando el Príncipe soñado le calza la zapatilla encantada. En todos estos cuentos el novio pasa por distintas pruebas para llegar a la amada; nadie duda de su amor por la joven, desde el Príncipe de Blancanieves que recorre los bosque y lucha contra osos y otras bestias hasta llegar a la joven enterrada en el ataúd de cristal, pasando por el Príncipe de la Bella Durmiente que atraviesa campos de espinosa zarza ardiente, o el Príncipe de la Cenicienta que recorre casa por casa, pueblo por pueblo buscado a la chica de la zapatilla de cristal. En todas estas versiones el cuento termina en este punto. La chica que aprendió todo lo que pudo en su destierro en el bosque con los enanos (gnomos); o al cumplir los dieciséis años y se vuelve mujer es sumida en un sueño por cien años y sólo puede esperar, el único conocimiento que le falta a la joven durmiente es el se volverse mujer; o todo los castigos y vejaciones a la que fue sometida Cenicienta terminan en ese instante y tenemos la celebre frase ‘viven felices por siempre‘.

Pero a nadie le importa si la joven realmente ama al Príncipe (salvo en el caso de Cenicienta), las otras dos simplemente se despiertan y ahí está la solución de su vida, el hombre perfecto que la va a amar y proteger; no importa nada más. Ella ni siguiera puede opinar si el chico es de su agrado, si le gustaría que fuera rubio, moreno o pelirrojo; más alto, o más bajo; más delgado o del tipo deportista, no importa si es un asesino de dragones, o simplemente un muñeco de torta cuya función es decorativa en el gobierno de su país; nada de eso importa, ella como en antiguas tradiciones es entregada a su futuro esposo, le guste o no; es simplemente un arreglo al cual ella debe cumplir, y de paso sonreír.

La Bella y la Bestia entra en otra etapa de la historia; no nos cuenta en noviazgo y las campanas de boda; nos habla de lo que ocurre después, cuando la chica llega al hogar donde vive su marido; de la noche de boda y de lo que ocurre en la cama; del día a día con el mismo ser con que se ha casado. Y en esta etapa el compañero de vida resulta ser una bestia, un monstruo cuya apariencia hace temer a todos los que lo contemplan. La chica es entregada a la bestia por su propio padre; en pago y compensación; como en las culturas tribales donde el padre de la joven ‘vende’ a su hija y el futuro marido ‘paga’ una dote por ello.

Aunque existen muchas versiones, la más conocida es la de escritora francesa Jeanne-Marie Leprince de Beaumont (1756), una versión muy abreviada de la original novelada de otra coterránea Gabrielle-Suzanne Barbot de Villeneuve (1740). Siendo la versión de Beaumont en forma de cuento la versión que goza de mayor fama y es la base de casi todas las versiones o adaptaciones posteriores.

La versión de Beaumont

En la versión clásica más famosa tenemos a un rico mercader que tenía tres hijas. Dos de ellas eran presuntuosas y vanidosas, y la menor, a la que por su belleza llamaron Bella, era, sin embargo, humilde y bondadosa (aquí no hay mucha diferencia con la Cenicienta). Muchos pretendientes tuvieron las tres chicas, y mientras las hermanas mayores rechazaban con desplantes a los pretendientes, Bella los atendía y rechazaba cortésmente. Al igual que en Cenicienta, el mercader pierde su fortuna y con ella el interés de los pretendiente en las chicas. Un día llega la noticia de que un barco del mercader a regresado a puerto con mercancías y él parte al puerto para ver si es cierta tal fortuna. Las hijas mayores piden joyas y vestidos, y Bella señala que le basta con una rosa. Pero apenas con lo llegado pudo pagar las deudas acumuladas y regresa a casa descorazonado. Atrapado el mercader en una tormenta encuentra refugio en un castillo que parece deshabitado. En el sitio come, bebe y pernocta y al despertar, antes de retirarse ve en el jardín un hermoso rosal y decide llevarse una rosa para Bella. Apenas corta la rosa aparece el señor del castillo y resulta ser una bestia que le señala que tras haberle dado: comida, bebida, cama y ropas limpias, todavía se atreve a robarlo; y ello se paga con la muerte.

El mercader explica su motivo y pide perdón; la bestia le perdonara la vida con la condición de que una de sus hijas ocupe su lugar. Al llegar a casa entrega la rosa, explica los hechos en el puerto y lo ocurrido en el castillo, y su promesa de enviar a una de sus hijas. Bella comprendiendo que es la responsable del robo decide aceptar y cumplir el trato, ante el dolor de su padre. Bella viaja con su padre y al llegar al castillo donde espera su muerte se despide de su padre, y este regresa a su casa con la amenaza de la bestia de no volver nunca más. Pese a su miedo, Bella no es asesinada, sino que es tratada por la bestia con respeto y cordialidad. Los meses pasan y Bella extraña a su familia, la bestia le permite contemplarla en un espejo mágico (como en Blancanieves) y contempla a su padre enfermo. Bella suplica a la bestia que le permita volver donde su padre para cuidarlo; la bestia acepta y le da permiso por siete días, o de lo contrario él morirá.

Ya en casa ayuda a curar a su padre, que enfermo de tristeza, pero sus hermanas, ahora casadas con humildes hombres, contemplan a Bella vistiendo finas ropas y llevando hermosas joyas. Tras escuchar la historia de Bella, ellas traman un plan para que Bella no regrese a tiempo y salve a la bestia, para así ellas poder luego robar los tesoros del castillo de la bestia. Cuando Bella se da cuenta que ha roto su promesa ella regresa corriendo al castillo y encuentra a la bestia muriéndose, ella le suplica que no se muera, que lo ama y que quiere ser su esposa. En ese momento se rompe el hechizo y la bestia se transforma en un príncipe, había sido transformado en bestia por una malvada bruja, para que ninguna mujer se casara con él.

La obra de Beaumont transformó la novela de Villeneuve en una versión que recuerda la estructura de los cuentos de hadas tradicionales y la vuelta que le dio a la historia cambiaba mucho del sentido que la versión original que Villeneuve tenía. Entre las diferencias más importantes tenemos quién era el hada o bruja mala del cuento; que no se explica en el cuento más tradicional de Beaumont. En la versión de Villeneuve, Bella era hija del hada mala con un rey, y este para proteger a su hija de la madre, que deseaba matarla (la madrastra de Cenicienta y Blancanieves), el rey la entrega a un mercader para que la críe como una de sus hijas. Por su parte el Príncipe, huérfano de padre, es puesto por su madre al cuidado de un hada (la madre de Bella). Cuando el Príncipe crece, el hada mala desea convertirlo en su amante, pero al este rechazarla, ella lo transforme en bestia. La mayoría de la historia se diluye en extensas guerras entre hombres (reyes) y hadas; y era una crítica al papel de la mujer de la época a ser entregada como mercancía a su futuro esposo.

El alma persiguiendo al amor

Aunque antes de Villeneuve hay varias versiones menos densas, el origen de la historia se remonta al mito griego de Eros (Cupido/Amor) y Psique (Alma). Las correspondencia entre ambas historias son muchas veces más que evidentes:

Eros y Psique La Bella y la Bestia
Semejanzas y diferencias
Psique tiene dos hermanas, que no son tan agraciadas como ella. La Bella tiene dos hermanas que son descritas como mezquinas y orgullosas, mientras ella es todo lo contrario a su hermanas.
Su belleza molesta a la diosa Afrodita/Venus quien ordena a su hijo (Eros/Cupido/Amor) que la chica se enamore del monstruo más horrible que exista. Pero el chico se enamora de la joven. Tras perder su fortuna el padre de Bella llega a un castillo, donde es bien atendido hasta que roba una rosa. Por tal acto debe entregar a su hija, para salvar su vida.
El padre de Psique consulta al oráculo por qué su hija Psique no se casa y este le señala que está destinada a ser la esposa de un monstruo.
Psique es llevada por su padre a un monte donde es transportada por un dios viento a un palacio encantado con sirvientes invisibles. La Bella es llevada por su padre a un castillo encantado donde habita una bestia y el castillo es atendido por fantasmas
A Psique se le pone la condición de nunca ver a su marido. Bella vive en el palacio con la condición de nunca abandonar a la bestia.
Psique visita a su familia y sus hermanas que están casadas con esposos que no aman, ellas le aconsejan de matar al monstruo/dragón que es su marido Bella regresa a cuidar a su padre y sus hermanas, por su pobreza, casaron con hombres de bajo nivel social, a los que no aman. Ellas la engañan para que no cumpla el trato de volver con la bestia pasado siete días y provocar su muerte
Psique de regreso una noche con una lampara para poder ver y un puñal, sigue el consejo de sus hermanas, para descubrir al ser más hermoso de la creación y en su sorpresa derrama aceite hirviendo de la lampara sobre su esposo, ante lo que este huye. Psique busca a su esposo y su suegra al enterarse del daño a su hijo castiga a Psique a realizar tres pruebas imposibles
Psique vence en las tres pruebas con ayuda de enviados de su esposo. Al final se reconcilian y ella es llevada al Olimpo, donde se le concede la inmortalidad. Bella regresa al palacio y declara su amor a la bestia moribunda que se transforma en un apuesto príncipe.
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Tras ser abandonada por su esposo, Psique rebela quien era su esposo a sus hermanas diciéndole que el monte espera el viento para llevar a las que quieran ocupar su lugar, ellas corren al lugar y se lanzan al precipicio Las hermanas son transformadas en estatuas para mirar siempre la felicidad de Bella con el príncipe.

En la versión de Apuleyo, incluida en su libro ‘El Asno de Oro‘ (también conocido como Metamorfosis), la historia de Eros (Cupido/Amor) y Psique (Alma) tenemos un clásico más vinculado al aspecto filosófico. El amor como concepto es buscado desesperadamente por el alma; y para alcanzar la felicidad, el alma debe atrapar al amor. Para ello, como en todo clásico cuento de hadas, Psique debe superar tres pruebas, tres pruebas que recuerdan las puestas por la madrastra de Cenicienta a la chica para que pueda ir al baile; tres pruebas que Cenicienta vence con la ayuda de distintos animales, hormigas para separar los granos, aves para traer agua, etc.; igual ocurre con Psique.

La última prueba de Psique es descender al Hades para buscar una caja que contiene una crema de belleza para la diosa Venus. Psique para recuperar su belleza ante tanto sufrimiento y estar lista para recobrar a su esposo abre la caja y usa algo del ungüento, que es veneno en realidad. Aquí se recuerda por un lado el mito de la caja de Pandora, pero por otro es la Bella Durmiente que se pincha con el huso, o a Blancanieves que come la manzana envenenada. La muerte es el límite que marca y separa el pasado del futuro, la ilusión de la realidad; el ser anterior del nuevo, es en si la transformación del alma. Psique casi muere y es rescatada en el último momento por Eros, que regresa a buscarla; igual ocurre con la bestia, que casi muere y es rescatado en el último instante por Bella; es dejar de ser la bestia ante los ojos de la joven para poder volverse en el guapo príncipe; el exterior horrendo cubre la belleza interior y el amor representa esa búsqueda de la belleza y por ende de la verdad. En el simbolismo de mito, el alma persigue al amor, y el amor es bello; para alcanzar lo bello se requiere adquirir el conocimiento; las pruebas que atraviesa el alma para alcanzar al amor, son pruebas para el saber y el aprender.

Otras Versiones

Estas pruebas impuestas a Psique no aparecen en el clásico de Beaumont, pero si aparecen en otras versiones; por ejemplo en el cuento de ‘Juan mi Erizo’, tenemos una versión que combina las historias de ‘Pulgarcito’ y ‘La Bella y la Bestia’. Aquí tenemos a una familia de campesinos muy pobres que no tenían hijos, fue tal su deseo que lo amarían aunque fuera un erizo, y eso es lo que recibieron (como los cuentos de ‘Pulgarcita’ y de ‘Pulgarcito’, que lo amarían sin importar su tamaño).

Tras crecer el hombre-erizo se fue y alejado del mundo construyó su hogar en un bosque, bosque al que llegó un rey extraviado (como el mercader de La Bella y la Bestia); en pago por sacarlo del bosque el erizo pidió al primer ser que lo recibiera a su regreso. El rey que siempre era recibido por su perro acepto el trato, pero su desaparición había angustiado a su hija y esta fue la que corrió a recibirlo. Cuando el Erizo fue por su pago, la princesa debió cumplir con lo pautado y fue con el Erizo. En la casa del Erizo la joven tuvo miedo de sus púas, pero él le dijo que no se preocupara; en la oscuridad de noche en Erizo entró y se quitó la piel de púas y en forma humana se acostó con la princesa; una noche mientras dormía el amante, ella agarró la piel y la arrojó al fuego; el hombre despierta y huye (‘Eros y Psique’); la princesa al igual que Psique debe recorrer el mundo buscando de nuevo a su esposo, cuando por fin lo encuentra se rompe el hechizo que lo convertía en bestia.

Esta versión es más común en la forma inversa, esto es que en vez del novio animal, tenemos a la novia animal. Los cuentos europeos referentes a Selkies refieren situación similar; las mujeres focas se quitan su piel en la tierra; el pescador les esconde la piel y ellas se ven obligadas a casarse con el pescador; hasta que en un descuido del pescador ellas recuperan su piel de foca y escapan para nunca volver. O en versiones de Hadas que se emparejan con mortales, siempre que el mortal no revele su secreto, acción que al final no cumple y el hombre pierde a la esposa. Estas historias de reflejan muy bien en el cuento africano de ‘Seetetelané’.

Quizás las más conocida de estas historias de novia animal es el clásico ruso de ‘La Rana Zarevna‘ (La princesa rana) de Alekandr Nikoalevich Afanasiev. Como en el cuento del Erizo, el zarevich (príncipe) Iván debe casarse con una rana. En las noches la rana abandona su piel y se vuelve una hermosa joven; Iván aprovecha un descuido de su esposa y quema la piel de la rana, perdiendo a la amada, quien le recrimina no haber esperado una noche más para romper el hechizo; igual al caso de la princesa de ‘Juan mi Erizo‘; Iván debe que recorrer medio mundo para encontrarla.

No tan evidente, pero en el mismo grupo de historias tenemos a ‘La princesa y el sapo‘ o ‘El Príncipe Rana‘ (en español se usa el sapo para indicar macho, pero el animal correcto es la rana, que es femenino en el contexto español). Aquí la historia ha llegado a la simplicidad más básica para niños; es una historia de responsabilidad y palabra; como ocurre en ‘La bella y la Bestia’, y en tantas otras versiones. En este cuento una princesa pierde una pelota en un estanque y el sapo/rana le dice que se la saca si lo lleva con ella al palacio. La niña acepta, pero no cumple su parte, por ello el sapo/rana la persigue y es rey (padre de la joven) que le recuerda que dar una palabra es una cuestión de honor. La niña de mala gana acepta y termina aceptando al sapo en su alcoba, donde finalmente se cansa y lo lanza fuera, el sapo/rana le dice que él sólo quería ser su amigo; y ella arrepentida por su actitud le da un beso para hacer las paces, transformándose el sapo en un príncipe.

Menos evidente en el contexto del novio animal tenemos la historia de ‘Blancanieves y Rosaroja‘ de los Hermanos Grimm. En esta versión dos niñas, Blancanieves y Rosaroja, se hacen, en invierno, amigas de un oso, que viene a su cabaña a calentarse en la chimenea; en el verano el oso dice que tiene que ir a tratar algunos asuntos. Ese verano las chicas encuentran a un duende que siempre está en algún aprieto, y al que rescatan muchas veces; al final el oso acaba con el duende y recobra su forma humana. Había sido hechizado por el duende y él había puesto las trampas al duende para atraparlo, pero las chicas sin querer lo liberaban en cada oportunidad. El duende era quién había convertido al príncipe en oso, para así robarle su tesoro.

Otra historia de Osos involucra al diablo mismo; en ‘Piel de Oso‘ un joven soldado al terminar la guerra regresa al hogar, pero sus padres ya habían muerto y sus hermanos decían que sólo sabía matar y no servía para trabajar el campo. Triste y abandonado el joven se fue por esos caminos hasta que se encontró con el diablo; este le ofreció una piel de oso, que sería abrigo y entre sus bolsillos siempre habría monedas. A cambio durante siete años no podría quitarse el abrigo, lavarse, cortarse el cabello y la barba, si sobrevivía sin romper el trato esos siete años sería libre del acuerdo; caso contrario su alma sería suya. El joven aceptó y durante siete años mantuvo la piel sobre su cuerpo, no se bañó, afeitó, cortó su pelo y uñas.

Aunque en las posadas estaban reacios a recibirle, las monedas siempre abrían la mesa y la cama. En una última posada Piel de Oso encontró a un hombre muy angustiado, y este le contó de sus problemas económicos, Piel de Oso le entregó la cantidad de monedas que necesitaba y el hombre agradecido le ofreció por esposa a alguna de sus tres hijas. En la casa del hombre las hijas mayores se asquearon de la propuesta, pero la menor aceptó el trato y como traje de bodas se puso un traje negro y la mitad de un anillo de bodas entregada por el futuro marido. Piel de Oso viendo que llegaba el momento de devolver la piel regresó al camino, guardó suficiente dinero y devolvió la piel al diablo. De regreso al pueblo se bañó, limpió, compró ropa nueva y se presentó en la casa de la prometida. El anciano creyéndolo un general el ofreció por esposa a una de sus hijas, las mayores corrieron a cambiarse, pero el entregó el resto del anillo a su prometida, quien se alegró. Las hermanas molestas al conocer el resultado se suicidaron luego y sus almas pecadoras se las llevó el diablo.

Las principales versiones se incluyen a continuación:

La Bella y la Bestia

Novio Animal

Novia Animal

Simbolismo del cuento clásico

En principio gran parte del cuento recuerda la historia del Flautista de Hamelin, que gira sobre el acto de incumplir promesas; pero aunque ‘La Bella y la Bestia‘ tiene que ver con el cumplimiento de promesas como eje conductor del cuento; y tenemos que este punto se repite en al menos tres oportunidades: (1) En la primera parte, el padre/rey/mercader promete pagar su deuda, pero el pago no lo hace el mismo, sino que es su hija Bella/Psique es simplemente una mercancía que se transfiere. (2) La segunda parte Bella/Psique promete cumplir tal o cual promesa, y rompe la misma; en Psique descubriendo que el monstruo con que esta desposaba es un bello mancebo pero traicionado con ello la orden del marido; en Bella no volviendo a tiempo, tras visitar a su padre. (3) En Psique y otras versiones hay una tercera promesa, la de someterse a pruebas para recobrar al amado perdido; pruebas como en el caso de Psique que debe ir al infierno y traer una caja con una crema de la belleza, pero ella no debe abrirla (al igual que el mito de la caja de Pandora).

Pero si se observa bien el cuento, realmente lo que describe no es el acto tan común de otros cuentos de hadas, el noviazgo, donde los novios luchan para mantener su amor sobre las causas que lo separan, hasta que finalmente logran su propósito, se casan. Aquí el cuento (La Bella y la Bestia) y su antecesora en el mito (Eros y Psique) nos hablan simplemente de una boda arreglada y lo que ocurre tras la boda; observemos bien a los personajes y notaremos los detalles que demuestran esta afirmación.

El primero tiene que ver con el Padre de la heroína; El papel del padre/rey/mercader es siempre el que entregar por tal o cual circunstancia a su hija menor. En ese proceso ha recibido un pago por tal hecho; la bestia le entrega joyas, vestidos, dinero y una rosa para que lleve a sus hijas, a cambio de una de ellas; en Juan mi Erizo el rey debe entregar a la primera persona que lo reciba al regresar a salvo del bosque; en Piel de Oso, el mercader por poder pagar sus deudas agradece a su salvador con la entrega de una de sus hijas al hombre de descuidada apariencia. En el mito de Eros y Psique, el rey no recibe pago, sino que cumple deseos del oráculo. En todos los casos tenemos al padre que en una boda entrega a su hija a otro hombre, y que a ojos del padre este otro hombre es una bestia, por arrebatarle su bien más preciado, el amor de su hija. Su papel se limita a llevarla a la casa de la bestia, y es el mismo papel que hace un padre cuando entrega su hija en el altar de boda. El pago que recibe el padre es la dote con que el esposo ‘compra’ a su mujer; algo muy común en tradiciones orientales y que en occidente fue desapareciendo desde la antigüedad a nuestros días, y por ello es difícil asimilar que el cuento trata de una boda, la luna de miel y luego de la luna de miel.

Excepciones a estas versiones, una es el papel del Rey en el Príncipe Rana, aquí Rey hace el papel de cualquier padre que guía por el buen camino a su hija, aún niña y por crecer ; y en Blancanieves y Rosaroja no existe esta figura ya que se trata de niñas y no de jóvenes casaderas.

Las dos hermanas de la novia cumplen el mismo papel simbólico que las hermanas de Cenicienta, mientras Bella y Psique son hermosas, buenas, responsables y amables; sus hermanas son todo lo contrario. En Cenicienta las dos hermanas representa lo físico y lo mental; Bella y Psique representan al alma y lo espiritual. La muerte de las hermanas representa que por encima de la carne y las ideas, prevalece el espíritu inmortal. En la versión del Príncipe Rana, no tenemos hermanas ‘malas’; se trata de una sola niña que debe aprender que las apariencias (lo físico) y los caprichos (ideas) deben ser superados por la bondad, el entendimiento y el arrepentimiento (lo espiritual).

Pero fuera de ese simbolismo alquímico, el papel de las hermanas mayores es la de preparar a la menor para su primera noche de bodas; así independiente de su origen, princesa, hija humilde o de alta cuna, Bella es la heroína y su historia es una historia de aprendizaje. Toda novia debe en algún momento conocer a su esposo; un ser que es descrito por todos, padre, madre y sus hermanas, como una bestia, que en la noche de bodas la destrozara y partirá, que la usara para satisfacer sus bajos instintos y placeres personales, y ella solo puede resistir ese ataque; que la hará sangrar y le producirá gran dolor. Así a toda novia primeriza, sobre todo en esos sitios más tribales y en aquellos otros tiempos más antiguos, era entregada a un marido desconocido; su madre y hermanas mayores la han preparado con sus propias experiencias, y estas no han sido muy diferentes a lo descrito, ellas fueron entregadas como objetos y eso mismo pasara a Bella y a Psique, que deben resistir todo eso, ya que su única meta en la vida es ser madre de los hijos del marido (la bestia); ella no puede negarse a acostarse con el futuro esposo (la bestia), que ya ha pagado la dote, y ya la ha comprado.

Pero no todo termina aquí, en oposición al cuento de Barba Azul, donde un caballero termina siendo un terrible monstruo; en La Bella y la Bestia, Bella aprende a conocer a su ‘marido’, no hubo noviazgo previo para que se conocieran; su primer encuentro fue en la cama, en el caso de Psique. Pero la bestia descrita deja de serlo poco a poco con el tiempo, en el transcurrir de los días, semanas, y meses, la bestia ya no es ese monstruo antes desconocido y al que se temía. Bella descubre que ella no es solo un objeto decorativo, su marido realmente la ama, por eso la ‘compró’ a ella por sobre otras opciones, y ella, con el tiempo, aprende a amarlo. Las relaciones de esos matrimonios concertados terminan con el paso del tiempo aprendiendo a conocerse y muchas veces el amor surge, ya no como esos flechazos a primera vista que nos ha dado el cine occidental, sino que es producto de ese día a día. La historia de Bella no es sólo la de un matrimonio concertado, sino también transmite la esperanza de que el amor al final llegara, incluso en esa circunstancia. Y ese proceso es el que permite el cambio de bestia a príncipe.

Pero hay un personaje en esta historia, uno que no aparece tan evidente en el cuento de Beaumont; el hada mala, y que tiene gran importancia en esta historia de matrimonio arreglado. Ha diferencia de otros cuentos, los malos son castigados, de una u otra forma. Pero en ‘La Bella y la Bestia‘ salvo por que el Príncipe fue transformado en bestia por una hada mala, o por una bruja; ella nunca paga su crimen. Quién es esta mujer que está oculta en las sombras del misterio y es tan temida. Las versiones anteriores nos dan una pista inicial. En la novela de Villeneuve tenemos una primera idea, el hada mala es la madre de la heroína y ha transformado al príncipe en bestia cuando este la ha desdeñado. La boda de la hija menor y el ser despreciada por un joven sólo implica que se trata de una mujer que ha perdido su encanto, la belleza con la que cautivaba a los múltiples pretendientes ha desaparecido en favor de su hija; por ello la chica se vuelve la enemiga, la rival, y como las hermanas describe al futuro marido como un monstruo, un ser que horrible que la romperá cual muñeca de porcelana en la noche de bodas. Es una forma de disminuir a la rival inexperta en el amor, algo sobre lo que ella si tiene experiencia, es hacer que la hija se vuelva más niña y los miedos de la infancia sean reavivados y ella, la madre, sea la única mujer.

Pero existe una segunda versión sobre este oscuro personaje, una que se acerca más a la historia real; en el mito quien ataca a Psique es la diosa Afrodita/Venus; la chica es ahora la nueva diosa encarnada de la belleza; nuevamente tenemos a la mujer mayor siendo reemplazada por la joven adolescente. La diosa ordena a su hijo, Eros/Cupido/Amor que la chica se enamore de un monstruo; pero es el chico quien cae rendido ante la belleza de la rival de su madre y la traiciona, desposándola a escondidas. La traición de su hijo enfurece más a la diosa Afrodita/Venus, y quiere poco menos que encerrarlo y castrarlo por haberla engañado. La diosa como mujer sufre en este punto lo mismo que el Rey/Padre, la perdida de la inocencia de su niño, ella lo sigue viendo como un bebe y no se ha dado cuenta que ya es un hombre. Pero la furia de al diosa no recae sobre su hijo, es sobre su nuera; esa es el hada mala del cuento que no aparece; es la suegra que todos temen; es por ello que la joven, en primera instancia para conciliarse con su futura suegra realiza tareas, hasta en ciento punto humillantes, todo para no perder a su marido; alguien que ha aprendido a amar; y cuya madre puede ser la causa del divorcio.

La amalgama que junta a todos estos personajes: heroína, hermanas, padre y suegra es el novio, de alguna forma víctima inocente de lo que se espera de él. En un primer instante todos los ponen como el malo del cuento; el padre ve en el joven esposo el malvado que le quita a su hija adorada; las hermanas reflejan en él la mala experiencia de sus bodas, la suegra no acepta que su hijo haya crecido y Bella, ignorante, niña y virgen no sabe que esperar de su futuro y desconocido marido. Pero el cuento es un canto a la esperanza, aún en bodas arregladas es posible que surja la felicidad y el amor; el truco es que el esposo/amante/bestia demuestre con sus actos que al igual que Bella, él también tiene miedo, que es al igual que Bella un hombre atrapado en un arreglo comercial entre familias; que para él esa noche de bodas es también su primera vez, con la esposa al menos, y por ello si quiere desmentir a todos, debe demostrar con sus actos que no es una bestia sedienta de sangre y carne; sino un chico, hombre o mayor que busca también algo de amor. También es una enseñanza al futuro marido, para conseguir el amor de su futura y desconocida esposa debe ser amable, compresible, cariñoso, etc., etc., etc.,…

En la versión del novio animal (bestia) tenemos la historia de una boda arreglada, pero en la versión de la novia animal; la historia tiene tres posibles niveles: en todos ellos la novia obliga a una promesa al marido, el incumplimiento de la promesa y lo que sigue lo que da pie a la historia. La primera versión queda perfectamente ejemplarizada en el cuento africano de ‘Seetetelané‘; el marido suele ser pobre y de escasos recursos, casa con un hada y su fortuna se revierte; pero al traicionar a su esposa (contar su secreto, traicionarla con otra, etc.) La mujer/hada lo abandona y al perder toda la fortuna no puede sobrevivir con su antigua forma de vida y muerte de frío y hambre.

En la segunda versión, un poco más trabajada tenemos como ejemplo ‘La historia de una Ondina‘; en este caso cuando el marido pierde a la amada/hada, la busca por todos lados y la consigue para pedirle perdón por su error; pero ya es tarde, ella no puede volver al mundo humano y él vive el resto de sus días solo, o muerte al conocer su suerte. La tercera versión es la de ‘La rana zarevna‘, aquí tenemos las misma versión que el novio-animal; el joven busca a la amada por todo el mundo, como lo hace Psique buscando a Eros. En esta versión tenemos al joven Iván, que es el virgen en este caso y cuya esposa es algo más experta; para recobrar a la joven del tiránico suegro (el demonio Koshchei), el joven príncipe recibe ayuda de la Bruja Baba Yaga. Para ayudar al novio, la suegra ayuda al yerno contra su propio marido.

La versión opuesta estas historias es el cuento de ‘Barba Azul‘; mientras en ‘La Bella y la Bestia‘ tenemos que una bestia no es tal, ya que el amor permite transformar al monstruo en príncipe; en ‘Barba Azul‘, un caballero somete a su joven esposa a una prueba de confianza pero al incumplirla el trato, la esposa revela la verdadera naturaleza del supuesto caballero, que es un verdadero monstruo. Las promesas y sus rupturas son los que mueven estos cuentos; pero lo que ocurre después solo tiene buen final si entre la pareja se ha formado un vinculo de confianza y amor verdadero; si no hay amor, simplemente la bestia interna tarde o temprano aparecerá. La falta de amor en una pareja de recién casados siempre conlleva a traiciones, celos, rupturas e incluso la muerte; y esa es la moraleja de todos estos cuentos.

El décimo tercer signo zodiacal

De unas semanas para acá ha habido un gran revuelo por la supuesta aparición de un nuevo signo zodiacal. Esto es sin embargo noticia vieja. Ya a mitad del siglo XX se postulaba la existencia de un nuevo signo. La explicación de esto tiene que ver con problemas que se remontan entre dos mil a cuatro mil años atrás, con el surgimiento y establecimiento de la fe judía y a partir de ella las religiones más grandes del mundo, la cristiana y la musulmana.

Para poder entender el problema debemos referirnos a tres aspectos distintos:

  1. Misticismo antiguo, culto a la diosa madre, ciclos lunares y fecundidad y el simbolismo del número 13.
  2. Orígenes de la astrología.
  3. Astronomía moderna contra astrología antigua.

Empecemos por el principio. Robert Graves (1895-1985) fue un escritor de grandes novelas y algunos ensayos, entre sus novelas históricas más famosas destacan: Yo Claudio (1934); Conde Belisario (1938), El vellocino de oro (1944) y Rey Jesús (1946); todas basadas en fuentes históricas por lo general y donde se suplieron los vacíos con una ficción verosímil. Pero no todas las obras del autor fueron ficción, entre sus ensayos tenemos: La diosa blanca (1948), Los mitos hebreos (1964) y Los mitos griegos (1968).

Es en su obra «The white goddess —La diosa blanca—» de 1948 se expone una tesis que ha calado en esta era de feminismo moderno. Graves propone la existencia de una deidad Europea del nacimiento, la fecundidad y la muerte, muy similar a la Diosa Madre, pero inspirada y representada por las fases de la luna, figura que se encuentra detrás de los rostros de diversas diosas europeas y mitologías paganas. Por citar algunas de estas diosas triples la mas conocida es la griega Hécate, quien solía aparecerse portando una antorcha como diosa lunar. Zeus le permitió tener parte en el dominio de la tierra, del mar y del cielo estrellado; o mejor dicho, no la privó de este triple honor, del que ella ya disfrutaba en la época de los titanes. Ella era por lo tanto una auténtica titanesa entre titanes. Aparte de esto, se decía también que Hécate era señora del inframundo y en las noches sin luna merodeaba a la cabeza de un enjambre de fantasmas, acompañada por ladridos de perros. Hecate se erguía ante las puertas de la mayoría de nuestras casas y podía también ser vista en encrucijadas de tres caminos; imagen que los romanos la identificaron con su diosa Trivia, cuya efigie presidía las encrucijadas de los caminos, lugares vinculados con la magia.

Otra diosa triple es la diosa celta Morrigan, que formaba una triada con Badb y Macha (que algunos consideran aspectos distintos de la misma de la diosa). Otra triada menos evidente eran Atenea, Afrodita y Hera; que pelearon por ser la mas bella, en el mito de la manzana dorada, son las imágenes de la virgen, la mujer y la madre.

Pero volvamos a la teoría de Graves, «La rama dorada» publicada en 1922, pero escrita en 1890 fue uno de los primeros estudios antropológicos de Sir James George Frazer (1854-1941) y este fue el punto de partida para gran parte del argumento de Graves; lo que Frazer sólo insinuó Graves lo dijo; la idea era que todos los ritos cristianos, salvo la propia figura de Jesús, no son de origen cristiano sino tomados de las religiones paganas. Para ejemplo nuestra fiesta de Navidad se celebra en diciembre, en la fecha del solsticio de invierno; en esa época del año las cabras y ovejas se encuentran en los corrales, hace demasiado frío para subir a pastar a los montes —donde apareció el ángel del señor para dar la nueva a los pastores de que había nacido el hijo de Dios—. En realidad el solsticio de invierno es la época en que todas las religiones paganas celebran el nacimiento del dios Sol.

El planteamiento de Graves era que las religiones hoy dominante, patriarcales y monoteístas de base en el judaísmo reemplazaron a un culto más antiguo, el culto a la Diosa Blanca; donde la mujer  ocupaba un escalón más alto en la sociedad prehistorica, que el papel sumiso ante el hombre que tiene en la actualidad.

Como se apoya esta idea; en el mundo antiguo los cultos a la fecundidad están asociados a la diosa madre; Isis, Ishtar, Cibeles, Gea, Afrodita, Freya, etc., son todas diosas de la fecundidad, y todas las mujeres sufren de un ciclo menstrual que dura aproximadamente 28 días; ese es más o menos el mismo número de días de un ciclo lunar, la luna tiene cuatro faces, tres visibles: creciente, llena y menguante; vinculadas a las edades de la vida: nacimiento, plenitud y vejes; una etapa que no es visible, la luna nueva, vinculada a la muerte. Así la luna muestra en sus faces mensuales ciclos de vida y muerte completos. Pero aquí tenemos algo más, si multiplicamos 28 días por trece lunas llenas se tiene un total de 364 días, eso es casi la duración de un año completo; en los antiguos calendarios se hablada de ciclos de un año y un día (365 días en total).

La cosa parece bonita y empieza a tomar forma, y en este punto recordamos que existen momentos o puntos críticos en un ciclo; un día tiene cuatro; amanecer, medio día, anochecer y media noche; recordemos que las hadas se ocultan al salir el sol y los enanos y gnomos evitan la salida del sol porque se vuelven de piedra, la magia del hada madrina de Cenicienta se rompe a la media noche; etc.. El mes lunar tiene su cuatro faces, y el año también tiene cuatro: los solsticios de verano e invierno y los equinoccios de primavera y otoño. El cuatro que es el número de la construcción, de los cuatro elementos y los cuatro puntos cardinales se repite y es un importante número mágico; pero las mitades son los más importantes; cuatro es una doble pareja, y la dualidad del dos nos habla de opuestos; hombre-mujer, dia-noche, vida-muerte, etc., así son importante los contrarios más extremos: la luna nueva y la luna llena, la media noche y el medio día y los solsticios.

Veamos lo siguiente, si enumeramos seguidamente desde el 1 al 13 tenemos: 1, 2, 3, 4 , 5 , 6 , 7 , 8 , 9, 10, 11, 12 y 13; el número que esta a la mitad, lo que en estadística se llama la mediana, es el siete; y la mediana desde uno a siete es cuatro. El siete es el número de Dios, en seis días creó al mundo y descanso al séptimo; siete eran los planetas del mundo antiguo (Sol, Luna, Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno); siete eran los metales del mundo antiguo (oro, plata, mercurio, cobre, hierro, estaño y plomo). Siete es uno de los números más importantes en la Biblia y el judaísmo, la religión patriarcal y monoteísta, de las que derivan todas las demás. Si multiplicamos 4 por 7 el resultado es 28. Así 4 x 7 x 13 = 364.

El trece tiene varios significados, siempre ha sido asociado a aspectos negativos; es número de la carta de la muerte en el Tarot; y la razón de esto es también astronómica; si se cuentan los días desde la luna llena hasta que se observa la última hoz visible en el cielo antes de no verse más luna, hay trece días; seguirán tres días sin luna (luna nueva) y la primera hoz de la luna creciente se observa al décimo séptimo día; es por ello que el número 17 se le llama el número de la esperanza y se asocia a la carta de las estrellas del Tarot.

El doce por el contrario es un número perfecto (suma de sus divisores: 1+2+3+6=12); es el número de la perfección, es el doble del número de la armonía (el seis, 6); doce son los meses del año, doce los apóstoles de Cristo, el consejo de todo panteón divino (romano, griego, sumerio-babilonio, celta, nordico-germano, etc.), doce tribus de Israel, doce los trabajos de Hércules. El doce al igual que el siete surgen del tres divino y el cuatro terrenal (12=3×4; 7=3+4)

Según la propuesta de Graves, el culto a la diosa madre es el mismo culto a la diosa blanca o lunar; y el trece fue eliminado por las religiones machistas monoteístas por que estaba vinculado a un culto femenino más antiguo. Pero esto son teorías, veamos ahora la realidad; entre dos lunas llenas no hay 28 días o cuatro semanas, hay 29,5 días aproximadamente; un año lunar de doce meses tiene 354 días y faltan 11 días para completar un año solar de 365 días; es por ello que los calendarios lunares de cada tanto en tanto agregan un mes trece a su ciclo para hacer corresponder ambos calendarios.

En este punto el doce y el trece adquieren un nuevo significado; por tradición es de mala suerte una mesa de trece invitados. La creencia está en la última cena de Jesús, había doce apóstoles y Jesús (12+1=13); y uno de ellos, el más débil, traicionó a dios hecho carne y lo sacrificó. La idea se repite en otras leyendas; Arturo y los doce caballeros de la mesa redonda fue traicionado por Mordred; Baldr el dios sol (sol de media noche) muere asesinado por su hermano ciego Höðr, cuando Loki aparece en una fiesta de los dioses nórdicos (que eran 12) sin haber sido invitado (Loki es de décimo tercero). José tenía doce hermanos (las hoy doce tribus de Israel) y fue por envidia de sus hermanos vendido como esclavo. Aunque distintas todas cuentan lo mismo: el sol muere cada año (solsticio de invierno) por culpa de uno décimo tercero; ese es el mes lunar que no se completa cada año, el incompleto, el débil.

Pero que tiene todo esto que ver con el 13° signo del zodiaco; simple, Graves propone que si había una religión más antigua donde se adoraban trece lunas y no doce meses solares, debían existir trece constelaciones. Y él la buscó; y buscó, y buscó, hasta que al final encontró en una antigua sinagoga una imagen que mostraba los doce signos del zodiaco moderno, todos encerrando a otro circulo que mostraba una figura femenina, una figura femenina de ocho patas; una araña. La explicación que da es que el décimo tercer era una diosa araña; y según él era una constelación ubicada entre Tauro y Geminis. Hoy las constelaciones entre Tauro y Geminis cercanas a la elíptica (línea por donde el sol atraviesa los cielos) son Auriga y Orión, al norte y sur respectivamente.

El mito griego nos da una pista de quien podía ser esta diosa; se trata de la diosa Aracne; y según algunos se trata de la misma Arianna o Ariadna, la hija de Minos que ayudó a Teseo para salir del laberinto dándole un hilo; y cuando escapaban él la abandonó en una isla donde la encontró Dioniso. Por otra parte Aracne según el mito era una mortal (igual que Ariadna) que tejió un manto y que se jactó de ser incluso mejor que los tejidos por los dioses, ante lo que Atenea la castigó volviéndola una araña.

En algunos mitos Ariadna/Aracne era una antigua diosa cretence de la fecundidad; cuando los cretences fueron derrotados por los griegos (Teseo/Atenea) se paso del culto matriarcal al patriarcal (con Zeus y sus dioses, formaban un consejo de doce). El mito señala también que al morir Ariadna, Dioniso arrojó a los cielos la corona que le regalo en su noche de bodas; la hoy constelación de la Corona Boreal, ubicada entre la constelación de Hércules y Boötes (Boyero = quien cuida los bueyes). La constelación de la Corona Boreal está muy al norte de la elíptica para ser considerada el décimo tercer signo zodiacal, pero debajo de ella se encuentra otra constelación cercana a la elíptica, ubicada sobre Escorpio; es la constelación de Ofiuco (el serpentario).

La pregunta es ¿por qué Ofiuco?, ¿Por que no tomar a Orión o a Auriga, que son constelaciones con estrellas más brillantes y ambas también entran en la zona zodiacal?. Incluso algunos astrónomos señalan que la constelación de Cetus (la ballena/monstruo marino), ubicado al sur de Aries y Piscis también toca la elíptica. La explicación es que muchos ven en Ofiuco al dios griego de la medicina, que tras su muerte fue divinizado (elevado a los cielos) y al estar rodeado por la serpiente implica que se nace a una nueva era, pero esto es discutible.

El zodiaco moderno tiene su origen en la antigua Babilonia; para los Babilonios y otros pueblos antes y después (sumerios, caldeos, asirios, etc.), la elíptica es el camino del sol, pero la luna, en el dios patrón Sin/Nannar también recorría ese camino; salvo por un detalle, la luna no esta en el plano de la elíptica (plano que forma la Tierra al trasladar alrededor del Sol), y al estar ligeramente inclinado hace que la luna pueda ubicarse en posiciones por encima o por debajo de la línea descrita por el sol.

El zodiaco es en realidad la zona por donde la Luna puede circular en el cielo, y eso era importante porque cuando la Luna pasaba por la elíptica ocurrían los eclipses, muy temidos como malos presagios en la antigüedad. Las estrellas o grupos de estrellas ubicados en esa zona forma grupos (constelaciones) y aunque parezca dudoso no eran las doce conocidas, sino que inicialmente eran dieciocho (18). Y el nombre de zodiaco viene del griego kyklos zoidion, que se traduce como circulo de animales.

Las primeras constelaciones (sumeria/acadia)

Número Nombre Grupo actual
1 Las estrellas de la melena Pleyades
2 Toro del cielo Tauro
3 El verdadero pastor Orion
4 El viejo antepasado Perseo
5 La anzada o el azadón Parte de Auriga
6 Los grandes gemelos Geminis
7 El cangrejo Cancer
8 El león Leo
9 El surco labrado Virgo
10 La balanza Libra
11 El escorpión Escorpio
12 El arquero Sagitario
13 La cabra-pez Capricornio
14 El gigante Acuario
15 Las colas Parte de Pegasus
16 La golondrina Uno de los peces (Piscis)
17 La gran dama El otro pez (Piscis)
18 El campesino Aries

Algunos estudiosos discuten si son 17 o 18; ya que la n°15 era para algunos autores una palabra incluida para indicar que las siguientes dos constelaciones sólo estaban en parte dentro de la banda zodiacal (la hoy constelación de piscis la forman dos peces uno arriba de la elíptica y otro abajo de la elíptica unidos por un lazo y que en el mito griego eran Afrodita y Ares que huían de Tifón y se trasformaron en peces unidos por la túnica de Afrodita). Fíjese el lector que por ningún lado Ofiuco aparece como una de las primeras constelaciones.

En el siglo VI a.C, con el reinado caldeo (Babilonia) el rey Nabucodonosor II redujo las 18 constelaciones zodiacales a 12 para igualar el número de constelaciones al número de meses «lunares» que había en un año sumerio; nada de cultos femeninos, nada de diosas antiguas, nada de nada de esas ideas «feministas» de mujeres golpeadas por un culto machista. Y recordemos que en cultos politeístas son doce los dioses que presiden el consejo de las «cielos», nunca hubo trece dioses o algo similar. Y esos doce dioses siempre se han vinculado a estas doce actuales constelaciones modernas. Así las antes 16 y 17 se transformaron en piscis, las Pleyades se unieron a Tauro; Perseo, Auriga, Orion y Pegaso, más separadas de la elíptica simplemente desaparecieron poco a poco en un proceso que tardó unos cuatro siglos. Hay que indicar también que el surco de labranza y el campesino se volverían Virgo (la virgen) y Aries (el carnero) en los mitos griegos y no son herencia de Babilonia. La entrada de estas creencias al mundo griego y con ello a todo el mundo occidental se remontan a la época de Alejandro Magno, quien fue el primer rey de occidente al que le «fabricaron» un horóscopo.

Para el siglo I d.C, los trabajos de Ptolomeo terminaran de dar fin a un modelo astrológico que seguirá estático hasta nuestros días. Se registraron 48 constelaciones, así fue hasta el siglo XVI cuando los navegantes europeos recorrerán el mundo y observaran por primera vez los cielos australes, quienes darán cuenta de nuevas estrellas y nuevas constelaciones; en un periodo de dos siglos muchas aparecerán, otras desaparecerán y algunas de las originales serán picadas en muchas más; hoy día son oficialmente 88; número que por pura casualidad coincide con los 88 elementos (tipos de átomos) que existen en la naturaleza (aunque la tabla periódica hay 92, del hidrogeno al uranio, cuatro no existen de forma natural porque son inestables y se desintegran a formas más estables). Hay que aclarar que para los antiguos las constelaciones eran figuras en el cielo, pero en la modernidad el cielo ha sido dividido utilizando como guía las líneas de declinación y ascensión de los telescopios modernos, por eso es que no hay líneas diagonales. Estos límites fueron establecidos por la Unión Astronómica Internacional entre 1928 a 1930. Es por ello que en esta división moderna Auriga y Orión ya no cortan la elíptica, aunque estén dentro de la zona zodiacal; pero si lo hace Ofiuco, la culpa es de la astronomía moderna, no de la astrología antigua.

Pero hablemos de astrología; desde el punto de vista zodiacal, el año arranca en el equinoccio de primavera (21 de marzo); y coincidía en el momento que el Sol iniciaba su paso por Aries, visto desde la Tierra. Para efectos astrológicos, en la zona zodiacal, cada constelación abarca 30° en los cielos, por lo tanto el sol atraviesa cada signo zodiacal en un periodo de 30 a 31 días. Para el mundo antiguo el Sol, la luna y los cinco planetas (los errantes) visibles formaban un conjunto de siete objetos que se mueven sobre el fondo fijo de estrellas que es zona zodiacal. En verano (21 de junio) el sol inicia su paso por Leo y como es el punto que desde el hemisferio norte el sol esta más al norte, a Leo se le asigno como «planeta regente» al Sol; a la izquierda se sienta la reina de los cielos (la Luna) y ocupa el signo de Cancer; los otros cinco planetas se sientan siguiendo la secuencia del más cercano Sol al más lejano, ocupando puestos ambos lados de los reyes; así mercurio es el planeta de Geminis y Virgo; Venus de Tauro y Libra, Marte de Aries y Escorpio, Jupiter de Piscis y Sagitario y Saturno de Acuario y Capricornio. Cuando no son visibles son diunos (del lado del sol) y si son visibles son nocturnos, del lado de la luna.

Pero astrología y astronomía son cosas distintas; Copernico, Galileo, Tycho Brahe, Kepler y Newton ponen fin al modelo geocéntrico de Aristóteles y Ptolomeo, y surge el modelo Heliocentrico; ya la Tierra no es el centro del universo, y las cosas no giran a su alrededor. Con la ilustración, las ideas y/o supersticiones astrológicas empiezan a desaparecer, lo que no pudo hacer la Iglesia Cristiana, de alguna forma lo logro la Ciencia Moderna. Cuando en 1781 William Herschel anunció el descubrimiento de Urano, eso derrumbaba gran parte del modelo astrológico; faltaban signos o puestos donde sentar al nuevo planeta; eso siguió ocurriendo con Neptuno en 1846 y Plutón en 1930. Claro que los astrólogos no se amilanaron y ubicaron a Urano en Acuario, a Neptuno en Piscis y a Plutón en Escorpio. Falta saber con la nueva denominación de planetas enanos donde van a ubicar a los «nuevos planetas»: Ceres, Eris, Makemake, Haumea, Caronte, Sedna, Orcus, Quaoar, sólo por citar algunos; o habrá que sacar a Plutón ahora que no es un planeta según la definición moderna del 2006. Ya veremos la respuesta de los astrólogos.

Hoy entre las mayores criticas a la astrología, dadas por la astronomía tenemos el problema de la precesión de los equinoccios; que es un cambio lento y gradual en la orientación del eje de rotación de la Tierra, que es como el bamboleo de un trompo o peonza. Así el eje de rotación terrestre dibuja un cono en un ciclo de aproximadamente 26.000 años; período conocido como año platónico. Si hoy el polo norte terrestre apunta a Polaris en la Osa Menor, en la época de los faraones apuntaba a la estrella alfa de la constelación del dragón; y en doce mil años en el futuro apuntará a la estrella más brillante del hemisferio norte, la estrella Vega en la constelación de Lira. Este fenómeno, que es conocido desde la antigüedad, no se ha tomado en cuenta en el zodiaco, al menos en el usado en los horóscopos que todos los días, semanas o años se escriben en periódicos y revistas.

Desde Ptolomeo a hoy día han pasado dos mil años; cuando el Sol debía apuntar a Aries en el equinoccio de primavera, hoy apunta a Piscis; y en los últimos años se habla que ya está saliendo de Piscis y entrando a Acuario; así como hoy es «boom» es el décimo tercer signo zodiacal, hace unos años era la llegada de la era de Acuario. Algunos señalan que cuando Moises dice en el éxodo que se deje de adorar al toro dorado —el Toro era adorado en las antiguas cultura como Egipto (Apis), Mesopotamia, Creta (minotauro), y Tartessos— y se empiece a adorar al carnero, es dejar atrás a Tauro y adorar a Aries; y cuando los cristianos representaron a Cristo con un Pez, es dejar de mirar a Aries y mirar a Piscis; incluso algunos señalan que la esfinge es más antigua que las pirámides —cosa que no es verdad—, y que la imagen señala el momento en que se pasaba de Virgo a Leo; fecha en que se dice que se hundió la Atlantida, era un cambio de Era (signo). Desde ese cataclismo pasarían tres eras (Leo, Cancer y Geminis), hasta que al inicio de Tauro, por allá en el 4000 a.C., para que la humanidad se recobrara lo suficiente de aquella catástrofe y volvieran a surgir la civilización (Egito, Sumerio, India y China). Hoy la gran angustia con el 2012 es que para muchos marca el punto de inicio de la era de Acuario y que nuestro desarrollo tecnológico y destrucción del ecosistema global —conocer los secretos del átomo y su poder— nos ha vuelto ante los dioses, tan peligrosos y malignos  como lo fueron en su tiempo los  habitantes de la  Atlantida y por ello tenemos ese gran miedo de desaparecer en un gran cataclismo mundial devolviendonos otra vez a la era de las cavernas. Y muchos marcan que esta destrucción no será por agua (como en Atlantida), sino por fuego; algunos miran a las armas atómicas, a las guerras, pero otros señalan la erupción de un gran supervolcan como el de Yellowstone y que ya está atrasado y cuya explosión puede acabar con todo el clima mundial.

Hoy se dice que en vez de usar las fechas astrológicas trópicas (de la época de Ptolomeo), se debería corregir a las fechas astrológicas siderales (haciendo la corrección de la precesión de los equinoccios). La cosa por desgracia para la astrología no termina aquí; si bien Ptolomeo y sus predecesores dividieron la banda zodiacal en doce partes iguales, lo cierto es que el sol no atraviesa cada constelación zodiacal en igual tiempo, al menos no desde 1930 que se establecieron claramente los límites entre las constelaciones; por ejemplo la línea desde la Tierra a través del Sol apunta hacia Virgo durante 45 días, pero apunta hacia Escorpio durante sólo 7 días. El tamaño del disco solar, hace que en algunos casos éste tarde un día o varios en atravesar el límite entre dos constelaciones, esto es, el Sol puede «estar» en dos constelaciones a la vez, como ocurre al pasar de Acuario a Piscis.

Se podría discutir mucho sobre esto y todos tendrán sus puntos de vistas, yo personalmente me niego a retroceder evolutivamente de carnero a pescado; las creencias en el zodiaco que casi desaparecieron con la Ilustración en los siglos XVII y XVIII, revivieron en el siglo XIX con el romanticismo que protestaba contra la revolución industrial y la deshumanización del hombre. Lo cierto es que la astrología esta realmente anclada desde hace casi 2500 años, y aunque cada cultura (babilonios, griegos y árabes) le aportaron su granito de arena, y hoy la sociedad moderna intenta  hacer lo mismo al «actualizar» el sistema de creencias; por ello  ese «nuevo signo zodiacal», la corrección del equinoccio, el quitar o agregar nuevos planetas, asteroides y lunas son todos intentos de mantener viva una creencia religiosa antigua, que en su momento histórico muy, muy atrás solo trataba de poder decir usando la posición del sol y la luna cuando sembrar y cuando cosechar.

Signo Calendario Astrológico Calendario Astronómico
Tropico Sideral
Aries Mar 21 – Abr 20 Abr 14 – May 14 Abr 18 – May 13
Tauro Abr 21- May 19 May 15 – Jun 14 May 13 – Jun 21
Geminis May 20 – Jun 21 Jun 15 – Jul 16 Jun 21 – Jul 20
Cancer Jun 22 – Jul 21 Jul 17 – Ago 16 Jul 20 – Ago 10
Leo Jul 22- Ago 23 Ago 17 – Sep 16 Ago 10 – Sep 16
Virgo Ago 24- Sep 22 Sep 17 – Oct 17 Sep 16 – Oct 30
Libra Sep 23 – Oct 21 Oct 18 – Nov 16 Oct 30 – Nov 23
Escopio Oct 22 – Nov 22 Nov 17 – Dic 15 Nov 23 – Nov 29
Ofiuco Nov 29 – Dic 17
Sagitario Nov 23 – Dic 22 Dic 16 – Ene 14 Dic 17 – Ene 20
Capricornio Dic 23 – Ene 20 Ene 15 – Feb 12 Ene 20 – Feb 16
Acuario Ene 21 – Feb 19 Feb 13 – Mar14 Feb 16 – Mar 11
Piscis Feb 20 – Mar 20 Mar 15 – Abr13 Mar 11 – Abr 18

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Referencias:

Hajo Banzhaf «La simbología y el significado de los números» Editorial Edaf S.l. España, 2007

Los misterios de la iglesia – El mundo de lo insólito. Editorial Debate S.A. España. 1986

otras referencias: aquíaquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí y aquí.

Grandes Cuentos de Hadas (10) Cenicienta

«Había una vez un gentilhombre que se casó en segundas nupcias con una mujer, la más altanera y orgullosa que jamás se haya visto. Tenía dos hijas por el estilo y que se le parecían en todo. El marido, por su lado, tenía una hija, pero de una dulzura y bondad sin par; lo había heredado de su madre que era la mejor persona del mundo.».

Así comienza la versión francesa de Charles Perrault del cuento de hadas más extendido y antiguo de todo el mundo. En 1893 Roalfe Marian Cox (1860-1916) publicó una recopilación de 345 versiones del tema de Cenicienta y, desde entonces, han salido a la luz muchas más.

La historia de Cenicienta es una historia de descubrimiento, alguien que ha vivido una vida plena y que de repente entra en un infierno del cual debe salir; recibe la ayuda de poderes sobrenaturales para poder recuperar ese paraíso perdido nuevamente. Aunque existen múltiples versiones, incluso algunas donde la protagonista no es una chica sino un chico; todas se pueden agrupar dentro de tres grandes versiones:

La primera y las más difundida es la muerte de la madre y un segundo matrimonio, donde entran en juego una madrastra cruel y dos hermanastras. La heroína es llevada a una posición servil y vestida con harapos. Entonces recibe ayuda sobrenatural para sobrevivir y tener un apoyo en su triste destino. Este mismo agente sobrenatural le obsequia vestidos espléndidos y permite que pueda acudir a un baile donde conoce al príncipe. Se encuentran, se enamoran y se separan tres veces antes de unirse definitivamente, sirviéndose de la ayuda de un objeto (una zapatilla o un anillo), finalmente el héroe y la heroína viven por siempre felices.

La segunda variante es del tipo del «Rey Lear», en ella un rey que tiene tres hijas decide abdicar en favor de ellas y les pregunta a cada una cuánto lo quieren. Las dos primeras princesas hacen manifesta­ciones exageradas de su amor, mientras que la menor dice «Tanto como a la sal». El rey se siente ofendido y expulsa a la hija menor, ordenando su muerte. Ella escapa con la ayuda de algún poder sobrenatural, y encuentra un trabajo servil en un palacio extranjero, donde se produce la escena común del baile los encuentros, el reconocimiento y el matrimonio. Al final el padre rey descubre que sus otras hijas no lo quieren y termina solo; recogido por la menor y en las festividades de boda, se le sirve comida sin sal, entendiendo por fin el significado de la frase de su hija menor.

La tercera variación habla de un padre incestuoso; la hija menor pone pruebas a su padre para tratar de contener su contranatura, pero finalmente debe escapar y la historia se repite igual que con los  dos casos anteriores; en esta versión la princesa solo se revela cuando su padre a muerto o ha sido detenido.

Hay algunas observaciones con respecto al nombre, en español y la mayoría de las lenguas latinas se le llama Cendrillon (frances), Cenerentola (italiano) Cenicienta (español), indicando que la heroína vive entre las cenizas, en la versión alemana se conoce como Aschenputtel (Tonta de las Cenizas) que está más de acuerdo con su significado simbólico, otras lenguas suenan similar al alemán: Askungen (sueco) Assepoester (holandés), Askepot (danes). En la versión en ingles la traducción del frances Cendrillon al ingles fue Cinderella, buscando una similitud homónima provocó una perdida del significado gnóstico del cuento, ya que en ingles cinder es carbón y la traducción del nombre en ingles al español sería Carboncilla.

Las principales versiones se incluyen a continuación:

El Hogar

La importancia del nombre viene de la relación de la protagonista con el hogar (chimenea para cocinar y calentar la vivienda antigua). El hogar tiene varios significados: por un lado era el centro de la vivienda y por lo tanto es el corazón de la casa. El hogar es un lugar exclusivamente femenino; de ahí proceden el calor, los alimentos y la comodidad. En el hogar los habitantes dejaban alimentos a los duendes domésticos que ayudaban con las labores de la casa y cuando se mudaba la vivienda se llevaban lozas y fuego del primer hogar de manera que los duendes domésticos siguieran a sus moradores a la nueva casa.

El hogar era vigilado por diosas del fuego (la Hestia griega, la Vestal romana o la Brigit celta); y el fuego es un elemento transformador en el mundo antiguo; en el hogar se cocinan los alimentos, se fabrica el pan, por tanto el fuego y sus secretos son sólo para los iniciados. Cenicienta es la que habita cerca del fuego, la que está predestinada a la trasformación; y su nombre la predispone; es la que está en contacto con las cenizas, que son los restos mortales de la trasmutación; es por tanto un vinculo de comunicación con el más allá. Ya en la antigüedad Odiseo se sienta sobre las cenizas para poder hablar con el alma de Aikinos en el inframundo y en la actual India los chamanes se cubren de cenizas para entrar en contacto con la divinidad.

Las Feas Hermanas y la Madrastra

En la versión más tradicional las hermanas, medio hermanas o hermanastras son dos, y junto con Cenicienta forman un trío. La heroína al estar vinculada al fuego y las cenizas es el espíritu; las otras dos hermanas, aunque descritas como feas, rara vez las descripciones concuerdan con este aspecto, representan dos aspectos físicos: el cuerpo y la mente (llamada por los antiguos Psique = Alma); ambos perecederos, sólo el espíritu es inmortal (la inmortalidad del alma no es del todo aceptada en la creencia cristiana moderna). Las tres hermanas representan los tres estados de la evolución del entendi­miento del hombre, el conocimiento inicia con el cuerpo, con los placeres físicos y sensuales; siguen los de intelecto; la razón y el pensamiento concreto, pero sólo en el espíritu se puede apreciar la creación de dios. Las feas hermanas son descritas en la versión alemana de los hermanos Grimm como «dos niñas que tenían un rostro muy hermoso, pero un corazón muy duro y cruel» representan los poderes oscuros y malignos latentes en la falta de bondad y que se manifiestan como crueldad, avaricia, envidia, vanidad y estupidez.

La madrastra tiene un significado aun más oscuro. En muchas versiones primitivas se trata de la propia madre que tiene celos de sus hija menor y es ayudada por su hijas mayores; así la introducción de la madrastra simplifica esa carga emocional e irracional de que la propia madre trate de eliminar a su hija. Sea madre o madrastra ella representa las fuerzas negativas de la Gran Madre, la diosa primordial que todos veneraban y temían.

El Árbol Mágico y los Colaboradores de Cenicienta

Cenicienta suele ser ayudada en muchas formas por elementos mágicos; el más común es la madre muerta, a quien Cenicienta llora sus penas. Al igual que en la historia de la Bella y la Bestia, hay una escena en la que el padre sale y promete traer un regalo a cada una de sus hijas, las hermanastras piden vestidos y joyas, Cenicienta pide: «tráeme la primera rama que encuentres en el camino», la ramita es sembrada en la tumba y regada por sus llantos, creciendo rápidamente un gran árbol (el tipo de árbol varia con las versiones: manzano, olmo, palmera, mango, pino, ciprés, roble, melocotonero, avellano, etc.).

El árbol de Cenicienta, ya sea porque tiene el espíritu de su madre, o el alma de algún animal que ayudaba a la joven y que muerto por la madrastra fue enterrado bajo el árbol; o por que el árbol era el hogar de una hada, duende u otro ser sobrenatural, ayudara a la joven concediendo deseos a la chica; sin embargo en la mayoría de las versiones llegan al árbol pájaros o animales que viendo el dolor de la joven la ayudan con las tareas imposibles impuestas por la madrastra.

Una de las más comunes tareas impuestas es separar lentejas (u otro grano) de las cenizas, pasto, tierra (un poco como la tarea de Psique de separar una cantidad enorme de granos de trigo del pasto y que es ayudada por las hormigas). La recolección de semillas es un símbolo de fertilidad, poder y virilidad masculina, aun hoy es costumbre de arrojar arroz y granos sobre una pareja recién casada. Los animales o pájaros suelen reemplazar al hada madrina (popula­rizada por Disney ya uso la versión de Perrault a la versión alemana de los hermanos Grimm) y la variedad de animales no tiene fin: vacas, perros, gatos, ovejas, cerdos, cabras, osos, lobos, armiños e incluso peces, anguilas, ratones y ranas.

Las tareas impuestas tienen varias funciones, pero la idea es mantener ocupada a la joven e impedir que vaya al baile, cuando incluso después de cumplir con las tareas se le sigue negando la posibilidad es cuando intervienen las fuerzas sobrenaturales.

 

Un árbol de los deseos, un árbol que crece en poco tiempo, no es nuevo; en India, Siddha-rtha Gautama (Buda) alcanzó la iluminación bajo un árbol e hizo crecer un mango en un día para alimentar a sus discípulos (Jesús la alcanzó en el desierto y multiplico panes y peces). En Egipto los restos de Osiris llegaron a Fenicia y se donde se detuvo el ataúd creció un árbol rápidamente que incrustó al muerto dentro de su tronco. Por su parte en el mito bíblico se habla que en el Paraíso existía el árbol del bien y del mal o de la sabiduría, y por comer de sus frutos Adán y Eva fueron expulsados. La tradición judía creó dentro de la Cábala al árbol de la vida; que es una representación geométrica que describe el camino entre el mundo material y lo divino. Así el árbol mágico de Cenicienta nuevamente involucra a la joven con la idea del conocimiento a adquirir para salir de lo infierno y recobrar el paraíso perdido .

La Transformación y el Baile

Para llegar al baile Cenicienta no sólo recibe vestidos del hada/pájaro/árbol; es transportada al palacio por carros de gran belleza guiados por caballos esplendidos y numerosos pajes y cocheros; en las diferentes versiones los caballos (símbolos de los dioses solares) son el producto de la trasformación de ratones; mientras que los pajes y conductores son lagartijas transformadas. La escogencia de estos animales no es arbitraria; ambos (ratones y lagartijas) habitan en lugares oscuros y en cuevas en el subsuelo; son por tanto seres cercanos a los elementales que habitan estos lugares, a duendes, enanos y gnomos (palabra vinculada a conocimiento); aquí esta oculto el conocimiento perdido, que debe ser alcanzado para poder ascender.

La calabaza que es transformada en carruaje aparece realmente en pocas versiones; en parte porque a diferencia de la versión animada de Disney, Cenicienta va a tres fiestas de baile y no sólo una, en cada baile llevando un vestido distinto, confeccionado con los colores del sol (oro, dorado), la luna (plata y blanco) y las estrellas y el cielo o el tiempo (perlas y brillantes, azul, negro, de plumas y/o peces, etc.) y en carruajes cada vez más espectaculares.

La calabaza representa el simbolismo del reloj, por su color dorado es el color solar, es el carro del sol, que simboliza el poder divino y la ilustración (nuevamente hablamos del conocimiento). Los tiempos son importantes, Cenicienta debe abandonar las fiestas antes de la medianoche; para los antiguos durante el día hay cuatro puntos de tiempo importantes, donde lo natural y lo sobrenatural se superponen; al salir y ocultarse el sol (amanecer y crepúsculo) y en el cenit del día y la noche (mediodía y medianoche); la magia se inicia al atardecer, pero a la medianoche, al ocurrir ese encuentro de fuerzas se rompe.

Los tres trajes no solo representan a los cielos, la noche y el día, o al sol, la luna y las estrellas, también son el verano, el invierno y la primavera (el otoño es una estación relativamente nueva); hablan por tanto de etapas y ciclos, tres niveles de aprendizaje, los tres encuentros entre la Cenicienta y el Príncipe; son tres etapas de la iniciación y aprendizaje; Cenicienta (el alma, lo femenino, el yin), se encuentra ahora con el príncipe (el espíritu, lo mas­culino, el yang), cada uno reconoce inmediatamente al otro como su complemento y su realización; Cenicienta que vive entre las cenizas está vinculada al fuego, los tres encuentros con sus tres trajes diferentes representan que aprender los secretos sobre los otros tres elementos: agua, tierra y aire; para poder comprender y conocer el todo y el alma pueda volver al paraíso perdido.

La Zapatilla de Cristal

El elemento más significativo del cuento es en la tercera noche; al salir corriendo, ella pierde una zapatilla, en la versión francesa es de vidrio o cristal; en otras versiones la zapatilla es del mismo material que las ropas, oro, plata y/o brillantes. Muchos señalan que sea de cristal se debe a un error de imprenta; «vair«, (un tipo de piel fina, posiblemente de comadreja) fue reemplazada por el homónimo más familiar de «vene» (vidrio), aunque más ilógico.

Otros por su parte señalan que en otras versiones (además de la francesa) hablan de zapatillas de cristal o brillantes; y no sólo aparecen en Cenicienta; Blancanieves es enterrada en una urna de cristal; las moradas de los dioses celtas son de cristal, Merlín se retiró a una casa de vidrio; para cruzar a otros mundos los héroes deben atravesar puentes y o muros de vidrio; y las almas suben al cielo por escaleras de cristal. Así el vidrio y el cristal representan las dificultades a vencer. En alquimia por su transparencia y ver lo que guarda el interior, el cristal y el vidrio son un símbolo de la perfección espiritual y de los cambios de estado.

La zapatilla o el zapato tienen múltiples simbolismos: los esclavos van descalzos por lo tanto usar zapatos implica ser alguien libre; por otra parte los niños corren descalzos y al crecer y asumir responsabilidades, usar zapatos se vuelve un signo de iniciación. Los hombres santos usan zapatos para no tocar el suelo (lo terrenal) y al entrar en algunos templos los hombres se descalzan por igual razón, para dejar atrás lo terrenal. El zapato en la mujer es también un fetiche para el hombre; los psicoanalistas ven en la punta de los tacones una imagen del pene (eso lo ven ellos nada más) con el cual la mujer domina al hombre; de ahí la frase francesa del hombre dominado por su mujer: «está bajo la zapatilla de la esposa».

En Cenicienta se vuelve un símbolo del control; le da al Príncipe la herramienta para encontrar a la joven y elevarla en su nivel social de sierva a princesa; aunque en Disney son mensajeros lo que buscan a la joven de la zapatilla, rompiendo la importancia simbólica de la búsqueda por parte del joven héroe, ya que tres veces parte el Príncipe a buscar su amor, en dos oportunidades las feas hermanas se cortan los dedos y talones de los pies para engañar al chico; las aves y/o animales descubren la trampa, hasta que en la tercera oportunidad se logra el objetivo. Tres veces fue Cenicienta al baile, tres veces el Príncipe la buscó.

El papel del padre

El papel del padre varía en las tres versiones, en la primera versión, es alguien indiferente al destino de su hija y dominado por su segunda esposa, el padre es como el rey del ajedrez, sin muchas posibilidades de movimiento y casi ausente en la obra, algunos lo comparan al sol del año viejo y el Príncipe es el sol del año nuevo; Cenicienta sale del verano y cruza sola el invierno para renacer en primavera con los nuevos rayos del sol naciente.

En la segunda versión el padre asume el rol de la madrastra, es el que persigue y expulsa a la hija, es alguien débil (como en el primer caso) que se deja llevar por las fuerzas negativas.

La tercera versión es donde cobra importancia, ya que entramos en un tema tabú, el incesto; aunque algunos autores tratan de justificar el hecho aludiendo locura senil, al confundir a la hija menor con la madre. La amenaza de un matrimonio incestuoso hace que Cenicienta experimente el mismo efecto que el rechazo o el descuido por parte del padre; la separa bruscamente de la inocencia y la infancia y la precipita en el mundo adulto del sexo, la aventura y el peligro.

Las uniones incestuosas aparecen en muchas mitologías, los dioses se unen a sus hermanas (sus iguales) para mantener la pureza y tratar de recobrar la unión perdida en la creación cuando se separaron la tierra y el cielo; la alquimia busca reconstruir al andrógino (un ser hombre/mujer), busca recobrar la unidad primordial, restaurada con la unión de las partes separadas. En Egipto los faraones se casaban con sus hermanas para mantener la pureza de la divinidad (el faraón era la representación del dios del cielo en la tierra). Pero el incesto tiene un problema, la genética, iguales genes provocan el incremento de algunas características comunes, no necesariamente positivas, degenerando a los herederos; ejemplo de ello fue el resultado de las bodas entre parientes en las monarquías europeas, en la edad media hasta finales del siglo XVIII, como una forma de no perder o tener que dividir las tierras; resultando reyes no solo con malformaciones físicas, sino con serias taras mentales. Para evitar ello, se tiene un tabú en la mayoría del mundo sobre el incesto; con el fin evitar estas consecuencias embrutecedoras.

El incesto representa aferrarse al pasado y conocido y así evitar enfrentarse a lo nuevo y desconocido. El padre ve en su hija lo conocido y trata de mantener la feli­cidad pasada, no tiene la fuerza de voluntad para desprenderse del pasado e ir a lo nuevo. También la gran diferencia de edad implica un temor a la muerte; los hombres mayores siempre tratan de casarse en segundas nupcias con chicas que podrían ser sus hijas, para así poder sentirse más jóvenes.

En las segundas dos versiones se tiene que Cenicienta ante la amenaza de muerte por parte del progenitor debe huir, se suele agrega en la tercera versión la parte de que para contener a su padre le pide vestidos maravillosos (es la forma que los obtiene) y luego escapa disfrazada. En ambas versiones es muchas veces ayudada por alguien más, animal, hombre o mujer, o un ser mágico, quien no sólo la ayuda a encontrar o conseguir los vestidos y el disfraz, que suele ser de pieles de animales, de pastos u hojas, sino que la esconde o lleva al palacio del Príncipe, presentándola como sierva, es en este momento que la joven inicia su periodo de servidumbre.

El Simbolismo de la Sal

Las variantes del «Rey Lear» siempre hablan de sal; la hija menor le responde al rey que su amor por su padre es igual que el amor del rey por la sal. Aunque el rey no entiende el símil y expulsa a la hija, y no entiende el significado hasta que tras la boda de su hija se le sirve comida sin sal. La sal le da sabor a los alimentos, igual se dice que «las emociones y la variedad son la sal de la vida».

La escogencia de esta «especie» no es for­tuita. Las tres hermanas son: el cuerpo, la mente y el espíritu; en alquimia medieval los cuatro elementos clásicos (fuego, agua, aire y tierra) habían sido reemplazados por una imagen más cristiana: azufre, mercurio y sal. El mercurio simboliza lo fluido, lo dinámico, lo femenino; es fluido y sujeto a la sublimación, es el espíritu sutil. El azufre simboliza lo fijo, lo estable y lo masculino; es combustible graso y aceitoso, se le atribuye la posición de mediador del alma; la sal es el moderador y estabilizador de ambas tendencias. La Sal une los dos principios y es entonces cuando el alquimista logra el andrógino alquímico, que simboliza la unión de los opuestos; su poder solidificante la hace corresponder con el cuerpo.

La sal simboliza también: permanencia, fidelidad y amistad. La sal es  amuleto, al poder de evitar que los alimentos se corrompan le ha conferido esa imagen. En los países orientales era costumbre tradicional colocar sal ante los extranjeros, como señal de amistad y buena voluntad. Pan y sal significan hospitalidad. Rociando con sal se evi­ta que las hadas roben a un recién nacido y se colocaba en los labios de los bebés romanos de ocho días para alejar a los espí­ritus. Las hadas no pueden comer alimentos con sal y las brujas le temen a la sal; pues las secan.

 

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Fuente principal: J. C. Cooper «Cuentos de Hadas»

Editorial Sirio C.A. España. 1998.

 

Los cuentos infantiles (4) entre los cinco y siete años.

Superada la etapa de aprender a hablar, viene la etapa de aprender a imaginar. Aparecen los primeros cuentos de hadas (Blancanieves, Cenicienta, Caperucita, Aladino, el gato con botas….), con argumentos sencillos, trama lógica y con un buen final.

 

 

 

La estructura repetitiva del cuento facilita la atención sobre la historia, ya que a los niños les cuesta mantener su atención fija. Por ello los acontecimientos han de fluir rápidamente para mantenerse atentos a la trama. Al final de etapa (6 a 7 años) los cuentos de aventuras y los héroes entran en escena. Con protagonistas humanos y personajes secundarios. Cuentos folklóricos, las fábulas y el humor se hacen presentes para ilustrar situaciones de moral y buenas costumbres.