Changeling, cuando las hadas roban niños

En Gales la palabra inglesa ‘Silly‘ hace referencia a varias hadas. ‘Silly‘, que en el ingles moderno traduce ‘tonto’ tiene su origen la palabra Seely (feliz, con suerte, o bendito) del ingles medio (ingles hablado durante los siglos XII a XV cuando los normandos influyen sobre los pueblos anglo sajones —que hablaban el hoy conocido ingles antiguo— y se separan el ingles y escocés). En ese periodo el término ‘Seely‘ se registra en numerosas obras de la literatura de este inglés medio, y muchas baladas y cuentos hablan de los ‘Seilie wichts‘ un término que en las tierras bajas escocesas se usa para referirse a las hadas.

Dama Verde (de Lady Symphonia)

La más conocida estas hadas es una llamada Sili go Dwt, y en ella se repite, en términos, galeses la leyenda alemana de Rumpelstinski (narrada por los hermanos Grimm). En la versión galesa una pobre mujer recién viuda, y con un bebe, ha sufrido el robo de unos ladrones del dinero de la posada que administraba, así como del ganado que poseía. Desesperada la viuda llora su desgracia cuando golpean a su puerta; en la misma una anciana vestida de verde le pregunta por su llanto y la mujer explica sus penas. La Dama Verde le dice que deje de llorar, mostrando en su mano un saco con monedas de oro como pago por posada; más a cambio por el oro pide a la viuda que el entregue a su hijo. La mujer le ofrece cualquier otra cosa, incluso a ella misma, pero la Dama Verde no se inmuta; finalmente la dama le indica que volverá en tres días, si para esa fecha ella descubre como ella se llama, la viuda podrá quedarse con el oro y el niño. La mujer corre con unos parientes a contar su desgracia, pero nadie puede ayudarla; ya de regreso y desconsolada, en medio del bosque escucha un canto y se acerca a mirar; en un circulo de hadas, una pequeña hada canta y baila frenéticamente, cuando más se acerca la mujer escucha: «como la viuda se reiría, si ella supiera que Sili go Dwt es mi nombre»; la mujer escucha esto y retrocede en silencio. Llega el tercer día y la Dama de Verde se presenta y la viuda empieza a nombrar todos los nombres en inglés que recordaba, y los viejos nombres galeses como: Garmy, Gorasgwrn, Rhelemon, Enrydreg, Creiddylad, Ellylw. Gwaedan, Rathtyeu, Corth, Tybiau, Cywyllog, Peithian. Pero el dama movió en negación la cabeza a cada uno. Entonces dijo la viuda: «Tengo un nombre más. ¿Es su nombre el nombre Sili go Dwt por casualidad?» El hada se acercó a la chimenea en una llama de fuego, tal era su rabia y decepción. Dejó en el oro detrás a la viuda compensado el alquiler y el ganado robado, y había más que suficiente para vivir bien por mucho tiempo. El niño creció sano y fuerte y cuando fue adulto entro a la guardia y a los bandidos que a su madre habían robado finalmente capturó y los colgó el verdugo.

En otros cuentos galeses se menciona un hada llamada Silly Ffrit; en estas historias una mujer da vueltas alrededor de un lago, o gruta llamando al hada de dicho nombre y pidiéndole ayuda para poder tejer en su rueca de hilar (en las culturas de ese entonces se pensaba que las hadas vendrían en ayuda del hilador, —recordemos los cuentos irlandeses de duendes que ayudan a los zapateros—; pero también se tenía respecto por esas señoras hadas, que como las antiguas Moiras tejían en sus ruecas el destino de hombres y dioses). La rueca es un símbolo primitivo de la renovación y el cambio, las antiguas diosas de la primavera en el mundo celta tenían ruecas y tejían los pastos verdes que cubren las montañas al terminar el invierno. La rueca también aparece en la historia de Rumpelstinski, el duende malvado alemán salva a la joven chica al hilar en su rueca la paja de un granero y trasformarla en oro, a cambio pide el recién nacido que tendrá la joven campesina con el príncipe que desposa luego; y para salvar a su futuro hijo de ser arrebatado la chica debe descubrir el nombre del duende; los paralelismo entre estas historias denotan una raíz común, aunque es difícil para los historiadores establecer cuál fue el cuento original.

Rumpelstinski

La rueca aparece en muchos otros cuentos de hadas, uno de los más conocidos es el cuento de la Bella Durmiente; condenada a dormir cien años al cortarse con el huso de una rueca, por designio de una hada ofendida, como castigo a los padres de la chica por no haberla invitado al bautizo. En algunas versiones los padres invitaron a doce hadas, dejando a la decimotercera fuera ya que el número era de mala suerte (un problema que se remonta a la idea del Jesús rodeado por doce discípulos hace trece personas en una mesa y ya sabemos lo que paso al que invitaba la cena).

bella durmiente

Los cuentos de robo de niños por partes de las hadas son muy comunes; eran una forma de explicar la muerte infantil en esas épocas oscuras. Se conocía como ‘changeling‘ (cambiados) al acto de intercambiar niños mortales con niños de las hadas (y estos últimos morían a las pocas horas o ya estaban muertos al cambiarlos). Por lo general, los niños eran robados por curiosidad o porque las hadas les han cogido un ojo al niño (agarrarle mala sangre a niño). A veces los roban como una broma o como un acto de venganza. Se dice que las hadas hacen este cambio, si los padres del niño humano han provocado en el mundo de las hadas un delito grave, o si las hadas han sido atacadas de alguna manera por los padres. Rara vez son los niños llevados por el hada por causas románticas (está enamorado del niño o niña); sin embargo, es una posibilidad. Los niños a veces se roban y se venden a otras hadas en una especie de servicio de esclavitud.

changeling

Por lo general el niño que dejan las hadas es una muñeca hecha de ramas y hierbas que se parecerse a un niño humano. Estos seres tienen una vida útil muy corta, sin embargo, en algunas historias, estas muñecas crecer en la sociedad humana hasta adultos y se convierten en los grandes artistas de su tiempo. Las hadas también a veces llevan a la personas mayores a su reino. Por lo general, lo hacen si una cualidad específica acerca de la persona las atrae. Una vez en el reino de las hadas, duendes, trollselfos, etc.; los humanos se vuelven generalmente siervos o animales domésticos.

changeling

En ciertas mitologías, el tiempo pasa de manera diferente en el mundo de las hadas; y son ellas quienes determinan la rapidez con que crecen estos niños. Como niños por lo general sólo jugar, mientras las hadas los observan. Cuando se vuelven adultos, las hadas los transforman en su siervos (aunque siempre son bien amado), en artistas para su disfrute (cantantes, músicos….), y a veces en amantes; aunque algunas veces las hadas se han aficionados especialmente a ellos que los convierten en un adorno. A veces las hadas mantienen los seres humanos como mascotas o como sus propios hijos, aunque esto es raro. Los changelings que viven con las hadas casi nunca quieren dejar a sus amos y les son muy leales.

changeling -3

Hay cuentos de una niños raptados por las hadas y que muchos años después regresan a su hogar natal. Cuentan algunas historias que una niña fue llevada por las hadas, y el tiempo que paso con las mismas fue tan largo que los nietos de sus hermanos hablaban a sus nietos de su tía que había ido a vivir con las hadas. Una noche a la puerta de la vieja casa donde había vivido la chica, una hermosa joven golpeó la puerta y pidió posada; mientras las niñas la peinaban, sus cabellos se volvían canos y su piel se arrugaba, y al poco tiempo murió de vieja. Situación similar plantea el cuento de Rip Van Winkle de escritos norteamericano Washington Irving; un flojo granjero se escapa de su mujer, trabajo e hijos y se va a los bosques a disfrutar lejos de las obligaciones del hogar; sin querer se encuentra con unos enanos/duendes, con quienes disfruta una fiesta; finalmente, tras despertar de la borrachera, descubre que ha dormido durante veinte años, su mujer a muerto y sus hijos están felizmente casados y con hijos; y ya nadie lo recuerda; ese fue el castigo por haber entrado en el reino de las hadas.

Rip Van Winkle

La magia del mundo de las hadas cambia la naturaleza de los seres humanos que llegan a vivir allí de cierto modo; incluso si se las arreglan para escapar, ya no son completamente humanos. El tipo de cambio que les sucede depende de quien era su amo (hadas, elfos, duendes, goblins, etc.) y lo que hicieron allí mientras estuvieron en el reino de las hadas. Ellos casi siempre tienen una débil comprensión intermedia de las mágicas hadas cuando se van conserva cierta capacidad de glamour y el poder hacer otras cosas (algo de magia simple).

changeling

Existían métodos para repeler a las hadas de las cunas de los infantes, entre los más comunes se tenía dejar un par abierto de tijeras de hierro en la cama del bebé, el hierro es algo que las hadas no toleran; por ello para evitar que espíritus malignos entraran en las casa era común colocar herraduras de hierro en las puertas. Por otra parte para saber si un niño había sido cambiando, se podían ver algunos los síntomas; entre los aspectos negativos del changeling se tenían rasgos desagradables en el cuerpo de niño, extraña palidez en la piel y ha veces un tinte verde (las historias de los niños y hombres verdes), mal genio, y un apetito voraz; como rasgos positivos se incluían un vocabulario extenso a una edad temprana, lo que significaba que la inteligencia del niño había cambiado. Los niños sospechosos de haber sido cambiados eran perseguidos y/o asesinados, y los responsables rara vez eran culpados o castigados; triste destino les esperaba a los cambiados que llegaron a vivir entre los hombres. 

Lunas de Urano (2) Titania y Oberón y el ‘Sueño de una noche de verano’

La idea original para nombrar a las lunas de Urano era que fueran seres elficos, vinculados al elemento aire; así las dos más grandes lunas y primeras tomarían los nombres de la reina y rey de las hadas de la obra ‘Sueño de una noche de verano’ de William Shakespeare. La obra se ubica en el antiguo mundo griego, cuando el Teseo, quien mato al Minotauro, desposa a Hipólita, reina de las amazonas. En medio de los preparativos de la boda, dos parejas de amantes, así como un grupo de artistas, que se preparan para la fiesta de boda, se internan en la noche en bosque, interrumpiendo las disputas de los reyes de las hadas y duendes, y terminando siendo manipulados sus actos por estos seres mágicos.

La obra es una de las comedias más celebradas del autor e inicia con Hermia que se niega a desposar a Demetrio, el marido elegido por su padre Egeo; ya que está enamorada de Lisandro. Su padre recurre al rey Teseo y este le señala a la joven que debe obedecer a su padre o convertirse en servidora siempre virgen (monja) de la diosa Diana (Artemisa); ante tales opciones Hermia se pone de acuerdo con Lisandro para encontrarse en el bosque y huir lejos de la ley. Por su parte Helena, enamorada Demetrio, pregunta a su amiga Hermia como consiguió el amor de Demetrio; aquí Hermia le señala que no lo ama y pretende huir esa noche con Lisandro. Cuando Hermia se fuga con Lisandro al bosque, Helena los denuncia. Su esperanza es que Demetrio, al verlos juntos, rechace a Hermia en su favor. Pero Demetrio sólo le preocupa perder a su futura esposa y la busca en el bosque, perseguido por Helena, a quien trata de alejar, despreciando su amor.

En ese mismo momento un grupo de artistas busca ensayar una obra para presentar en la futura boda del rey Teseo. Los seis integrantes no se ponen de acuerdo en la forma de interpretar la obra teatral de Píramo y Tisbe (una versión greco-romana de Romeo y Julieta); siendo Nick Bottom (Nícolas Fondón) demasiado entusiasta y pretende hacer todos los papeles, provocando la molestia del grupo y que en el ensayo, en su intermedio Bottom se interna solo en el bosque.

Por su parte Oberón y Titania, que se han acercado a Atenas por la boda, discuten por un lindo muchacho indio a quien la reina ha tomado como paje, joven que deseaba Oberón como heraldo en su séquito. Molesto Oberón decide castigar a Titania y envía a su siervo Puck (también llamado Robín el Bueno) para que busque una flor cuyo jugo da un filtro de amor para usarlo con Titania. Pero antes de que se lo traiga manda a que lo use en un joven que en bosque a tratado mal a una chica enamorada y se revierta la situación. Puck hace el encargo, salvo por un pequeño detalle, usa el embrujo en Lisandro, que se ha encontrado con Helena, cuando esta fue despreciada por Demetrio. Así Lisandro empieza a perseguir a Helena, quien sabiendo que realmente ama a Hermia, piensa solo le esta jugando una mala broma.

Puck se encuentra con Bottom y el resto del grupo de actores en el bosque y en broma le transforma la cabeza en una de burro cuando este se separa del grupo; al regresar con sus amigos, estos al verlo transformado salen despavoridos. Bottom solo y abandonado se pone a cantar para tranquilizarse, despertando a Titania, sobre quien Oberon ya a puesto el filtro de amor. La reina de las hadas se enamora del ser con cabeza de burro y lo atiende con sus siervas.

Por su parte Oberón a descubierto la equivocación de chico y manda a Puck a corregir el entuerto; este consigue a Demetrio le aplica la poción. Cuando Demetrio despierta ve a Helena y se enamora de la joven, quien es ahora perseguida por los dos chicos, mientras Hermia se siente desolada al descubrir que estos no se pelean por ella sino por Helena. Oberón finalmente interviene antes de que los chicos se maten entre si; y con Puck pone a las dos parejas de amantes a dormir, para reorganizar las cosas.

Con Titania encantada con el burro, Oberón consigue finalmente quitarle el mozo indio y luego retira el encanto de su mujer, mientras Puck se ha encargado de despachar lejos a Bottom y de devolverlo a la normalidad. Al amanecer todos los mortales creen haber estado soñando, Teseo e Hipolita encuentran a las parejas de amantes (ahora en el orden correcto) y accede a que se casen como quieran; Bottom se reencuentra con sus amigos, y como no habían ensayado terminan haciendo la peor interpretación de una tragedia, que resulta en comedia, para la diversión de todos los presentes.

Sueño de una noche de verano’ fue publicado por primera vez en 1600, se debió actuar antes o durante 1598. Una determinación más exacta de su fecha sólo se pueden derivar de la evidencia interna suministrada por alusiones en el texto o en el estilo métrico y general. Así es colocada como la última de las primeras comedias de W. Shakespeare, quien hace un anticipo con ‘Los dos hidalgos de Verona’, pero sin alcanzar la firmeza de la mano de ‘El mercader de Venecia’. Al reconocer desde el principio que ‘Sueño de una noche de verano’ es una comedia más que un drama, explica que los personajes son tan simples que no provocan en el lector el menor interés por análisis psicológicos por conocer las mentes de los protagonistas mismos. De las tres docenas de obras de W. Shakespeare, encontrar las fuentes originales en poetas anteriores es fácil, pero dos escapan a esa simple comparación y búsqueda; una es ‘La Tempestad’ y la otra ‘Sueño de una noche de verano’.

Sueño de una noche de verano’ es como lanzada al viento, la obra conjuga figuras clásicas (Teseo, Hipolita), bromas sobre el campesinado del siglo XVI, y cuentos de hadas tradicionales (Oberón, Puck). Las tres tramas se conjugan, la principal es la sentimental, la secundaria es pura payasada, mientras que tercera son los celos mutuos de Titania y Oberón. muestran que la triple inspiración se obtuvo en la literatura, la observación, y la tradición oral.

(Para leer la obra pulse la imagen)

La primera trama: Los cuatro amantes en la corte de Teseo e Hipólita

Aunque la obra inicia con Teseo e Hipólita hablando de su boda; la mayoría de los mitos griegos refieren que fue otra amazona la desposada por Teseo. Según los mitos, Heracles estaba en su noveno trabajo, ‘Robar el cinturón mágico’ dado por Ares (dios de la Guerra) a su hija Hipólita (reina de las amazonas). En esa aventura lo acompaña su primo segundo Teseo (según los parentescos hijos de Pélope son Piteo y Lisídice; el primero padre de Etra, madre de Teseo; mientras que Lisídice es madre de Alcmena, la madre de Heracles). Aquí existen varias versiones de lo ocurrido, la primera es que Hipólita enamorada de Heracles le entrega el cinturón de buena gana, pero Hera le había señalado a las amazonas que los griegos (Heracles y los otros) estaban ahí para matarlas, y estas atacaron al grupo griego; ocurre así que Heracles mata a Hipólita en su huida, arrancándole el cinturón. Una segunda versión es que Heracles y Teseo secuestran a Melanipa, una hermana de Hipólita, y exigen el cinturón como rescate, y liberándola tras conseguirlo. Tras conseguir el cinturón, Teseo secuestra a Antíope, otra hermana de Hipólita; y los héroes escapan con el cinturón y con Antíope, seguidos de las amazonas, que se sienten engañadas, es aquí ahora cuando Heracles mata a Hipólita en su huida; las amazonas llegaron hasta Atenas pero fracasan en su intento de rescatar a Antíope. El destino de Antíope es (1) que muere durante el ataque de las amazonas en Atenas, (2) en el parto del hijo de Teseo, Hipólito, (3) cuando Teseo decide casarse con Fedra, rechaza a Antíope, que regresa acompañada con las amazonas para matar a todos en la boda; pero que es muerta en el intento por los soldados de Teseo, o por otra amazona, Pentesilea. Según los mitos Pentesilea ayudó a los troyanos en la guerra de Troya, porque el rey Príamo la había ayudado a superar el pecado de matar a su hermana. Shakespeare asume que en la búsqueda de cinturón, Teseo secuestró a Hipólita y luego se enamoraron; basándose quizás en la versión de Plutarco que planteaba esta versión.

Aunque existe una posibilidad literaria de boda entre Teseo e Hipólita, hay dos obras que refieren el tema, estas de otro escritor clásico, este del mundo medieval italiano, se trata de Giovanni Boccacio. La primera es Filostrato (quien es el maestro de ceremonias en la obra de Shakespeare), nombre que mezcla palabras griegas y latinas y traduce ‘abatido por el amor’. Es la versión del poeta italiano de la historia de Troilo y Cresida, inspirada en versiones romanceras francesas del siglo anterior a Boccaccio. La segunda, ademas del nombre es la que realmente muestra grandes comparaciones con la obra de teatro de Shakespeare es ‘La Teseida’, que se resumen como sigue:

Teseo, hijo de Egeo (que con Shakespeare aparece como padre de Hermia), en lucha contra las amazonas obtuvo por victoria y novia a su reina, Hipólita. Trayéndola junto con la hermana Emilia a la ciudad de Atenas es abordado por algunas mujeres tebanas que rezan para que los ayude en contra de la maldad de su rey Creonte (el tío de Edipo). Teseo acepta su pedido y promete derrotar a Creonte. En la batalla ganada por Teseo quedan varios tebanos heridos; entre ellos Arcita y Palamon, nietos de Cadmo (fundador de Tebas); quienes son puestos en la cárcel de Atenas junto con otros prisioneros. Un día ambos miran por la ventana a Emilia y ambos se enamoran de la chica.

Teseo tiempo después decide cambiar por exilio la pena de prisión de Arcita; pero este no desea estar lejos de la amada y regresa disfrazado bajo el nombre de Penteo, donde se convierte en el sirviente de confianza de Teseo. Apenas tiene oportunidad Arcita ayuda a escapar a su amigo Palamon. Ya fuera de Atenas, Palamon le señala su amor por Emilia; ello provoca una disputa entre los amigos; es entonces que los dos son atrapados por Teseo y al saber la razón de su disputa, señala que dará en matrimonio a Emilia a aquella persona ve gane el duelo. En la disputa vence Arcita, pero mortalmente herido, quien en testamento sede a Emilia a Palamon. Esta obra tiene elementos comunes con la obra shakesperiana; dos mozos se disputan a muerte el amor de una chica (Emilia = Hermia) y los hechos ocurren en la casa de Teseo e Hipólita. La obra de Boccaccio fue posteriormente adaptada al teatro y escrita de forma conjunta por John Fletcher y William Shakespeare, esta se llama ‘Los dos nobles caballeros’ y agrega al tema la hija del carcelero, quien es la que ayuda a escapar a Palamon, ya bosque, la hija del carcelero termina loca al no ver correspondido su amor por Palamon. En el bosque se encuentra Palamon con Arcita, que se hacía llamar Filostrato, y es cuando ocurre la pelea y todo lo demás contado.

La segunda trama, los cómicos y la historia de Tíramo y Pisbe

A diferencia de la primera trama, no existe fuente directa para la segunda. El grupo de los cómicos, formado por rudos trabajadores proviene de la propia observación del escritor de los hombres y mujeres de su entorno. En esta segunda trama es importante la transformación de la cabeza de Nick Bottom en burro; de partida el nombre del personaje, que se traduce en español a Fondón (‘fondo’ realmente es la traducción), es en realidad otra forma de decir trasero, pero que vulgarmente en ingles se usa ‘Ass‘, palabra que en español traduce burro; así desde el inicio la vinculación del personaje con el burro es inmediata.

Y burro en español o en ingles representan eso mismo, a un hombre torpe, idiota, burro. El personaje no sabe nada de actuación, pero que cree en sí mismo un gran actor, ningún papel le es suficiente, si pudiera representaría a todos en la obra que su grupo de amigos, todos ellos humildes trabajadores de la ciudad, que tratan de interpretar para la boda de Teseo e Hipólita.

El episodio de transformación de Bottom o en un burro, pudo haber sido sugerido por un pasaje de Reginald Scot de su obra de 1584, ‘Descubriendo la Brujería’ (1584), en una sección del libro se menciona el supuesto poder de las brujas para cambiar a los hombres en animales. La principal historia registrada en la obra es la de un marinero inglés en el extranjero que se metió con una bruja y fue transformado por ella en un burro, cuando él intentó reunirse con su tripulación, fue golpeado en la pasarela con desprecio. La misma obra hace referencia a la literatura latina del siglo II, específicamente a la obra ‘Las Metamorfosis’ de Lucio Apuleyo; mejor conocida por el nombre de ‘El asno de oro’.

Esta se trata de una novela picaresca, imaginativa, irreverente, entretenida y a menudo sexualmente explícita, que narra las ridículas aventuras de un tal Lucio, un joven viril obsesionado con la magia; cuyo entusiasmo fervientemente lo lleva a verse transformado accidentalmente en asno. Bajo esta forma, Lucio, miembro de la aristocracia romana, se ve forzado a ser testigo y víctima de las miserias de los esclavos y desposeídos, reducidos —al igual que él— a poco más que bestias de carga, bajo la explotación de ricos terratenientes. Así el burro de Apuleyo y de Shakespeare comparten a un personaje que se cree más de lo que realmente es y en ambos es transformado total o parcialmente en burro. Por ello la imagen de la transformación de Bottom hace así referencia la tradición inglesa en las brujas y sus poderes; algo que era normal y común en la Inglaterra rural de esos años del siglo XVI al XVII.

La segunda parte de la segunda trama es la historia de Píramo y Tisbe, es una leyenda de la tradición greco-latina y Shakespeare la usa como la obra que estos neófitos actores tratan de representar, para así ganar un premio monetario, que no viene mal a sus pobres bolsillos. Esta historia fue usada dos veces por W. Shakespeare, en ‘Sueño de una noche de verano’ como un complemento incluido en la obra que tratamos; y la segunda es la versión ampliada de Romeo y Julieta’. En el mito Píramo y Tisbe son dos amantes, vecinos pero separados por un muro, se ven y hablan por un agujero en el muro que los separa; una noche deciden huir y encontrarse en el campo; Tisbe llega primero, pero un león que por cerca pasaba la obliga a escapar, dejando caer su manto; donde el león lo desgarra y pone los restos de la sangre de su anterior comida. Cuando Píramo llega al ver el manto ensangrentado cree que Tisbe ha sido devorada por la bestia y se suicida; al regresar Tisbe y encontrar a su amado muerto se suicida también; los dioses transformaron las moras del lugar, que antes eran blancas en rojas, al ser impregnadas por la sangre de los amantes.

La tercera trama, las hadas: Titania y Oberón, Puck y Mab

En el mundo ingles las hadas (the fairies) representa a un grupo de seres tan diversos, distintos y complejos, que lejos de esas personitas con alas de insectos a las que nos han acostumbrado los libros y las películas para niños, tienen una presencia solo equiparable a nuestro vocablo de duende, que usamos en español para describir a una multitud de seres distintos (goblins, leprachaums, manes, lares, gnomos, etc.). Las hadas en español hace referencia a las Fairy en ingles, palabra que deriva del Fay francés y esta del plural latino Fata, (que se siente para nuestra lengua hoy como singular femenino) de la palabra Fatum, que significa destino; así las hadas son sinónimo de destino, se las puede vincular a las Moiras o Parcas, que tejen y destejan el destino de hombres y dioses. En la obra, Oberón y Titania discuten haber modificado mutuamente el destino de los futuros esposos Teseo e Hipólita:

Titania dice: —Y yo seré tu esposa. Pero sé que te has escabullido del País de las Hadas y, encarnado en Corino, te has pasado el día tocando el flautillo … en verdad, que la esforzada amazona, tu dama cazadora, tu amada guerrera, va a casarse con Teseo y tú pretendes dar al tálamo dichas y venturas?. —A lo que responde Oberón—: ¿Y tú cómo te atreves, Titania, a mencionar mi buen entendimiento con Hipólita sabiendo que yo sé de tu amor por Teseo? En la noche estrellada, ¿no le apartaste de Perigenia, a quien sedujo? ¿No le hiciste ser infiel a la bella Egle, a Ariadna y a Antíope?

Shakespeare presenta una nueva y original concepción de las hadas; de ‘Sueño de la noche de verano’, sus personajes feéricos pasaron casi de inmediato a la tradición literaria mundial. De los tres personajes elficos presentes en ‘Sueño de una noche de verano’; la primera, Titania, la reina de las hadas recibe su nombre del genérico griego de las hijas de los Titanes (Titanidas); también el poeta Ovidio usa este nombrecomo epíteto de la diosa Diana (Artemisa, diosa de la luna y la noche; hermana de Febo/Apolo el sol, signo del verano), no por nada Teseo amenaza a Hermia con convertirla en una sacerdotisa siempre virgen de la diosa Diana; en la obra es importante señalar que la noche en cuestión ocurre en el solsticio de verano (Midsummer) y hay luna llena, una combinación rara y mágica para la ‘Noche de San Juan’ de la tradición española. En la obra de Reginald Scot se señala que Diana es uno de los nombres de la ‘dama de las hadas‘, y en la obra del rey ingles Jaime I de 1597, en su ‘Demonología‘ hace referencia a un cuarto tipo de espíritus, a los que califica de gentiles, los llama ‘Diana y su corte errante’ y que nosotros llamamos hoy hadas.

Se señala que la verdadera reina de las hadas en la tradición medieval anglosajona es Mab, quien es heredera de la Morrigan de las tradiciones celtas, diosa de la guerra, la muerte y la noche, y de Morgana, la bruja de la leyendas del Rey Arturo. Tras Shakespeare, Titania reemplaza a Mad en el papel de reina de las hadas, pero la tradición y la literatura han dejado a ambas un lugar propio en la tradición inglesa y literaria mundial; mientras Titania reina en el verano, el calor y el vida, Mab se vuelve la reina en el invierno, el frío y la muerte.

La reina Mab aparece nombrada en la obra ‘Romeo y Julieta del celebre escritor ingles, no es una protagonista, sino una referencia; así le habla su amigo Mercucio a Romeo enamorado:

Ya veo que te ha visitado la reina Mab, la partera de las hadas. … . Y con tal pompa recorre en la noche cerebros de amantes, y les hace soñar el amor; … . Esta es la misma Mab que de noche les trenza la crin a los caballos, y a las desgreñadas les emplasta mechones de pelo, que, desenredados, traen desgracias. Es la bruja que, cuando las mozas yacen boca arriba, las oprime y les enseña a concebir y a ser mujeres de peso, es la que… —¡Calla ya Mercucio, calla!— grita Romeo.

Oberón por el contrario si viene de la tradición medieval; es el heredero de Alberich, (elbe reix, elves rex = rey de los elfos), personaje duende/elfo que codiciaba el oro del Rin y que aparece en la gesta de los Nibelungos de la tradición nórdica. Oberón aparece con ese nombre como rey de los duendes en las leyendas del Rey Arturo y en varios cantares de gesta franceses. Más tarde fue vuelto a vincular con la muerte, era un ser que cuya vista aseguraba que había llegado el final de la vida, a modo de las Banshies inglesas. La descripciones de Oberón varían, mientras que las reinas de las hadas son descritas siempre como seres hermosos, aunque terribles; a Oberón, vinculado a los elfos ingleses (duendes enanos y arrugados, distintos a los elfos nórdicos, altos y esbeltos) se le representa como un enano viejo y de mal carácter. Otras versiones, más producto de la obra Shakespeariana, lo ponen como un genio del bosque, alto, esbelto, coronado con astas de ciervo, a semejanza de dios celta Cernunnos, otro dios vinculado a la muerte y la naturaleza.

Así mientras Titania es el orgullo, la fuerza y la vida, Oberón siempre se le vincula más con la codicia, el engaño y la muerte. Si se revisa más atrás en la tradición, el rey de hadas y duendes (de manes y lares) es en entre los romanos el dios Plutón (el dios griego Hades, dios de los muertos) y su esposa es Proserpina (la diosa Perséfone, una diosa que anuncia el fin del invierno y el inicio del verano), esta correspondencia es perfectamente aplicable a Oberón y Titania, el propio Robín (Puck) en la obra llama a su señor:

Créeme, Rey de las Sombras; …—.

Puck forma parte del folklore inglés, como personificación los espíritus de la tierra. El nombre dado por Shakespeare es Robín Goodfellow (Robín el bueno), y que para muchos no hay referencia previa y empezó a usarse como sinónimo del duende tras la obra. Puck describe a un duende domestico, invocado por los campesinos para que no hiciera travesuras y los ayudara con sus labores (por ello Robín responde como diminutivo de Roberto y llamándolo bueno como a todo niño para que no sea travieso o malo). Es tradición antigua llamar a los seres malignos y/o peligrosos con sobrenombres más propicios, recordemos que el mundo griego a las terribles Erinias o Furias se les llamaba ‘Las Euménides = Las Benebolas‘. Similar ocurre con las cuatro hadas que Shakespeare le puso nombre en la obra, el resto no tiene nombre y son simplemente hadas; puestas posteriores en escena de la obra le han puesto diversos nombres a estos seres que acompañan a los reyes de las hadas, como una forma de que cada actor no se sienta como un relleno; pero los nombres de las cuatro asistentes son: Flor de Guisante, Telaraña, Polilla, y Mostaza (las semillas), y son para tipificar: la gracia, la ligereza, la velocidad y la pequeñez.

Puck guarda semejanza con el Phooka, que era una especie de duende del bosque que extraviaba a las personas en los bosques, que tenía apariencia de fauno y cabeza de cabra (a veces de caballo negro), así como con otros duendes como el Puca o Pwca gales, el Puki (pequeño diablo) de Islandia, el Brownie escocés, los Piskies de Cornualles, el Kobold y el pickel alemán, los Nixies (o Nøkkens) escandinavos o el Pukje (pequeño demonio) noruego. A Puck, Robín o Robín Goodfellow se le pone como emisario de Oberón, y es el inspirador terrores nocturnos en las mujeres de edad, de extraviar viajeros, soplar las velas para besar a las chicas en la oscuridad, quitar las sábanas o hacer caer a los durmientes de sus camas al suelo frío, cambiar los bebés en cunas con hijos de elfos; y hace todo su trabajo bajo el amparo de la luz de la luna. Puck es por tanto un duende travieso, que al ser vinculado al elemento tierra se le describe como los antiguos sátiros o faunos; como en la obra teatral, Puck disfruta perdiendo a los hombres en los bosques, enredando las cosas; representa sobre todo al desconcierto, las equivocaciones y los sustos.

Las tres tramas de la obra, distintas pero iguales entre si, nos hablan de destinos, amor y muerte; los amantes pelean por las chicas que aman casi hasta la muerte, Píramo y Tisbe son amantes condenados por la fortuna al infortunio del suicidio; y los reyes de las hadas (Oberón y Titania) discuten como manejar sus dones; así las hadas como guías de los destinos en la obra evitan la muerte de los amantes, que estos no repitan estos los errores y prisas que tuvieron Píramo y Tisbe; y son a su vez la amalgama que permite combinar las distintas tramas y dar a la obra ese toque de magia que ha permitido a estos personajes tan simples y planos sobrevivan en una de las obras más representadas y conocidas del mundo del teatro.

Ángeles y arcángeles (1) Los cuatro arcangeles

Hablar sobre ángeles implica muchas veces ponerse a caminar sobre suelo inestable, siempre se puede herir sentimientos y particularidades; aun así la idea de esta entrada no es discutir nociones filosóficas sobre su existencia y naturaleza, sino exponer distintas ideas y cada quien es libre de creer en ellas o no.

El concepto básico es que la noción de ángeles se vincula a seres de naturaleza intermedia entre dioses y hombres; eran los ‘encargados’ de servir a los dioses y de trasmitir a los hombres los deseos de los mismos. Toda cultura ha tenido estos seres intermedios mensajeros, en la antigua Grecia se les conocía como daimones (de donde proviene la palabra demonio, y que fue luego usada para nombrar a los ángeles caídos) y que los romanos asociaron a genios del hogar y espíritus de los ancestros.

En la mitología griega, la más rica de la tradición occidental se tiene que los dioses eran servidos por muchos seres de menor poder que ellos, pero en definitiva más fuertes que los hombres; daimones y ninfas cumplían a cabalidad con esta idea; más al norte entre los adoradores de Odín y los dioses nórdicos, las hermosas valquirias con sus alas blancas servían a hidromiel a aquellos dioses del frío ártico y bajaban a la tierra por las almas de los caídos en batalla. Entre los celtas hadas y genios servían a los dioses dentro de sus madrigueras en el subsuelo. En Babilonia y Nínive toros alados con cabezas humanas, lamassus, eran cabalgadura de los dioses de la tierra entre ríos y sus estatuas cuidaban las puertas de estas ciudades; más al sur, en Arabia, el propio profeta Mahoma fue elevado a los cielos en un ser (ángel) de similar apariencia el Al-Burak.

La apariencia y número de los ángeles y demonios varia igual de cultura a cultura, pero son las tres religiones monoteístas las que más han desarrollado la existencia de estos seres. Según estas tres principales religiones los ángeles además de actuar como mensajeros, ejecutan los juicios de Dios y sirven a los creyentes.

Según las Sagradas Escrituras hay siete arcángeles:

«Yo soy Rafael, uno de los siete ángeles que tiene entrada a la gloria del Señor» (Tobias 12:15)

«Reciban gracia y paz de Aquel que es, que era y que viene de parte de los Siete Espíritus que están delante de Su Trono» (Apocalisis 1:4)

Las Sagradas Escritura mencionan el nombre de sólo tres nombres: Miguel (Apocalisis 12:7-9), Gabriel (Lucas 1:11-20; 26-38) Rafael (Tobias 12:6, 15). Los nombres de los otros cuatro arcángeles no aparecen en la la Biblia y la Iglesia sólo reconoce los nombres que se encuentran en las Sagradas Escrituras. Los otros cuatro no son doctrina de la Iglesia ya que provienen de libros que no son parte del canon de la Sagrada Escritura; esos nombres difieren de libro en libro, de autor en autor; reconoceremos para efectos de este punto uno más, común en muchas de las tradiciones, el arcángel Uriel . Señala M. González W. lo siguiente:

En la Biblia sólo se mencionan los nombres de tres de los ángeles, Gabriel, Miguel y Rafael, este último sólo aparece en el Libro de Tobías, y sólo en las Biblias católicas y ortodoxas. La Iglesia Católica tiene tal respeto por estos tres ángeles que les ha adjudica el 29 de septiembre en su calendario de Santos. A pesar de ser ángeles, que es una jerarquía espiritual mucho más elevada que la de los santos, la Iglesia se refiere a ellos como San Gabriel, San Miguel y San Rafael.

La mayor parte de la información que tenemos sobre los ángeles cristianos proviene de otras fuentes, entre las que están el Talmud y los Midrash hebreos y otras escrituras rabinicas incluyendo la Cábala. El Koran y otros libros musulmanes nos hablan de los ángeles y sus grandes poderes y el Libro de Enoch nos revela los nombres de muchos ángeles, entre los cuales están también los ángeles caídos. Un gran compendio de ángeles ha llegado también hasta nosotros de otras fuentes menos conocidas, como los libros de Apócrifos, El libro del ángel Raziel, La gran clavícula de Salomón, La pequeña clavícula de Salomón, también conocida como Goetia, El arbatel de la magia, El sexto y séptimo libro de Moisés y otros muchos. Pero de todos los ángeles mencionados en todos estos libros, los más conocidos y más venerados son los cuatro grandes arcángeles Rafael, Miguel, Gabriel y Uriel. Este ultimo ángel es menos conocido que los otros tres, pero su influencia es inmensa en la tradición angelical.

Rafael, Miguel, Gabriel y Uriel están identificados con los cuatro elementos y los cuatro puntos cardinales, los cuales rigen. Los elementos y los puntos cardinales forman una rueda, un círculo de gran poder y magnetismo dentro del cual se encuentra el globo terrestre. El primer punto cardinal es el Este, que es donde sale el Sol cada mañana, y corresponde al elemento aire, regido por Rafael. Moviéndonos hacia la derecha adentro de este circulo cósmico, según las agujas del reloj y del Sol, llegamos al punto cardinal del sur, el cual corresponde al elemento fuego, regido por Miguel. Del Sur pasamos al Oeste, donde se pone el Sol por las tardes, que corresponde al elemento agua y es regido por Gabriel. Y del Oeste pasamos al Norte, que corresponde al elemento tierra y es regido por Uriel.

Si visualizamos a la Tierra dentro de esta rueda solar, podemos ver que los cuatro arcángeles están parados en los cuatro puntos cardinales del planeta en forma de cruz. Cada uno de los arcángeles tiene sus propios colores y atributos y una apariencia especial según la antigua tradición mística. Rafael se viste de amarillo con reveses violeta. Representa al amanecer y se describe como un adolescente muy bello de ojos azules y cabellos rubios ensortijados que forman una aureola dorada alrededor de su cabeza. Miguel, que sigue a Rafael en esta rueda cósmica, se viste de rojo y verde y representa el calor del mediodía. Miguel se describe como un hombre joven de unos 25 años de edad. Su piel es clara con tonos dorados, sus ojos son verdes y su cabello es rojo como una llama, espeso y ondulado y le llega hasta el cuello. Gabriel se viste de azul claro con reveses anaranjados. Representa a la tarde. Aparenta una edad de alrededor de 35 años. Su piel es tostada, sus ojos azul verde y su cabello bronceado le llega hasta los hombros. Uriel es el ángel que cierra la rueda solar, es el ángel de la tierra. Se viste de cuatro colores verde oliva, verde-limón, ladrillo, marrón oscuro o negro. Representa al anochecer. Su piel es morena, sus ojos castaños y su cabello castaño oscuro; casi negro, que le pasa de los hombros. Uriel es único de los cuatro arcángeles que tiene barba. Su barba es oscura, espesa pero no larga. Representa una edad entre 40 y 45 años.

Como es fácil ver en esta descripción los cuatro arcángeles, estos van madurando en edad según pasamos de un punto cardinal a otro y su apariencia física se va oscureciendo. Esto se debe a que la rueda solar simboliza el día, desde que amanece hasta que anochece. Es por eso que Rafael es rubio como el sol naciente y Uriel es oscuro como la noche.

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Referencias: «Angelorum, el libro de los ángeles» Migene González Wippler (1999) Llewelyn Wolrd Wide – USA.  Pag 121-122

El décimo tercer signo zodiacal

De unas semanas para acá ha habido un gran revuelo por la supuesta aparición de un nuevo signo zodiacal. Esto es sin embargo noticia vieja. Ya a mitad del siglo XX se postulaba la existencia de un nuevo signo. La explicación de esto tiene que ver con problemas que se remontan entre dos mil a cuatro mil años atrás, con el surgimiento y establecimiento de la fe judía y a partir de ella las religiones más grandes del mundo, la cristiana y la musulmana.

Para poder entender el problema debemos referirnos a tres aspectos distintos:

  1. Misticismo antiguo, culto a la diosa madre, ciclos lunares y fecundidad y el simbolismo del número 13.
  2. Orígenes de la astrología.
  3. Astronomía moderna contra astrología antigua.

Empecemos por el principio. Robert Graves (1895-1985) fue un escritor de grandes novelas y algunos ensayos, entre sus novelas históricas más famosas destacan: Yo Claudio (1934); Conde Belisario (1938), El vellocino de oro (1944) y Rey Jesús (1946); todas basadas en fuentes históricas por lo general y donde se suplieron los vacíos con una ficción verosímil. Pero no todas las obras del autor fueron ficción, entre sus ensayos tenemos: La diosa blanca (1948), Los mitos hebreos (1964) y Los mitos griegos (1968).

Es en su obra «The white goddess —La diosa blanca—» de 1948 se expone una tesis que ha calado en esta era de feminismo moderno. Graves propone la existencia de una deidad Europea del nacimiento, la fecundidad y la muerte, muy similar a la Diosa Madre, pero inspirada y representada por las fases de la luna, figura que se encuentra detrás de los rostros de diversas diosas europeas y mitologías paganas. Por citar algunas de estas diosas triples la mas conocida es la griega Hécate, quien solía aparecerse portando una antorcha como diosa lunar. Zeus le permitió tener parte en el dominio de la tierra, del mar y del cielo estrellado; o mejor dicho, no la privó de este triple honor, del que ella ya disfrutaba en la época de los titanes. Ella era por lo tanto una auténtica titanesa entre titanes. Aparte de esto, se decía también que Hécate era señora del inframundo y en las noches sin luna merodeaba a la cabeza de un enjambre de fantasmas, acompañada por ladridos de perros. Hecate se erguía ante las puertas de la mayoría de nuestras casas y podía también ser vista en encrucijadas de tres caminos; imagen que los romanos la identificaron con su diosa Trivia, cuya efigie presidía las encrucijadas de los caminos, lugares vinculados con la magia.

Otra diosa triple es la diosa celta Morrigan, que formaba una triada con Badb y Macha (que algunos consideran aspectos distintos de la misma de la diosa). Otra triada menos evidente eran Atenea, Afrodita y Hera; que pelearon por ser la mas bella, en el mito de la manzana dorada, son las imágenes de la virgen, la mujer y la madre.

Pero volvamos a la teoría de Graves, «La rama dorada» publicada en 1922, pero escrita en 1890 fue uno de los primeros estudios antropológicos de Sir James George Frazer (1854-1941) y este fue el punto de partida para gran parte del argumento de Graves; lo que Frazer sólo insinuó Graves lo dijo; la idea era que todos los ritos cristianos, salvo la propia figura de Jesús, no son de origen cristiano sino tomados de las religiones paganas. Para ejemplo nuestra fiesta de Navidad se celebra en diciembre, en la fecha del solsticio de invierno; en esa época del año las cabras y ovejas se encuentran en los corrales, hace demasiado frío para subir a pastar a los montes —donde apareció el ángel del señor para dar la nueva a los pastores de que había nacido el hijo de Dios—. En realidad el solsticio de invierno es la época en que todas las religiones paganas celebran el nacimiento del dios Sol.

El planteamiento de Graves era que las religiones hoy dominante, patriarcales y monoteístas de base en el judaísmo reemplazaron a un culto más antiguo, el culto a la Diosa Blanca; donde la mujer  ocupaba un escalón más alto en la sociedad prehistorica, que el papel sumiso ante el hombre que tiene en la actualidad.

Como se apoya esta idea; en el mundo antiguo los cultos a la fecundidad están asociados a la diosa madre; Isis, Ishtar, Cibeles, Gea, Afrodita, Freya, etc., son todas diosas de la fecundidad, y todas las mujeres sufren de un ciclo menstrual que dura aproximadamente 28 días; ese es más o menos el mismo número de días de un ciclo lunar, la luna tiene cuatro faces, tres visibles: creciente, llena y menguante; vinculadas a las edades de la vida: nacimiento, plenitud y vejes; una etapa que no es visible, la luna nueva, vinculada a la muerte. Así la luna muestra en sus faces mensuales ciclos de vida y muerte completos. Pero aquí tenemos algo más, si multiplicamos 28 días por trece lunas llenas se tiene un total de 364 días, eso es casi la duración de un año completo; en los antiguos calendarios se hablada de ciclos de un año y un día (365 días en total).

La cosa parece bonita y empieza a tomar forma, y en este punto recordamos que existen momentos o puntos críticos en un ciclo; un día tiene cuatro; amanecer, medio día, anochecer y media noche; recordemos que las hadas se ocultan al salir el sol y los enanos y gnomos evitan la salida del sol porque se vuelven de piedra, la magia del hada madrina de Cenicienta se rompe a la media noche; etc.. El mes lunar tiene su cuatro faces, y el año también tiene cuatro: los solsticios de verano e invierno y los equinoccios de primavera y otoño. El cuatro que es el número de la construcción, de los cuatro elementos y los cuatro puntos cardinales se repite y es un importante número mágico; pero las mitades son los más importantes; cuatro es una doble pareja, y la dualidad del dos nos habla de opuestos; hombre-mujer, dia-noche, vida-muerte, etc., así son importante los contrarios más extremos: la luna nueva y la luna llena, la media noche y el medio día y los solsticios.

Veamos lo siguiente, si enumeramos seguidamente desde el 1 al 13 tenemos: 1, 2, 3, 4 , 5 , 6 , 7 , 8 , 9, 10, 11, 12 y 13; el número que esta a la mitad, lo que en estadística se llama la mediana, es el siete; y la mediana desde uno a siete es cuatro. El siete es el número de Dios, en seis días creó al mundo y descanso al séptimo; siete eran los planetas del mundo antiguo (Sol, Luna, Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno); siete eran los metales del mundo antiguo (oro, plata, mercurio, cobre, hierro, estaño y plomo). Siete es uno de los números más importantes en la Biblia y el judaísmo, la religión patriarcal y monoteísta, de las que derivan todas las demás. Si multiplicamos 4 por 7 el resultado es 28. Así 4 x 7 x 13 = 364.

El trece tiene varios significados, siempre ha sido asociado a aspectos negativos; es número de la carta de la muerte en el Tarot; y la razón de esto es también astronómica; si se cuentan los días desde la luna llena hasta que se observa la última hoz visible en el cielo antes de no verse más luna, hay trece días; seguirán tres días sin luna (luna nueva) y la primera hoz de la luna creciente se observa al décimo séptimo día; es por ello que el número 17 se le llama el número de la esperanza y se asocia a la carta de las estrellas del Tarot.

El doce por el contrario es un número perfecto (suma de sus divisores: 1+2+3+6=12); es el número de la perfección, es el doble del número de la armonía (el seis, 6); doce son los meses del año, doce los apóstoles de Cristo, el consejo de todo panteón divino (romano, griego, sumerio-babilonio, celta, nordico-germano, etc.), doce tribus de Israel, doce los trabajos de Hércules. El doce al igual que el siete surgen del tres divino y el cuatro terrenal (12=3×4; 7=3+4)

Según la propuesta de Graves, el culto a la diosa madre es el mismo culto a la diosa blanca o lunar; y el trece fue eliminado por las religiones machistas monoteístas por que estaba vinculado a un culto femenino más antiguo. Pero esto son teorías, veamos ahora la realidad; entre dos lunas llenas no hay 28 días o cuatro semanas, hay 29,5 días aproximadamente; un año lunar de doce meses tiene 354 días y faltan 11 días para completar un año solar de 365 días; es por ello que los calendarios lunares de cada tanto en tanto agregan un mes trece a su ciclo para hacer corresponder ambos calendarios.

En este punto el doce y el trece adquieren un nuevo significado; por tradición es de mala suerte una mesa de trece invitados. La creencia está en la última cena de Jesús, había doce apóstoles y Jesús (12+1=13); y uno de ellos, el más débil, traicionó a dios hecho carne y lo sacrificó. La idea se repite en otras leyendas; Arturo y los doce caballeros de la mesa redonda fue traicionado por Mordred; Baldr el dios sol (sol de media noche) muere asesinado por su hermano ciego Höðr, cuando Loki aparece en una fiesta de los dioses nórdicos (que eran 12) sin haber sido invitado (Loki es de décimo tercero). José tenía doce hermanos (las hoy doce tribus de Israel) y fue por envidia de sus hermanos vendido como esclavo. Aunque distintas todas cuentan lo mismo: el sol muere cada año (solsticio de invierno) por culpa de uno décimo tercero; ese es el mes lunar que no se completa cada año, el incompleto, el débil.

Pero que tiene todo esto que ver con el 13° signo del zodiaco; simple, Graves propone que si había una religión más antigua donde se adoraban trece lunas y no doce meses solares, debían existir trece constelaciones. Y él la buscó; y buscó, y buscó, hasta que al final encontró en una antigua sinagoga una imagen que mostraba los doce signos del zodiaco moderno, todos encerrando a otro circulo que mostraba una figura femenina, una figura femenina de ocho patas; una araña. La explicación que da es que el décimo tercer era una diosa araña; y según él era una constelación ubicada entre Tauro y Geminis. Hoy las constelaciones entre Tauro y Geminis cercanas a la elíptica (línea por donde el sol atraviesa los cielos) son Auriga y Orión, al norte y sur respectivamente.

El mito griego nos da una pista de quien podía ser esta diosa; se trata de la diosa Aracne; y según algunos se trata de la misma Arianna o Ariadna, la hija de Minos que ayudó a Teseo para salir del laberinto dándole un hilo; y cuando escapaban él la abandonó en una isla donde la encontró Dioniso. Por otra parte Aracne según el mito era una mortal (igual que Ariadna) que tejió un manto y que se jactó de ser incluso mejor que los tejidos por los dioses, ante lo que Atenea la castigó volviéndola una araña.

En algunos mitos Ariadna/Aracne era una antigua diosa cretence de la fecundidad; cuando los cretences fueron derrotados por los griegos (Teseo/Atenea) se paso del culto matriarcal al patriarcal (con Zeus y sus dioses, formaban un consejo de doce). El mito señala también que al morir Ariadna, Dioniso arrojó a los cielos la corona que le regalo en su noche de bodas; la hoy constelación de la Corona Boreal, ubicada entre la constelación de Hércules y Boötes (Boyero = quien cuida los bueyes). La constelación de la Corona Boreal está muy al norte de la elíptica para ser considerada el décimo tercer signo zodiacal, pero debajo de ella se encuentra otra constelación cercana a la elíptica, ubicada sobre Escorpio; es la constelación de Ofiuco (el serpentario).

La pregunta es ¿por qué Ofiuco?, ¿Por que no tomar a Orión o a Auriga, que son constelaciones con estrellas más brillantes y ambas también entran en la zona zodiacal?. Incluso algunos astrónomos señalan que la constelación de Cetus (la ballena/monstruo marino), ubicado al sur de Aries y Piscis también toca la elíptica. La explicación es que muchos ven en Ofiuco al dios griego de la medicina, que tras su muerte fue divinizado (elevado a los cielos) y al estar rodeado por la serpiente implica que se nace a una nueva era, pero esto es discutible.

El zodiaco moderno tiene su origen en la antigua Babilonia; para los Babilonios y otros pueblos antes y después (sumerios, caldeos, asirios, etc.), la elíptica es el camino del sol, pero la luna, en el dios patrón Sin/Nannar también recorría ese camino; salvo por un detalle, la luna no esta en el plano de la elíptica (plano que forma la Tierra al trasladar alrededor del Sol), y al estar ligeramente inclinado hace que la luna pueda ubicarse en posiciones por encima o por debajo de la línea descrita por el sol.

El zodiaco es en realidad la zona por donde la Luna puede circular en el cielo, y eso era importante porque cuando la Luna pasaba por la elíptica ocurrían los eclipses, muy temidos como malos presagios en la antigüedad. Las estrellas o grupos de estrellas ubicados en esa zona forma grupos (constelaciones) y aunque parezca dudoso no eran las doce conocidas, sino que inicialmente eran dieciocho (18). Y el nombre de zodiaco viene del griego kyklos zoidion, que se traduce como circulo de animales.

Las primeras constelaciones (sumeria/acadia)

Número Nombre Grupo actual
1 Las estrellas de la melena Pleyades
2 Toro del cielo Tauro
3 El verdadero pastor Orion
4 El viejo antepasado Perseo
5 La anzada o el azadón Parte de Auriga
6 Los grandes gemelos Geminis
7 El cangrejo Cancer
8 El león Leo
9 El surco labrado Virgo
10 La balanza Libra
11 El escorpión Escorpio
12 El arquero Sagitario
13 La cabra-pez Capricornio
14 El gigante Acuario
15 Las colas Parte de Pegasus
16 La golondrina Uno de los peces (Piscis)
17 La gran dama El otro pez (Piscis)
18 El campesino Aries

Algunos estudiosos discuten si son 17 o 18; ya que la n°15 era para algunos autores una palabra incluida para indicar que las siguientes dos constelaciones sólo estaban en parte dentro de la banda zodiacal (la hoy constelación de piscis la forman dos peces uno arriba de la elíptica y otro abajo de la elíptica unidos por un lazo y que en el mito griego eran Afrodita y Ares que huían de Tifón y se trasformaron en peces unidos por la túnica de Afrodita). Fíjese el lector que por ningún lado Ofiuco aparece como una de las primeras constelaciones.

En el siglo VI a.C, con el reinado caldeo (Babilonia) el rey Nabucodonosor II redujo las 18 constelaciones zodiacales a 12 para igualar el número de constelaciones al número de meses «lunares» que había en un año sumerio; nada de cultos femeninos, nada de diosas antiguas, nada de nada de esas ideas «feministas» de mujeres golpeadas por un culto machista. Y recordemos que en cultos politeístas son doce los dioses que presiden el consejo de las «cielos», nunca hubo trece dioses o algo similar. Y esos doce dioses siempre se han vinculado a estas doce actuales constelaciones modernas. Así las antes 16 y 17 se transformaron en piscis, las Pleyades se unieron a Tauro; Perseo, Auriga, Orion y Pegaso, más separadas de la elíptica simplemente desaparecieron poco a poco en un proceso que tardó unos cuatro siglos. Hay que indicar también que el surco de labranza y el campesino se volverían Virgo (la virgen) y Aries (el carnero) en los mitos griegos y no son herencia de Babilonia. La entrada de estas creencias al mundo griego y con ello a todo el mundo occidental se remontan a la época de Alejandro Magno, quien fue el primer rey de occidente al que le «fabricaron» un horóscopo.

Para el siglo I d.C, los trabajos de Ptolomeo terminaran de dar fin a un modelo astrológico que seguirá estático hasta nuestros días. Se registraron 48 constelaciones, así fue hasta el siglo XVI cuando los navegantes europeos recorrerán el mundo y observaran por primera vez los cielos australes, quienes darán cuenta de nuevas estrellas y nuevas constelaciones; en un periodo de dos siglos muchas aparecerán, otras desaparecerán y algunas de las originales serán picadas en muchas más; hoy día son oficialmente 88; número que por pura casualidad coincide con los 88 elementos (tipos de átomos) que existen en la naturaleza (aunque la tabla periódica hay 92, del hidrogeno al uranio, cuatro no existen de forma natural porque son inestables y se desintegran a formas más estables). Hay que aclarar que para los antiguos las constelaciones eran figuras en el cielo, pero en la modernidad el cielo ha sido dividido utilizando como guía las líneas de declinación y ascensión de los telescopios modernos, por eso es que no hay líneas diagonales. Estos límites fueron establecidos por la Unión Astronómica Internacional entre 1928 a 1930. Es por ello que en esta división moderna Auriga y Orión ya no cortan la elíptica, aunque estén dentro de la zona zodiacal; pero si lo hace Ofiuco, la culpa es de la astronomía moderna, no de la astrología antigua.

Pero hablemos de astrología; desde el punto de vista zodiacal, el año arranca en el equinoccio de primavera (21 de marzo); y coincidía en el momento que el Sol iniciaba su paso por Aries, visto desde la Tierra. Para efectos astrológicos, en la zona zodiacal, cada constelación abarca 30° en los cielos, por lo tanto el sol atraviesa cada signo zodiacal en un periodo de 30 a 31 días. Para el mundo antiguo el Sol, la luna y los cinco planetas (los errantes) visibles formaban un conjunto de siete objetos que se mueven sobre el fondo fijo de estrellas que es zona zodiacal. En verano (21 de junio) el sol inicia su paso por Leo y como es el punto que desde el hemisferio norte el sol esta más al norte, a Leo se le asigno como «planeta regente» al Sol; a la izquierda se sienta la reina de los cielos (la Luna) y ocupa el signo de Cancer; los otros cinco planetas se sientan siguiendo la secuencia del más cercano Sol al más lejano, ocupando puestos ambos lados de los reyes; así mercurio es el planeta de Geminis y Virgo; Venus de Tauro y Libra, Marte de Aries y Escorpio, Jupiter de Piscis y Sagitario y Saturno de Acuario y Capricornio. Cuando no son visibles son diunos (del lado del sol) y si son visibles son nocturnos, del lado de la luna.

Pero astrología y astronomía son cosas distintas; Copernico, Galileo, Tycho Brahe, Kepler y Newton ponen fin al modelo geocéntrico de Aristóteles y Ptolomeo, y surge el modelo Heliocentrico; ya la Tierra no es el centro del universo, y las cosas no giran a su alrededor. Con la ilustración, las ideas y/o supersticiones astrológicas empiezan a desaparecer, lo que no pudo hacer la Iglesia Cristiana, de alguna forma lo logro la Ciencia Moderna. Cuando en 1781 William Herschel anunció el descubrimiento de Urano, eso derrumbaba gran parte del modelo astrológico; faltaban signos o puestos donde sentar al nuevo planeta; eso siguió ocurriendo con Neptuno en 1846 y Plutón en 1930. Claro que los astrólogos no se amilanaron y ubicaron a Urano en Acuario, a Neptuno en Piscis y a Plutón en Escorpio. Falta saber con la nueva denominación de planetas enanos donde van a ubicar a los «nuevos planetas»: Ceres, Eris, Makemake, Haumea, Caronte, Sedna, Orcus, Quaoar, sólo por citar algunos; o habrá que sacar a Plutón ahora que no es un planeta según la definición moderna del 2006. Ya veremos la respuesta de los astrólogos.

Hoy entre las mayores criticas a la astrología, dadas por la astronomía tenemos el problema de la precesión de los equinoccios; que es un cambio lento y gradual en la orientación del eje de rotación de la Tierra, que es como el bamboleo de un trompo o peonza. Así el eje de rotación terrestre dibuja un cono en un ciclo de aproximadamente 26.000 años; período conocido como año platónico. Si hoy el polo norte terrestre apunta a Polaris en la Osa Menor, en la época de los faraones apuntaba a la estrella alfa de la constelación del dragón; y en doce mil años en el futuro apuntará a la estrella más brillante del hemisferio norte, la estrella Vega en la constelación de Lira. Este fenómeno, que es conocido desde la antigüedad, no se ha tomado en cuenta en el zodiaco, al menos en el usado en los horóscopos que todos los días, semanas o años se escriben en periódicos y revistas.

Desde Ptolomeo a hoy día han pasado dos mil años; cuando el Sol debía apuntar a Aries en el equinoccio de primavera, hoy apunta a Piscis; y en los últimos años se habla que ya está saliendo de Piscis y entrando a Acuario; así como hoy es «boom» es el décimo tercer signo zodiacal, hace unos años era la llegada de la era de Acuario. Algunos señalan que cuando Moises dice en el éxodo que se deje de adorar al toro dorado —el Toro era adorado en las antiguas cultura como Egipto (Apis), Mesopotamia, Creta (minotauro), y Tartessos— y se empiece a adorar al carnero, es dejar atrás a Tauro y adorar a Aries; y cuando los cristianos representaron a Cristo con un Pez, es dejar de mirar a Aries y mirar a Piscis; incluso algunos señalan que la esfinge es más antigua que las pirámides —cosa que no es verdad—, y que la imagen señala el momento en que se pasaba de Virgo a Leo; fecha en que se dice que se hundió la Atlantida, era un cambio de Era (signo). Desde ese cataclismo pasarían tres eras (Leo, Cancer y Geminis), hasta que al inicio de Tauro, por allá en el 4000 a.C., para que la humanidad se recobrara lo suficiente de aquella catástrofe y volvieran a surgir la civilización (Egito, Sumerio, India y China). Hoy la gran angustia con el 2012 es que para muchos marca el punto de inicio de la era de Acuario y que nuestro desarrollo tecnológico y destrucción del ecosistema global —conocer los secretos del átomo y su poder— nos ha vuelto ante los dioses, tan peligrosos y malignos  como lo fueron en su tiempo los  habitantes de la  Atlantida y por ello tenemos ese gran miedo de desaparecer en un gran cataclismo mundial devolviendonos otra vez a la era de las cavernas. Y muchos marcan que esta destrucción no será por agua (como en Atlantida), sino por fuego; algunos miran a las armas atómicas, a las guerras, pero otros señalan la erupción de un gran supervolcan como el de Yellowstone y que ya está atrasado y cuya explosión puede acabar con todo el clima mundial.

Hoy se dice que en vez de usar las fechas astrológicas trópicas (de la época de Ptolomeo), se debería corregir a las fechas astrológicas siderales (haciendo la corrección de la precesión de los equinoccios). La cosa por desgracia para la astrología no termina aquí; si bien Ptolomeo y sus predecesores dividieron la banda zodiacal en doce partes iguales, lo cierto es que el sol no atraviesa cada constelación zodiacal en igual tiempo, al menos no desde 1930 que se establecieron claramente los límites entre las constelaciones; por ejemplo la línea desde la Tierra a través del Sol apunta hacia Virgo durante 45 días, pero apunta hacia Escorpio durante sólo 7 días. El tamaño del disco solar, hace que en algunos casos éste tarde un día o varios en atravesar el límite entre dos constelaciones, esto es, el Sol puede «estar» en dos constelaciones a la vez, como ocurre al pasar de Acuario a Piscis.

Se podría discutir mucho sobre esto y todos tendrán sus puntos de vistas, yo personalmente me niego a retroceder evolutivamente de carnero a pescado; las creencias en el zodiaco que casi desaparecieron con la Ilustración en los siglos XVII y XVIII, revivieron en el siglo XIX con el romanticismo que protestaba contra la revolución industrial y la deshumanización del hombre. Lo cierto es que la astrología esta realmente anclada desde hace casi 2500 años, y aunque cada cultura (babilonios, griegos y árabes) le aportaron su granito de arena, y hoy la sociedad moderna intenta  hacer lo mismo al «actualizar» el sistema de creencias; por ello  ese «nuevo signo zodiacal», la corrección del equinoccio, el quitar o agregar nuevos planetas, asteroides y lunas son todos intentos de mantener viva una creencia religiosa antigua, que en su momento histórico muy, muy atrás solo trataba de poder decir usando la posición del sol y la luna cuando sembrar y cuando cosechar.

Signo Calendario Astrológico Calendario Astronómico
Tropico Sideral
Aries Mar 21 – Abr 20 Abr 14 – May 14 Abr 18 – May 13
Tauro Abr 21- May 19 May 15 – Jun 14 May 13 – Jun 21
Geminis May 20 – Jun 21 Jun 15 – Jul 16 Jun 21 – Jul 20
Cancer Jun 22 – Jul 21 Jul 17 – Ago 16 Jul 20 – Ago 10
Leo Jul 22- Ago 23 Ago 17 – Sep 16 Ago 10 – Sep 16
Virgo Ago 24- Sep 22 Sep 17 – Oct 17 Sep 16 – Oct 30
Libra Sep 23 – Oct 21 Oct 18 – Nov 16 Oct 30 – Nov 23
Escopio Oct 22 – Nov 22 Nov 17 – Dic 15 Nov 23 – Nov 29
Ofiuco Nov 29 – Dic 17
Sagitario Nov 23 – Dic 22 Dic 16 – Ene 14 Dic 17 – Ene 20
Capricornio Dic 23 – Ene 20 Ene 15 – Feb 12 Ene 20 – Feb 16
Acuario Ene 21 – Feb 19 Feb 13 – Mar14 Feb 16 – Mar 11
Piscis Feb 20 – Mar 20 Mar 15 – Abr13 Mar 11 – Abr 18

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Referencias:

Hajo Banzhaf «La simbología y el significado de los números» Editorial Edaf S.l. España, 2007

Los misterios de la iglesia – El mundo de lo insólito. Editorial Debate S.A. España. 1986

otras referencias: aquíaquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí y aquí.

Rusalka

En la mitología eslava, una Rusalka es un fantasma femenino, ninfa del agua, que cual sirena o demonio súcubo vive en los lagos y lagunas. Son consideradas seres malignos. Son la versión fantasmal del alma de una mujer joven que había muerto dentro o cerca de un lago, muchas de ellas cometiendo el suicido por un amor traicionero, o siendo victimas inocentes de amantes asesinos que las ahogan en las aguas para quitarse el problema de una novia molesta. No todas las Rusalkas son necesariamente maléficas, algunas tras cobrar su venganza sus almas alcanzan la paz y desaparecen.

En la mayoría de las versiones, las Rusalkas son seres inquietos, producto de una muerte violenta y antes de tiempo, como ocurre con aquellas mujeres jóvenes que se suicidan debido al abandono de sus amantes, o las chicas solteras que quedan embarazadas fuera del matrimonio y no pueden soportar la culpa de confesar su desgracia, en castigo por el suicidio, pecado mortal para muchas culturas, el alma debe completar su tiempo designado en la tierra como si fuera un espíritu. Otros piensan que son aquellas mujeres y niñas que mueren antes de ser bautizadas, o sin los ritos de la extremaunción.